Mientras el presidente de la república, Juan Manuel Santos Calderón, suscribe acuerdos de erradicación del paramilitarismo en la mesa de la Habana (Cuba), éste sigue amenazando a diestra y siniestra en distintas regiones del país. Se mueve como pez en el agua, no solo amenazando sino también asesinando y desplazando.
Según algunos portales, denuncian que organizaciones defensoras de derechos humanos y ambientales que pertenecen a la red de comités ambientales del Tolima, el colectivo socio – ambiental juvenil de Cajamarca (Tolima) (COSAJUCA), recibió una amenaza más el pasado 8 de julio. Mediante panfleto se indica en forma amenazante: “Los niños juiciosos se acuestan temprano, los demás los acostamos nosotros”.
Esta nueva amenaza contra los jóvenes de derechos humanos y ambientalistas del municipio de Cajamarca (Tolima), que vienen luchando contra la transnacional Anglo Gold Ashanti, es una más de una larga lista de amenazas y asesinatos en los últimos años en esta región, sin que las autoridades hayan tomado cartas en el asunto.
Hace un mes, para no ir muy lejos, todos los ambientalistas tolimenses fueron amenazados por las águilas negras, un día después de la gigantesca movilización de la octava marcha carnaval realizado en Ibagué.
Durante el año de 2015, llegaron tres amenazas. Adicionalmente, durante 2013 – 2014, fueron asesinados estos líderes ambientalistas: Daniel Sánchez, Camilo Pinto, Cesar García y José Ramírez, crímenes que reposan en la impunidad y prácticamente en el olvido.
Ante estos hechos aberrantes, el Partido Comunista rechaza y condena estas amenazas y asesinatos, llama a las autoridades a asumir su responsabilidad de perseguir el paramilitarismo. De igual manera, convoca al pueblo tolimense a cerrar filas en defensa de la paz con justicia social y los diálogos que se adelantan en la Habana (Cuba). Hay que ganarle la partida a los violentos, la vida debe primar sobre la muerte. Eso implica romper con la indiferencia y la inmovilidad.
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