jueves, 31 de mayo de 2018

Diálogo de Criticón con Cándido

Por Nelson Lombana Silva

La tarde muere. El sol se oculta entre arreboles. La comarca comienza a salir del letargo. Hace frío. Los habitantes van a los cafetines a degustar el tinto, entre comentarios, risas y chistes. A veces las discusiones se tornan agrias, sobre todo cuando se discute sin argumentos y con poca capacidad crítica y autocrítica de los asistentes. El tango de Gardel se esparce bullicioso. Algunos cambian el tinto por la pola.


Criticón llega puntual, acomodándose en la pequeña mesita de madera. Espera ansioso a su eterno contertulio. Mira a su alrededor con parsimonia. Es alto, delgado, cari puntudo, supera los 50 años. Sus manos huesudas las mueve nerviosa, mientras aprisiona entre sus dedos el cigarro y degusta el café cerrero. Su rostro pálido, cadavérico, de piel trigueña y marchita la expone al público sin remordimiento.

En realidad, la espera no es mucha. Por la puerta principal aparece la figura diminuta y acuerpada de Cándido. Va directo a la mesa y estrechando su mano encallada de Criticón pide la misma dosis: Tinto y cigarro. El tendero acosado por la artritis le cuesta trabajo ir de mesa en mesa, lo hace con mucha dificultad. Sin embargo, su semblante es de alegría y fortuna. Tiene paciencia y astucia para atender a los visitantes. De eso vive.

-         Criticón: No me diga que está cumpliendo años. ¿A qué se debe tanta elegancia?

-         Cándido: No sea pendejo. Es la misma mechita de siempre. Compa, ¿Cómo analiza los resultados electorales del 27 de mayo?

-         Criticón: ¡Históricos! Una nueva era electoral se abre para Colombia.

-         Cándido: ¿Qué tiene de histórico? Parece pendejo…

-         Criticón: Pendejo usted que no dimensiona la política, ni la entiende como arte de servir y como ciencia que encarna el poder.

-         Cándido: ¿Poder? Qué locura. Usted como siempre hablando sandeces, no sé por qué acudo a sus citas, teniendo tantas cosas importantes por hacer. La política no tiene valor.

-         Criticón: Eso dice, pero de dientes para afuera. Es el primero que va a las urnas. Allá, lo vi haciendo fila.

-         Cándido: Es un deber. Créame: En el fondo no quisiera votar por nadie. Todos son iguales. Pero, como dijo el general Benjamín Herrera: “!La patria por encima de los partidos!”. Por eso voto y decido.

-         Criticón: decide, ¿Qué? El pueblo no decide nada, decide la clase dominante. O ¿no?

-         Cándido: Yo sí creo que nosotros decidimos, lo que pasa es que somos desagradecidos e ignorantes. Somos más brutos. Nos merecemos estos gobernantes…

-         Criticón: Vamos al grano: En Colombia el pueblo vota pero no elige. Es más: No hay transparencia en los resultados, son falsos. “El que escruta elige”, dijo el padre Camilo Torres Restrepo. ¿No es cierto? Mire usted cómo viene saliendo a flote el fraude de las elecciones del 27 de mayo. Como siempre viene saliendo a cuentagotas…

-         Cándido: Es cierto. Dentro de poco saldrá a flote en su totalidad. Pero, sabe ¿Qué será lo más decepcionante?

-         Criticón: Dime…

-         Cándido: Que ocurrirá lo mismo que en 1970, cuando Misael Pastrana Borrero le robó las elecciones al general Gustavo Rojas Pinilla. Nadie dijo nada. Todo pasó de agache. No pasó nada. Predominó la impunidad.

-         Criticón: Me dicen que soy criticón porque todo lo coloco en duda. ¿Cómo no dudar de un sistema económico cuyos jefes son mafiosos, mentirosos, traidores, corruptos y pendencieros?

-         Cándido: A mí me dicen que soy cándido, creen que por mi cara y cuerpo soy ingenuo, pero no es así. No tuve mucho estudio, pero me considero con capacidad de razonamiento y sobre todo, análisis crítico y autocrítico. Uno tiene que ser verraco para reconocer sus fallas, sus limitaciones y sus errores. Es más: Reconocer que hay personas con capacidades por encima y por debajo de uno. Petro e Iván Duque, son dos líderes totalmente diferentes: El primero defiende los intereses del pueblo, de nosotros y el segundo, los intereses de los ricos, de los poderosos.

-         Criticón:
Es cierto. Sin embargo, me pregunto: ¿Por qué la gente pobre votó por él? ¿Por qué la gente humilde apoya tanto a Uribe sabiendo que es criminal, paramilitar y narcotraficante? ¿Por qué lo ama tanto?

-         Cándido: El pueblo no ama a Uribe, tampoco a Iván Duque. El pueblo vota por un lado alienado y por el otro lado, atemorizado. El miedo y el pánico son los movilizadores. Súmele: El analfabetismo político, el ahistoricismo del pueblo, el apoyo mediático, las religiones y el pensum académico. Al miedo no le han hecho pantalones, dice el dicho popular.

-         Criticón: Vaya…Vaya… Creo que le ha dado en el blanco. Hagamos historia: Durante la Unión Soviética el demonio era el comunismo. Estados Unidos ordenaba orar para que este sistema no entrara a América, porque entre otras cosas, hubo primero anticomunismo que comunismo en el continente. Al triunfar los barbudos de la Sierra Maestra en Cuba con Fidel Castro, Raúl Castro y Ernesto Che Guevara, entre otros, los curas fueron desplegados a hacer esta campaña anticomunista afirmando entre otras cosas que Fidel era el anticristo.

-         Cándido: Sí, recuerdo la emisora de los curas: Radio Sutatenza rezando el rosario todos los días para que el comunismo no se regara por el continente. Se decía – recuerdo – que Fidel mataba los curas, los castraba, violaba las monjas, quitaba la patria potestad a los padres, mataba a los ancianos y lisiados.

-         Criticón: Eso era una campaña siniestra. Pero, mire hoy lo que estamos viviendo. Después del atentado a las torres gemelas en Estados Unidos, que todo parece fue un auto atentado, se acuña el término: Terrorista. Este se difunde al extremo que terminamos todos repitiendo el término maquinalmente. Por supuesto que se desnaturaliza el significado rápidamente. Entonces, si usted critica al gobierno es terrorista, si se sindicaliza es terrorista, si dice tengo hambre es terrorista, si se vincula al partido comunista, es terrorista. Es decir, según Estados Unidos, todos son terroristas potenciales, menos los verdaderos terroristas.

-         Cándido: Ese embeleco comienza a ceder. El pueblo comienza a despertar. Ahora, el mayor terrorista colombiano, Álvaro Uribe Vélez, con su mente retorcida y su corazón podrido de tantos crímenes que carga sobre sus hombros, se ha inventado el cuento de “castrochavismo”. Este sonsonete repetido mil veces se ha convertido en “verdad” en el pueblo analfabeta quien ha terminado repitiendo el mismo cuento sin poderlo explicar.

-         Criticón: Como el uribismo-duquismo, no tiene nada para ofrecer y menos para dar, ha utilizado el proceso revolucionario que se viene dando en Venezuela como caballito de batalla. Tergiversando todo de la manera más ruin, presenta a las víctimas como victimarios y a los victimarios como víctimas.

-         Cándido: Ahora sí entiendo por qué el pueblo desinformado no toma conciencia de su problemática social, política y económica. Mantiene más pendiente de la problemática interna del hermano pueblo, pueblo heroico que construye su destino de la mano primero del carismático líder Hugo Chávez Frías y ahora Nicolás Maduro Moros.

-         Criticón: Eso lo alimenta los medios de comunicación. La guerra de cuarta generación, la guerra mediática. Efectos muchos: Muere un niño en Venezuela y en Colombia es noticia nacional, escandalosa información; mueren cinco mil niños anualmente en Colombia de inanición, es decir, de física hambre y no es noticia. No pasa nada.

-         Cándido: Los criminales venezolanos, los verdaderos forajidos como Pedro Carmona, Leopoldo López, Ledesma, entre otros, son considerados “héroes”, “defensores de derechos humanos”, “perseguidos políticos”, cuando en realidad son ratas puestas al servicio de los intereses imperialistas de los Estados Unidos.

-         Criticón: Llueven campañas costosas para desinformar, hablando pestilencia contra este hermoso y heroico proceso revolucionario, ridiculizando a los líderes del pensamiento bolivariano. Entonces, el pueblo adormecido no se da cuenta que Iván Duque no tiene nada bueno para el pueblo, porque está respaldo por la mafia, los Estados Unidos y personajes como los ex presidentes colombianos, a excepción creo que de Belisario Betancur y Ernesto Samper Pizano.

-         Cándido: Para la muestra un botón. Mire usted lo que dice una mujer bachiller que tiene que abandonar su región en busca de una oportunidad incierta en otra región desértica, carcomida por la corrupción. Le transcribo textualmente lo que dice en las redes sociales: “No quiero jamás vivir en un país con dictaduras, diciéndonos hasta qué debemos comer. Prefiero comer mierda, pero siendo libre, expresando libremente mi inconformidad y no pidiendo permiso a un Fidel o a un Maduro para salir del país, esos modelos están probados  y fracasaron. Tengo a varios venezolanos  con tragedias horribles por dictaduras como esas y la verdad prefiero cualquier cosa antes que una dictadura. He dicho!!!”

-         Criticón: Y lo dice una mujer que tuvo el privilegio de estudiar once y más años. ¿Qué podrá decir una criatura que no sabe leer ni escribir en pleno siglo XXI? ¿Qué puede decir una criatura atemorizada y embrutecida con la publicidad de J.J. Rondón y compañía las 24 horas del día? Claro que a la academia unos van por ir para aparentar y dominar a los demás y otros para aprender, ser más persona y desarrollar el humanismo, la solidaridad y el socialismo. Creo que esta niña fue a lo primero y sin serlo, se imagina que lo es. Se complace con admirar sus cadenas y obedecer ciegamente a sus amos.

-         Criticón: Es la cruda realidad. No sé qué piense de la postura de Sergio Fajardo. Un hombre que dice ser de izquierda. Pensaba que al reconocer los resultados, extraordinarios por cierto, iba a oficializar su respaldo a Gustavo Petro. Solidaridad de clase. Quedé atónito con su postura. Pienso sin rodeos que es una postura de derecha. Ese fulano es una engañifa. Asume una postura cantiflesca. Ambigua. En semejante momento histórico que vive Colombia, ¿Dizque asumir una postura de supuesta neutralidad? Qué horror.

-         Cándido: ¡jajajajaja!… Dime con quién andas y te diré quién eres, dice el refrán. Sergio Fajardo, dicen las malas lenguas e incluso la mía que el papá de este hábil antioqueño, es Raúl Fajardo Moreno, primo en segundo grado de Darío Moreno Restrepo, padre de Lina Moreno de Uribe. O sea, Lina y Sergio resultan ser primos lejanos. Ahora sí entiendo varias cosas: Por qué Sergio Fajardo nunca critica a Uribe Vélez, nunca lo confronta. Ahora, sí entiendo por qué su postura pusilánime, vacilante y ambigua al no asumir una postura clara y consecuente de respaldo a Gustavo Petro. Estoy casi seguro que si la segunda vuelta presidencial hubiera sido: Petro vs. Fajardo, el uribismo lo hubiera apoyado en bloque, a ojos cerrados.

-         Criticón: La postura que asume el Moir en cabeza de Jorge Enrique Robledo si no me asombra. Este personaje que posa de “izquierda”, es el niño mimado de los terratenientes, y empresarios. Ellos financian su campaña cada cuatro años. Esto no lo digo yo, prácticamente es vox populi. El paramilitarismo no les toca un pelo. Ahora sí entiendo por qué Robledo se especializó en el tema de los Tratados de Libre Comercio (TLCs), porque con esto, los directos afectados son precisamente, los terratenientes y los empresarios. Ellos son los que sufren directamente el impacto de este leonino tratado. Quizá, fue un milagro que este senador no hubiera dicho públicamente su admiración por el señor Iván Duque. Seguramente lo dirá en privado y en las urnas.

-         Cándido: Eso demuestra que todavía la izquierda patina en la dinámica de ser opción de poder. Pero, también indica que está a un paso de hacer historia y comenzar una nueva era. Eso encarna Petro en estos momentos: Una esperanza para millones y millones de hombres y mujeres desarrapados y desarrapadas como usted y yo. No es utópico su triunfo, aún con el fraude que se vio el 27 de mayo y el que seguramente se estará cocinando para el 17 de junio. Con todo eso, puedo decir con certeza que sí se puede, si pudo el pequeño David derrotar al gigante Goliat, ¿Por qué no podemos lograrlo nosotros que estamos tan cerca de la meta? Hay que multiplicarnos.

-         Criticón: Si hay algo en el pueblo es la esperanza, la sed de justicia, la paz y la convicción biológica de que sean los hijos los que entierren a sus padres y no los padres a los hijos como viene sucediendo en esta lacerada patria, donde el pueblo es superior a sus dirigentes, como decía Jorge Eliécer Gaitán. Se hace tarde es hora de partir para dejar de decir y pasar a hacer. Gracias.

-         Cándido
: Es más digno morir en pie que arrodillado. El pueblo vencerá, Petro llegará al solio de Bolívar y comenzará una nueva era, la era de la paz con justicia social. Es tarde y hace frío. Hasta pronto amigo…Caminito, tango hermoso, es la última página musical que esa noche departen estos amigos. El tendero bosteza, hace gestos, pero se siente feliz, porque las ventas han compensado su esfuerzo diario. Una compensación exigua, pero al fin y al cabo compensación.

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