viernes, 26 de agosto de 2016

Ni las acciones de tutelas respetan las EPS en Colombia

Juan Carlos Arias Morales, el mimo de la tercera en Ibagué, Tolima. Foto Nelosi
Por Nelson Lombana Silva

La situación de la salud del pueblo colombiano es deplorable, por cuanto es desatendida por el gobierno nacional, quedando en manos imperiales de las EPS, EPS que solo les anima el lucro económico. El paciente fue reemplazado por el cliente, según la ley 100 de 1993, obra del señor Álvaro Uribe Vélez.



Por estos días denunciábamos el presunto negociado de Saludcoop con las ambulancias en la calle 60 de la ciudad de Ibagué. Ahora, tenemos un caso, igualmente, aberrante con la Nueva EPS. Una señora de 80 años de edad que necesita asistencia médica domiciliaria mensualmente, se le viene negando a pesar de existir una acción de tutela de por medio, requerimientos y distintas manifestaciones públicas y jurídicas. Todo indicaría que las EPS están por encima de la legislación colombiana. 


Su hijo, mimo, que se gana la vida pidiendo una moneda sobre la carrera tercera en Ibagué (Tolima), ha hecho hasta lo imposible para que su madre sea atendida ante la precariedad de su salud, pues ya se encuentra rendida en cama, pero la autoridad judicial se coloca más a favor de la multinacional que del usuario.


Juan Carlos Arias Morales, relata: “Mi mamá hace año y medio se me enfermó, cayó a cama porque le dio osteoporosis, también tiene problemas pulmonares, sufre de asfixia. He solicitado en varias oportunidades al gerente de la Nueva EPS, para que atienda debidamente a mi mamá, pero no ha sido posible”.


“Incluso, le coloqué un desacato. ¿Qué paso con el desacato? El desacato salió a favor de él, lo que me parece una injusticia por parte de los que imparten justicia, porque una situación tan evidente como es la salud de mi mamá no es protegida, protege los intereses del gerente de esa EPS”.


“Le pido al gerente responsabilidad: Un médico de esa EPS debe ir mensualmente a mi casa a chequear la salud de mi mamá porque ella ya no se puede mover. Han pasado los meses y nada que volvieron a asistirla”.


“El único pretexto que saca el gerente es dizque la seguridad. Eso no es cierto. Ellos han ido y se les ha prestado la seguridad con la ayuda de la policía del barrio Las Ferias. Son disculpas para justificar lo injustificable”.


“Cada que voy a solicitar el servicio me salen con un cuento diferente, una mentira para no cumplir con el deber de asistir a mi mamá. Eso me parece muy injusto”.


“Otra cosa: El gerente debe estar más pendiente. No soy solo yo con este problema, cientos de personas a diario son atropelladas injustamente. Una cita médica – por ejemplo – es toda una odisea. Generalmente, colocan al paciente a voltear para un lado y para otro. Es una infamia. Hay funcionarios muy incompetentes o no sé qué es lo que pasa, realmente”.


“Mi mamá tiene 80 años de edad, cayó a cama por osteoporosis, camina muy poquito, se le dificulta para caminar, toca ayudarla. Hace año y medio cayó a cama. Hace año y medio estoy peleando con tutelas, por el Enssure. Lo poco que entregan es por las malas. Otra cosa: Una vez me pasó un cacharro, fui a reclamar un Enssure a la farmacia, me lo autorizó el doctor Fabián cuatro tarros y no me dieron los de la fórmula nueva, me dieron los tarros de la fórmula vieja, se robaron cuatro tarros. Es una irresponsabilidad también de la droguería”.


“Todo indica que hay corrupción en estas EPS, corrupción que hay que corregir. Son muchas las personas las que estamos siendo víctimas de todas estas dificultades. Realmente la prestación de la salud en el Tolima es una porquería. No tenemos una clase dirigente honesta, necesitamos alguien que se amarre realmente los pantalones. Yo soy muy directo para hablar”, termina diciendo el mimo.





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