domingo, 18 de septiembre de 2016

Conversatorio básico sobre economía marxista se dicta en Ibagué (Tolima)

Vista parcial del conversatorio sobre economía política. Foto Nelosi
Por Nelson Lombana Silva


Entre 35 y 40 compañeros y compañeras, se dieron cita en la sede departamental del Partido Comunista, este domingo 18 de septiembre, con el fin de participar de un conversatorio básico sobre economía marxista, conversatorio que fue dictado por el camarada Fray Alonso Espinosa.



La charla resultó amena y digerible, indicaron algunos de los asistentes presentes. La participación fue activa y propositiva. Incluso, se planteó la necesidad de nuevos espacios de esta naturaleza. En ese sentido, el camarada Raúl Rojas González, planteó uno nuevo para estudiar el materialismo histórico y dialéctico.


El conferencista hizo una exposición sobre los medios y las relaciones de producción, el papel de la mercancía, el origen del dinero, a partir del análisis marxista. También caracterizó el modo capitalista de producción, calificándolo de infame, pues según indicó, bajo éste hay en el mundo 1020 millones de seres humanos que se acuestan diariamente sin comer dignamente.


Identificó el papel transformador del trabajo. De él dijo: “Para eso es que nosotros trabajamos: Para mamarle gallo hasta cierto punto a la “cachuda” (muerte), pero mientras llega poder vivir una vida digna. Una vida digna es poder tener un techo, un trabajo, sueldo que sea humano y la posibilidad del goce de la vida”. 


Dijo que la posibilidad de goce de la vida se ve a diario seriamente amenazada. “Había un señor que escribió mucho sobre el capital, pero que vivió muy pobre, tan pobre que se le murieron como tres hijos de hambre. Al señor Carlos Marx se le murieron unos hijos de hambre. Pero escribió mucho sobre esa vaina. Ese señor decía: Caramba, la vida del hombre hay que dignificarla, entonces se inventó una formulita que decía los tres ocho. El día tiene 24 horas. Pongamos 8 horas de trabajo, 8 horas para dormir y 8 horas para disfrutar la vida (estudiar). Eso decía el señor Carlos Marx”.


“Vino la lucha de los trabajadores por llevar a la práctica esa iniciativa y se concretó. Lo hicieron los sindicatos”.


“Hace 8 años llegó un señor a la presidencia de la república de Colombia y se le ocurrió una formulita. Dijo: Para que haya más trabajo, eliminemos las horas extras. ¿Saben cómo se llama ese señor? Ese señor se llama Álvaro Uribe Vélez. Ese señor puso a trabajar más a los trabajadores por lo mismo o por menos. Y ese señor tiene dos hijos. En el año 2013, la declaración de renta de lo que ganaban esos hijos, eran de 80 mil millones de pesos anuales, 1500 millones – más o menos – semanales de puras ganancias”.


“En esas condiciones, se pregunta uno: ¿Qué pasa en este país? Cómo así que no podemos democratizar las riquezas porque hay dos o tres que quieren vivir con enormes fortunas, mientras que la inmensa mayoría está expuesta a morirse de hambre. Ahí es donde nosotros tenemos que entrar a examinar la economía. No sea que los más pobres, estemos eligiendo a quien nos administre la pobreza. Ojo con esta frase: No sea que los pobres elegimos quien nos administre la pobreza”.


Fray Alonso, no solo expuso algunas categorías económicas marxistas, sino que comparó este marco teórico con la realidad actual. Es decir, la nueva configuración del capitalismo, el cual se expresa esencialmente a través de las multinacionales y transnacionales.


De igual manera, relacionó la actividad económica con los temas coyunturales del país e Ibagué, concretamente. Habló del plebiscito programado para el 2 octubre, con el fin de convalidar el acuerdo final de la Habana entre la insurgencia de las Farc – Ep y el gobierno nacional. También la consulta ambiental programada para el 30 de octubre en el municipio de Ibagué.


Opiniones de los asistentes


La ronda de preguntas y opiniones, fue moderada por el camarada Rojas González. Recogimos algunas de ellas:


“Uno trata de influir en los hijos, explicarles de una u otra manera la lucha. No es tarea fácil. Pero hay que persistir. Tengo dificultades con algunos miembros de la familia por la forma de pensar. Sin embargo, pienso que la mejor invitación que se puede hacer es a que la gente lea los convenios que se hicieron en la Habana, para que se den cuenta del contenido tan enorme y los cambios que van a ver”.


“Esa reforma rural integral, es una pequeña pero gran reforma agraria en este país. Va a generar como mínimo empleo, va a ver trabajo. Hay una cantidad de cambios en este solo punto que hay que analizar y luchar para que se haga realidad”.


Nelson Lombana Silva: “Compañeros y compañeras: En primer lugar, debo felicitarlos y felicitarlas por la presencia hoy en este evento; en segundo lugar, felicitar al compañero conferencista, Fray Alonso Espinosa por la excelente introducción al estudio de la economía, y en tercer lugar, traer una frase de Carlos Marx, que dice que el capitalismo vino al mundo chorreando sangre y lodo por todos sus poros, desde los pies hasta la cabeza.


Esto lo hago para significar la criminalidad de este sistema económico, que cada vez se expresa de la forma más aberrante. No es posible – por ejemplo – que Colombia sea un país tan inmensamente rico y los niños y los ancianos se estén muriendo de física hambre”.


“Ahí, se han colado algunos datos por los medios masivos de comunicación, que a propósito, son más de incomunicación, se ha expresado la situación dramática de cómo se viene muriendo los colombianos y colombianas de física hambre, mientras que la clase dirigente está entregando los recursos naturales a las multinacionales y transnacionales, en una contradicción supremamente lamentable, pero que el pueblo aún no ha podido entender en su justa dimensión, no porque no quiera, no porque el pueblo sea bruto, sino porque está prisionero por los aparatos represivos y alienantes, que hacen que el pueblo esté totalmente enajenado y no pueda entender por ahora, el origen de la situación dramática por la que está pasando”.


“Si el pueblo tuviera un mínimo de libertad para expresarse, pues lógicamente el señor Uribe y su Centro Democrático no existirían realmente en este país en esos términos, porque lo que ellos están haciendo es cabalgando sobre la ignorancia o el analfabetismo político del pueblo para platear lo que vienen planteando”.


“Nosotros tuvimos un debate por radio con el Centro Democrático hace poco, sobre estos temas del acuerdo final de la Habana. Notaba que cogía la propuesta de los 3 millones de hectáreas y la sacaba de contexto, afirmando que el gobierno le iba a quitar a los campesinos 3 millones de hectáreas de tierra para entregársela a la guerrilla de las Farc. Miren ustedes, semejante afirmación, totalmente descontextualizada y distante de la realidad, aprovechando el analfabetismo político del pueblo colombiano”.


“Entonces, en ese sentido, me parece que estos espacios de estudio de economía son importantes. Ya tuvimos un espacio para la filosofía. Ahora podríamos plantearnos un taller para debatir sobre la política, sobre todo la política como poder, para ir entendiendo este rompecabezas, pensando no solo y únicamente en nosotros que quizás ya estamos volteando la esquina, sino pensando en estas criaturas que hoy se están levantando, qué tipo de país les vamos a dejar. ¿Vamos a dejar acabar todas estas cordilleras, simplemente por satisfacer el capricho de las multinacionales y transnacionales, como la Anglo Gold Ashanti? Son las preguntas que nos debemos hacer. En ese sentido, debemos salir a votar copiosamente el plebiscito el 2 de octubre y el 30 de octubre, la consulta popular ambiental, como una respuesta. Pero, claro. Adicionalmente, aquí dijo alguien, el compañero algo muy acertadamente: “Tenemos que estudiar, leer detenidamente el acuerdo final, son 297 páginas. Hay que leer el documento con detenimiento para poder entender qué diablos fue lo que acordaron allá y cómo podemos influir para que este acuerdo realmente se materialice en la realidad”.


Rubén Darío Cortés, médico: “Trato de hacer un pequeño análisis teniendo en cuenta todos los conceptos que se han expuesto en este auditorio. Todos estamos de acuerdo de que tenemos una necesidad de cambio. En ese sentido, los quiero invitar a reflexionar a toda hora, incluyendo a la hora del desayuno, del almuerzo y de la comida, siempre hay que estar hablando de todos estos procesos revolucionarios”.


“La gente tiene un miedo a decir: Revolución. Hay que comenzar porque la gente sepa qué significa la revolución, qué es revolucionar, porque la revolución, se supone que es una energía que nos lleva hacia el desarrollo de nuevas formas de progreso”.


“Sería bueno – por ejemplo – que siempre tuviéramos disposición de hablar y no polemizar, tenemos que colocar nosotros los temitas para que la gente comience a hablar y nosotros, sin necesidad de entrar en la controversia, porque usted no puede controvertir con la ignorancia. Es muy difícil controvertir con la ignorancia. Máxime que nosotros nos hemos olvidado de una cuestión muy clara y es que no conocemos la historia de nuestro país. Sé que hay una cantidad de compañeros que colocan la bandera nacional. Yo nunca coloco la bandera porque no creo que simbolice el país. Es más: Ya no tiene ni el gorro, ni los dos cuernos. Eso ya no existe”.


“Entonces, pienso que todas esas cosas que nosotros tenemos que empezar a estudiar es importantísimo, hay que leer sobre muchas cosas, dejemos a un lado la pereza, en lugar de estar sentado viendo las telenovelas, basura hasta las once de la noche, es mejor estar leyendo”.


“Otra cosa que quiero plantear es la necesidad de desarrollar la parte cultural, la parte deportiva, la parte popular, los mercados, etc. Hay muchas formas para llegarle al pueblo y poder trabajar con ellos”.


“Una pequeña crítica a las personas que decimos que somos de izquierda o que pensamos democráticamente, vemos que hablamos pero nos falta crecer para tener la ola de simpatizantes que en un momento determinado vamos a ser superior a todos cuando esa gente entienda la problemática y el sentido de la lucha revolucionaria”.


“Otra cosa muy elemental: Los compañeros que tienen contacto con los líderes sindicales. Miren ustedes el comportamiento de los profesores. La idea no es ofender. Ellos tienen el conocimiento, son fundamentales en el proceso formativo, tanto de estudiantes como de padres de familia. Ahora, todo el mundo estamos cansados. En el área médica no es la excepción. Usted va a reunir a los médicos para analizar la problemática y resulta imposible. El cuento es que nadie tiene tiempo. Todos estamos esclavizados buscando el sustento diario. Somos esclavos del billete”.





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