El siniestro plan para asesinar a Gustavo Petro Urrego, candidato presidencial de la Colombia Humana, ha sido invisibilizado por el gobierno nacional y los medios masivos de comunicación.
Incluso, al parecer el fiscal general de la nación, Néstor Humberto Martínez, teniendo información de lo que se estaba planeando contra el candidato presidencial más opcionado incluso para ganar el primera vuelta las elecciones el próximo 27 de mayo, guardó pusilánime y sospechoso silencio.
Tuvo que ocurrir la detención del “gusano” cubano, Raúl Gutiérrez, para que la noticia se conociera sobre el magnicidio contra el líder popular Petro Urrego, Timoleón Jiménez y el atentado contra la embajada cubana, según confesión del citado personaje de marras.
¿Quién estaba detrás de estos hechos violentos? Blanco es gallina lo pone y frito se come. Adivine. El renegado cubano señala que fue contratado por la ultraderecha colombiana, que el crimen tenía que suceder por estos días, como quien dice, durante la campaña electoral en su recta final.
Aunque parezca una terrible coincidencia, el narcoparamilitar número 82, Álvaro Uribe Vélez, y su caja de resonancia, Iván Duque, estuvieron en Miami hablando con la escoria cubana, según fuentes noticiosas. Sobre este extraño encuentro hay un comunicado de prensa. ¿Será cierto? ¿Será veraz el contenido de este comunicado?
Otro aspecto que no se puede pasar de soslayo, es la pantomima que en carrera montan el payaso Iván Duque y Germán Vargas Lleras, con el peregrino cuento que una presunta llamada habría alertado sobre posible atentado contra ellos. Como diría las abuelas: “El pecado es cobarde”.
Un elemento más: La postura de los medios de comunicación. Ante la pantomima seguramente de Duque y Vargas Lleras, la noticia fue dada con singular sensacionalismo, utilizando los principales titulares y primeros planos. Mientras que la noticia real sobre Gustavo Petro, fue presentada entre líneas y efímera.
Tampoco puede pasarse por alto la postura del gobierno nacional. Su reacción fue pusilánime, dando la impresión que le tiene miedo a la ultraderecha que saca a flote todo su potencial criminal para ganar la presidencia de la república a la fuerza bruta. ¿Cómplice? Todo es posible en Colombia, país carcomido por la intriga y la corrupción por obra y gracia de la clase dominante.
De igual manera, hay subrayar la poca solidaridad del estado y de los mismos candidatos en contienda. Mientras Gustavo Petro, llamó públicamente a respetar al narcotraficante número 82, éste no se atreve a proferir una sola palabra de solidaridad, por el contrario, arremete contra el candidato presidencial de la Colombia Humana.
La derecha se siente acorralada. Parece fiera enjaulada. No admite que el pueblo ha despertado y quiere sacudirse de 200 años y más de opresión y represión. En los días venideros todo puede pasar. Razón por la cual hay que estar alerta y organizar pequeños planes en el marco de la disciplina revolucionaria. No se puede dormir en los laureles. La patria exige un sacrificio más. Hay que hacer causa común para erradicar la violencia. Los acuerdos de la Habana deben brillar sin mancha en el amplio firmamento de Colombia. Paz sí, guerra no.
Rodear hasta más no poder al futuro presidente Gustavo Petro Urrego, defender el triunfo el 27 de mayo y estar dispuesto a la movilización y a la resistencia civil. La historia no se puede repetir.
Raúl Gutiérrez en la W Con Vicky - Vine a atentar contra Gustavo Petro por Orden de la Ultraderecha
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