lunes, 5 de septiembre de 2016

Comienza a desplomarse colegio en Ibagué, estudiantes y docentes en inminente peligro

Colegio Hermano Arsenio de la ciudad de Ibagué (Tolima), ha comenzado a desplomarse. Foto Nelosi
Por Nelson Lombana Silva

El colegio Hermano Arsenio de la ciudad de Ibagué (Tolima), ha comenzado a desplomarse, varios centenares de estudiantes y docentes en inminente peligro. Sin embargo, sigue funcionando como si nada ocurriera. Es más, siendo una institución pública perteneciente al colegio Juan Lozano y Lozano, viene siendo explotada por el colegio privado Los Andes, hace más de 20 años.



Todo parece indicar que esta edificación fue construida sobre un relleno. Además, el material no fue el ideal para una construcción de esta naturaleza. Los pisos y las paredes se encuentran averiadas, el techo a punto de desplomarse en su totalidad. Sin embargo, la secretaria municipal le ha prorrogado el comodato hasta el 30 de noviembre de 2016 a este colegio privado, según indicó la secretaria municipal de esta cartera, Leidy Tatiana Aguilar.


Según se pudo establecer, desde el 21 de marzo de 2007, la oficina de Prevención y Atención de desastres, recomendó sellar seis aulas de esta institución por presentar graves deficiencias dicha construcción y colocar en grave riesgo a los estudiantes y docentes. Esta recomendación no ha sido tenida en cuenta. El domingo anterior, comenzó a desplomarse (Ver foto), sin embargo, los estudiantes y docentes siguen allí como si nada ocurriera.


El rector del colegio público Juan Lozano y Lozano, Germán Eliécer Chaves Chaves, visiblemente preocupado por la grave situación que hace rato viene denunciando, envió un reporte a la oficina de Prevención y Atención de desastres para que se apersone de la problemática en la mayor brevedad posible y una solución sea tomada para evitar una tragedia mayor.


Hace rato el rector y el consejo directivo de este colegio ubicado en el barrio Jordán II etapa de la ciudad musical de Colombia, han insistido ante las autoridades pertinentes para que esta institución le sea devuelta en la mayor brevedad posible para ser demolida y proyectar allí una edificación que responda a los mínimos de seguridad para estudiantes y padres de familia. Al decir de la comunidad este plantel es hoy por hoy una trampa mortal.


Ante estos últimos acontecimientos se espera que el alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo Martínez y la secretaria municipal de educación, Leidy Tatiana Aguilar, tomen medidas preventivas serias, prontas y oportunas.




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