Antonio Navarro Wolf. Foto Nelosi |
De gira por el departamento de Tolima, exactamente por el municipio de Líbano, el senador Antonio Navarro Wolf dijo que era importante trabajar arduamente por el plebiscito hasta el último día.
Metodológicamente señaló el senador que se debía hacer énfasis en refutar las mentiras que viene haciendo los enemigos del proceso de paz, más que las bondades que implica apoyar el plebiscito diciendo Sí.
La pugna Santos Uribe se daba – explicó – porque Santos no lo consultó y menos se dejó guiar por su parecer. Además, porque le resulta fácil hacer oposición a dos cosas impopulares, según Navarro Wolf: La guerrilla y el gobierno Santos.
He recorrido el país, la seca y la meca, en algunos escenarios la mayoría es el Sí, en otros el No y en otros mucha confusión. Por eso, el líder político insistió en la necesidad de trabajar hasta el último día, hasta que se cuente el último voto.
Antonio Navarro Wolf, así contestó las preguntas formuladas por la página web: www.pacocol.org:
- Doctor Antonio Navarro Wolf, estamos a pocos días del plebiscito en Colombia. ¿Cómo registra o percibe usted el ambiente?
Llevo dos meses y medio andando la seca y la meca. Antes de llegar al Líbano (Tolima), estaba en Agua Chica (Cesar), de aquí salgo para municipios de Cundinamarca.
Creo que la campaña ha sido corta, pese a que ha sido intensa en esta última etapa. Encuentro una gente muy definida por el Sí, otra muy definida por el No y un montón de gente todavía confundida.
Es muy, muy importante que trabajemos hasta el último día. No podemos parar. Pero indudablemente la gente que está confundida puede tener un comportamiento diferente que no podemos predecir. Esta ha sido una campaña con argumentos en pro y en contra. Algunos de los argumentos que se han opuesto a los acuerdos que van a votar han ayudado a la confusión. Hay que precisar y aclarar para que la gente tome la decisión más conveniente para el país, que en mi criterio sin lugar a dudas, es la decisión del Sí, de modo que yo diría a todos los activistas que no paren hasta el 2 de octubre en el momento que se termine de contar el último voto.
- Los medios masivos de comunicación han intentado reducir todo el proceso en un simple pulso político entre Santos y Uribe. ¿Se puede reducir en eso?
La verdad es que no es un pulso entre Santos y Uribe pero sí es pulso entre Santos y Uribe. Es una manera de que Uribe se opuso a esto porque Santos no le hizo caso cuando fue él el que lo eligió presidente.
Ahí comenzó una pugna que ha tomado la forma de confrontación sobre un tema muy sensible que es el tema de la paz. De manera que el resultado no es un asunto de entre Santos y Uribe, pero realmente hemos llegado a esto, un proceso de paz que nadie entiende en el exterior. Usted va al exterior y la gente le dice: “¿Hay gente oponiéndose a eso? No lo puede creer”. Eso se llevó allá un poco por la cuenta de cobro que Uribe le está pasando a Santos por no haberle hecho caso y no haber consultado con él las decisiones que tenía que tomar.
- ¿Por qué cree usted que Uribe se opone tan radicalmente a este proceso de paz?
En parte por eso, porque su sucesor hizo lo que quiso y no lo que él quería que hiciera. Pero además, porque es rentable políticamente hacerle oposición a dos cosas impopulares y las dos cosas impopulares son: Las Farc por un lado y el gobierno de Santos por el otro. Entonces es rentable políticamente hacer oposición a dos impopulares.
- Su exposición en el municipio de Líbano fue explicar el No de Uribe. ¿Calará eso en la conciencia del pueblo colombiano?
Bueno, como le digo, vengo de muchas regiones, en donde el No es mayoría, zonas donde el Sí tiene más del 90 por ciento. Por ejemplo, los estudiantes universitarios de Bogotá, el 90 por ciento de las universidades más conservadoras como la fundada por Álvaro Gómez Hurtado, estuve hace poco, se llama la universidad Sergio Arboleda y ahí el 90 por ciento de la gente está por el Sí los estudiantes, mientras los directivos están por el No.
Pero, va uno a los barrios del sur de Bogotá y allá hay confusión; va uno a los pueblos y hay confusión, habla con los campesinos y hay confusión.
De manera que es indispensable llevar los argumentos a todos los rincones donde se pueda y sobre todo aclarar las confusiones que tiene la gente: Que nos vamos a volver Venezuela, que le van a dar un montón de plata a la guerrilla, mientras al trabajador sano no le dan nada. Todo eso es paja. Creo que esas confusiones valen la pena aclararla, más que predicar las bondades del Sí, porque finalmente terminamos echándonos el discurso los que ya estamos convencidos y necesitamos que el discurso llegue a los que están indecisos para que voten.
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