domingo, 7 de agosto de 2016

Un sí a la paz y al plebiscito plantea Imelda Daza desde Ibagué

Por Nelson Lombana Silva

La carismática, humanista y sencilla lideresa nacional de la Unión Patriótica, Imelda Daza Cotes, en su reciente gira por el departamento de Tolima, que culminó el día inmediatamente anterior, expresó su rotundo sí a la paz, a los diálogos de la Habana y al plebiscito para refrendar dichos acuerdos.
 


Al intervenir en la asamblea departamental, fue enfática al llamar al país a comprometerse en verdad con la paz. “Hay que comprometerse con la paz, no hay que tenerle miedo a la paz, hay que tenerle miedo a la guerra que es la que destruye”, dijo.  Agregó: “Hay que decirle un sí rotundo al plebiscito que nos garantice por fin un futuro distinto a todos los colombianos”.


Habló sobre el horror de la violencia con qué autoridad, entre otras cosas, porque ella personalmente ha sido víctima de esta violencia que ya supera los 50 años en Colombia. No hay odio en sus palabras, menos espíritu revanchista. Por el contrario, inmensa capacidad de perdón y reconciliación nacional. “Perdonar no quiere decir olvidad, dijo, perdonar es ante todo recordar sin odio y sin rencor, porque el odio es destructivo, el rencor envilece”.


Al dimensionar la importancia de los acuerdos de la Habana, fue clara al decir que allí no estaba la solución de todos los problemas que hoy aquejan a Colombia y colocó como ejemplo el modelo económico, la problemática de la salud, la educación y la vivienda en Colombia. “Los acuerdos de la Habana – dijo – no comprende todos los problemas colombianos”.


Al caracterizar la violencia en nuestro país, Imelda Daza Cotes, dijo que esta era una guerra hecha con hijos ajenos por cuanto los guerrilleros, los soldados, los paramilitares eran hijos del pueblo. En ese sentido, señaló enfáticamente que el día que le toque ir a los hijos de la oligarquía a pelear en los campos de batalla, ese día se acabaría la guerra en Colombia.


En ese sentido, llamó a las mujeres no parir más hijos para la guerra. “Debemos disponernos a nunca más criar un hijo para la guerra. El día que tengan que ir los hijos de los ricos al campo de batalla, ese día se acabará la guerra”, subrayó.


La breve intervención de la compañera en el recinto de la asamblea departamental del Tolima, fue captada por la página web: www.pacocol.org, así: 


“Vine a Ibagué invitada a conversar un poco sobre el tema de actualidad en Colombia que es la paz y el sí al plebiscito. Creo que vive el país un momento histórico, es lo más importante que le va a ocurrir a Colombia en este siglo sin duda. Lograr el fin de la confrontación armada entre las Farc y las fuerzas armadas colombianas”.


“Queda pendiente la negociación con el ELN y con el reducto del EPL, pero yo considero que se ha hecho una experiencia importante. El gobierno mismo tiene más facilidad para manejar el tema y por eso es de esperar que la negociación con estas otras dos organizaciones sea quizá más rápida y quizá más eficiente”.


“También es de esperar que la guerrilla del ELN y del EPL hayan hecho alguna experiencia a través del desempeño de las Farc en este proceso de negociación”.


“También es importante, claro, la negociación con ellos porque si no la paz sería incompleta. Pero confiemos en que se va a dar igual”.


“Los acuerdos de la Habana no comprende todos los problemas colombianos. No se habló allí del modelo económico, no se habló de reforma agraria, no se habló de corrupción, de los problemas de salud, de los problemas de la educación. En fin, de la insatisfacción de las necesidades básicas”.


“No se trataba de negociar allí, soluciones a los problemas colombianos, se trataba de resolver las causas y de asumir las consecuencias de un largo conflicto armado con las guerrillas de las Farc. Los acuerdos por eso, nos traen soluciones a temas como las víctimas; muy importante la comisión de la verdad que trae ese acuerdo”.


“Para nosotros, Unión Patriótica es trascendental porque sabrán que el Estado Colombiano se ha negado perentoriamente a reconocer el genocidio político contra nuestra organización que está en impunidad total, por eso la comisión de la verdad nos va a permitir y esperamos nosotros saber quiénes fueron los autores de ese macabro plan de exterminio de la Unión Patriótica. Y queremos conocer sus nombres no para que se pudran en una cárcel, no nos interesa el castigo carcelario, que nada nos va a resolver en materia de dolor, ni la vida de quienes fueron asesinados. Pero, sí nos va a permitir saber quiénes fueron, para saber a quiénes tenemos que perdonar, porque hay que perdonar”.


“No hay otro camino hacia la reconciliación y la reconciliación es también el camino hacia la construcción de Democracia. Perdonar no quiere decir olvidar. Nunca olvidaremos lo que ocurrió. Pero hay que recuperar sentimientos que nos permitan reconciliarnos, tolerarnos en medio de las diferencias. Perdonar es ante todo recordar sin odio y sin rencor, porque el odio es destructivo, el rencor envilece”.


“Recordaremos como esa tragedia que vivimos para saber que eso no se puede repetir. Por eso, es importante la memoria, por eso es importante conocer la historia para que no se repita. Hay que enseñarle además a la juventud. El acuerdo uno, por ejemplo, el de tierras, es una aproximación a una deuda ancestral con el campesinado colombiano”.


“Las zonas de reservas campesinas que ya existen, muchas serán el camino para un uso racional de nuestra tierra y una preservación de nuestros recursos naturales”.


“El segundo acuerdo, de participación política, intenta algunas reformas que nos permitan desarrollar la democracia y generar igualdad de condiciones para participar en los procesos electorales. El acuerdo del fin del conflicto, sin duda, es muy importante, implica el cese bilateral de fuegos. Yo tuve el privilegio de ser invitada a la firma de ese acuerdo de cese bilateral de fuegos. La verdad que fue emocionante. Porque se mostró el respaldo internacional que tiene este proceso y demostró por eso, la soledad en que se debate quienes se oponen a la paz”.


“No tienen el más mínimo apoyo en el concierto internacional y es muy importante para actuar en política de la gruesa en cualquier país tener apoyo externo, como testigos y como avaladores  de ese acuerdo de cese bilateral de fuegos, estuvo el secretario general de las naciones unidas, Banquin Moon, estuvo el presidente de Consejo de seguridad de las naciones unidas, que son los que autorizan las guerras, aquí vinieron a autorizar la paz; estuvo el delegado de Barack Obama, que es también el que ha financiado en los Estados Unidos buena parte de la guerra en Colombia. Ahora vinieron a prometernos que financiarán en parte la paz”.


“Estuvo el delegado de la unión europea, también comprometido con la paz, estuvieron seis jefes de Estado. O sea, hay un apoyo internacional muy importante, que brinda confianza en este proceso y que nos debe hacer sentir a los colombianos que la paz de Colombia no es solo un problema nuestro, es un problema que preocupa al resto de país del mundo, De ahí que se diga que la paz de Colombia es la paz de Latinoamérica. Es así y es cierto. Eso genera de nuestra parte un compromiso con el resto del mundo”.


“El llamado es entonces, sobre todo a las mujeres. Nosotras somos la mitad de la población colombiana y somos también las mamás de la otra mitad. La paz es un compromiso nuestro. Somos dadoras de vida y como tal debemos disponernos a nunca más criar un hijo para la guerra, porque el soldado, el policía, el guerrillero y el sicario paramilitar, todos, han sido paridos y criados por madres de los sectores populares. Esta ha sido una guerra hecho con hijos ajenos. El día que los de los cancilleres, de los ministros, de los embajadores, de los comandantes de las fuerzas armadas, del presidente de la república, tengan que ir al campo de batalla, ese día se acaba la guerra, porque la guerra se ha hecho con hijos ajenos, con hijos de madres de los sectores populares. Eso no puede seguir. Las madres colombianas tenemos un compromiso serio con las generaciones futuras. Este es el único país de Latinoamérica donde los padres entierran a sus hijos, lo normal en el mundo civilizado es que los hijos entierren a sus padres”.


“Hay que darle la vuelta a esta situación, hay que comprometerse con la paz, no hay que tenerle miedo a la paz, hay que tenerle miedo a la guerra, que es la que destruye. Yo hago entonces, ese llamado a un sí rotundo al plebiscito, que nos garantice por fin un futuro distinto a todos los colombianos”.




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