La protesta de los transportadores hay que apoyarla y una forma de hacerlo es rechazando los anuncios violentos del presidente Juan Manuel Santos Calderón.
Crecimiento del criminal Esmad, aumento de la militarización de las carreteras, multas, cárcel, no son iniciativas de un gobernante medianamente democrático, son posturas de un rabioso derechista con visos fascistoide.
Hoy lo anuncia contra los transportadores, mañana podría ser contra los docentes, los médicos, los trabajadores de los bancos, los campesinos, los indígenas, etc. Es grave la postura de Santos por lo tanto, hay que rechazar estas iniciativas y proponer una solución dialogada.
Complaciente el gobierno nacional con los pulpos concesionarios de las carreteras no ha tenido inconvenientes en facilitar las instalaciones de peajes a granel y costosos.
Además, el combustible, la gasolina – por ejemplo – es una de las más costosas a nivel continental. Y como si esto fuera poco, los salarios de los conductores, son salarios de hambre.
Muchos no tienen seguridad social, tampoco la esperanza aunque sea remota de alcanzar una pensión. Jornadas extenuantes. Inseguridad galopante.
Toda la presión neoliberal capitalista apunta a obedecer la lógica diseñada por el banco mundial y la OCDE. Todas las facilidades al gran capital y todas las trabas al pequeño y mediano transportador.
¿Por qué no reducir el valor de los peajes, bajar el precio de los combustibles, meterle diente fino a la corrupción de la chatarrización, salarios dignos, seguridad social, salud y educación para los conductores y sus familias? Ellos son seres humanos y necesitan un estímulo para ellos y sus familias.
Desde esa perspectiva, no podemos cruzarnos de brazos, hay que conocer el tema y asumir una postura de solidaridad y formación política. ¿Así va el señor Santos a asumir las responsabilidades provenientes de los acuerdos de la Habana?
Los comunistas ibaguereños saludamos la protesta y expresamos nuestra solidaridad. La unión hace la fuerza. La movilización es el camino. Hay que darle a esta protesta contenido político y avanzar hacia la democratización del país, creer y querer lo nuestro, para que los recursos naturales de Colombia no sigan saliendo a través de estas carreteras.
Rechazamos la criminalidad del Esmad, la cruda militarización y los anuncios fascistoide del presidente Juan Manuel Santos Calderón.
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