lunes, 4 de julio de 2016

“En Colombia no hay Democracia, no hay Libertad de Prensa”

Por Tania Brigith


De paso por la ciudad de Cali, Valle, hemos entrevistado al periodista Nelson Lombana Silva, corresponsal del semanario VOZ La verdad del pueblo y la página web: www.pacocol.org, el periodista nos habla cosas importantes y polémicas, dice que en Colombia no hay democracia ni libertad de prensa y señala que con el proceso de paz el gobierno le debe garantizar a la guerrilla espacios equitativos en los medios masivos y adicionalmente, crear sus propios medios alternativos. La entrevista se realizó el 28 de junio, en horas de la tarde:



-         Señor periodista, ¿Me permite una entrevista precisamente sobre periodismo?


Bueno, con mucho gusto, estamos a su disposición para contestar preguntas relacionadas con esta bella profesión según la califica el escritor colombiano premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez.

 
-         Una primera pregunta tiene que ver con el gusto por la profesión. ¿Le gusta el periodismo?


Efectivamente, es una profesión que llevo en mis venas, prácticamente, desde antes de nacer. Mantener en comunicación, intercambiar opiniones, sentir el calor del ser humano a partir de esta bella profesión es lo más delicioso. Además, de que es una inmensa responsabilidad y eso nos ha permitido precisamente afirmar que, digamos, tiene relación con nuestra forma de ser, en el sentido de querer ser responsable de nuestros actos y sobre todo, más que competir, compartir con una sociedad que necesita estar en comunión, en la búsqueda de la construcción de una sociedad distinta, y pensamos que a través del periodismo podemos contribuir a esa lucha por la construcción de esa sociedad humanizada. 


-         Importante respuesta. ¿Cuánto tiempo lleva desarrollando el periodismo en Colombia?


Bueno, desde que aprendí a leer y a escribir comencé a ejercer el periodismo. Yo escribía algunas pequeñas notas en la cartelera del salón de clase, sobre distintos temas. Ya cuando pasé al colegio, hacía noticas los lunes y las llevaba sobre distintos temas, como por ejemplo, la problemática del salón, las peleas e indiferencias entre los compañeros de clase, las dificultades con los maestros.


Incluso, pequeñas notas de amor desesperado, como diría Pablo Neruda, las fijaba con alguna frecuencia en la cartelera del colegio, generalmente por la timidez en unas veces y en otras por halagar a la chica.


El profesor de literatura nos decía que alimentáramos la cartelera. Eso lo aprovechaba para fijar mis notas, pues no me parecía importante solamente llevar recortes de prensa.


Más tarde, hicimos el esfuerzo y montamos un pequeño periódico colegial. Luego, la carrera profesional, que son diez semestres, pero que hice once por un error de cálculo, de comunicación social con énfasis en comunicación comunitaria, saliendo con entusiasmo a desarrollar esta actividad y con la idea de crear medios propios alternativos de comunicación.


Inicialmente, fundamos una revista que nos permitió presentarla como tesis para obtener el título, posteriormente, trabajamos en medios masivos, tanto escritos como hablados y de televisión. Sin ganar mucho dinero, hemos venido ejerciendo el periodismo como tal. Actualmente, somos corresponsal a honoris causa del semanario VOZ La verdad del pueblo, pero también trabajamos en la página web: www.pacocol.org.


A través de este ejercicio permanente, hemos tenido la oportunidad de trabajar en esta bella profesión que da más satisfacciones que dinero, entrevistando líderes comunitarios, dirigentes de izquierda, revolucionarios, personalidades también de la vida política, de la vida social, de la vida cultural, de la vida artística. Es decir, hemos desarrollado de distintas maneras esta bella profesión, que como le decía inicialmente, es la profesión más bella del mundo, según Gabriel García Márquez.


-         Destacable que desde joven se inclinara por esta responsabilidad que encarna el periodismo. ¿Siempre fue su anhelo ser periodista?


Sí, había realmente dos carreras que me llamaban poderosamente la atención: Una era el periodismo y la otra era el Derecho, ser abogado. Esas son digamos, como las dos carreras que me llamaban poderosamente la atención.


Las dos tienen para mí una connotación social, porque la comunicación era como para darle voz a los que no tienen voz; a esa inmensa muchedumbre que hoy quiere expresar muchas cosas, pero que los medios masivos de la oligarquía no permiten ese espacio.


Entonces, yo soñaba con crear algunos medios alternativos para que ese pueblo se expresara tal y como es. Y, en el caso del derecho, pues lógicamente para tratar de implantar justicia, pues nosotros vemos a diario cómo por ejemplo hay en las cárceles tantas personas detenidas injustamente, tantas bellaquerías que el régimen hace contra el pueblo, no les da la posibilidad de educarse, ni de tener salud, ni educación.


Entonces, yo decía: Hombre, si yo soy abogado, yo voy a estar defendiendo a esa persona, no tanto pensando en cuánto me va a pagar esa persona, sino en qué puedo contribuir para que realmente se haga justicia en Colombia.


Ese eran los anhelos. Desafortunadamente, por la situación económica no ha sido posible estudiar las dos carreras. Y cuando me tocó definir cuál de las dos, pues definitivamente, no dudé en estudiar el periodismo y la idea es que lo sigo estudiando, porque en el periodismo como en cualquier rama del conocimiento, todos los días se está aprendiendo cosas nuevas, hechos nuevos y por supuesto, que en el caso de esta bella actividad, no es la excepción.


-         Dice que ha pensado sus profesiones pensando en el pueblo, ahora que trabaja en el periodismo alternativo, ¿ha tenido inconvenientes, amenazas y demás?


Sí, efectivamente, empezando porque en Colombia no hay democracia. Es decir, no hay libertad de prensa. Eso es bueno tenerlo bien claro. Y, por supuesto, a raíz de eso, entonces nos ha ocasionado una serie de amenazas contra nuestra integridad física y contra los periodistas que ejercen sobre todo el periodismo alternativo en Colombia. Personalmente, he sido amenazado de muerte en tres oportunidades hasta ahora. Me han llegado  textos vía internet, llamadas telefónicas, me han dejado balas de galil en mi oficina utilizada como sala de redacción cuando publicaba la revista, en fin, he tenido grandes discusiones con comandantes de Policía, sobre todo cuando éramos director de una revista bimestral y que duró una década y a través de ella exponíamos la problemática de la región y de la comunidad.


Fuimos amenazados por policías directamente, algunos nos decían que en cualquier momento amaneceríamos con la boca llena de moscas. Así sucesivamente. Esa ha sido una constante a lo largo y ancho del ejercicio periodístico y político de izquierda, pero uno, lógicamente siente miedo porque uno es un ser humano, pero tiene una profunda convicción y es que está haciendo un trabajo honesto, un trabajo de servicio a la comunidad.


En cierta oportunidad – por ejemplo – un ex representante a la cámara de extracción conservadora dijo que lo estábamos calumniando y nos amenazó hasta con la fiscalía inicialmente. Pero ésta no prosperó, afortunadamente.


Lo cierto es que estamos nosotros constantemente expuestos a las amenazas y presiones indebidas del régimen capitalista y sus defensores. Incluso, a la misma estigmatización entre los mismos colegas, que siendo pobres, piensan como ricos y no dudan en defender la clase social a la cual no pertenecen. Aman sus cadenas.


En cierta oportunidad fue a la ciudad de Ibagué un periodista presentador de RCN TV a dar un conversatorio y los organizadores no nos querían dejar entrar dizque porque éramos corresponsal de VOZ La verdad del pueblo. Nos tocó ingeniárnosla para participar del encuentro.


Intervine y denuncié el mal que los medios masivos le están haciendo a la verdad y en general al pueblo colombiano. Dijimos que los medios masivos no estaban en función del pueblo sino de la clase dominante. Propusimos la necesidad de democratizar los medios masivos, presentando siempre las dos caras que tiene cada noticia.


Los medios masivos deben estar al servicio del estudiante, de los campesinos, de los indígenas, de los intelectuales, de los obreros, de todos y todas, sin privilegios de ninguna naturaleza. Se le debería abrir espacio en condición de igualdad a la izquierda colombiana. Incluso, a los movimientos insurgentes, porque ellos no son terroristas son luchadores sociales y políticos que luchan por los cambios estructurales que necesita el país. Ellos tienen muchas cosas que decirle al pueblo colombiano.


Hemos tenido muchos sustos, pero bueno, estamos con vida y seguimos persistiendo en esa noble tarea de informar la verdad y nada más que la verdad. Tenemos clara la misión. Nos fortalecemos en el marxismo – leninismo y queremos seguir desarrollando esta actividad.


-         Claro e importante su temple para seguir adelante. Ahora que se adelanta los diálogos de la Habana, ¿Cree usted que los medios alternativos van a tener espacio y sus periodistas ya no serán más amenazados de muerte?


A mí me parece que en este nuevo momento histórico y revolucionario, trascendental en donde el movimiento insurgente experimenta una profunda transformación revolucionaria, asume un nuevo desafío, como es la de seguir su plan estratégico que no es otro que la toma del poder a través de la lucha revolucionaria y la construcción del socialismo, pues lógicamente se abre unas nuevas posibilidades también en el periodismo alternativo.


Me parece que el movimiento insurgente en primer lugar debe pelear decididamente el espacio en los medios masivos de comunicación: Caracol, RCN, El Tiempo, El Espectador, deben necesariamente abrirles el espacio al pensamiento del movimiento insurgente, porque esto iría a permitir que el pueblo colombiano entienda y sepa realmente desde la versión directa del protagonista, cuál ha sido su lucha y por qué hace 52 años, el movimiento insurgente se vio precisado a tomar las armas en Colombia.


Pero, al lado de ese espacio, que no lo van a mendigar sino a exigir, debe preocuparse el movimiento insurgente por construir sus propios medios alternativos de comunicación, fortalecer los que tiene y crear nuevos con el apoyo del Estado, para que la guerrilla pueda expresar libremente su pensamiento ahora sin las armas. Es necesario conocer la otra versión, la que ha permanecido oculta porque este régimen antidemocrático lo ha impedido deliberadamente. Medios alternativos radiales, televisivos e impresos, la internet, etc.


La disputa ideológica y política será fuerte y se deben garantizar los espacios periodísticos, en eso el gobierno nacional se debe comprometer sin ambigüedades de ninguna naturaleza. El pueblo colombiano tiene el derecho de saber exactamente cuál es el pensamiento de la guerrilla colombiana, ahora que avanza el proceso de paz con justicia social en Colombia.


Esto es importante si se tiene claro que la lucha continúa, el movimiento guerrillero no ha claudicado, ni se ha desmovilizado como suele decir el gobierno nacional a través de sus medios. Por el contrario. Se ha transformado dialécticamente para asumir el momento histórico y continuar con el plan estratégico, seguramente más unido que nunca.


-         Listo periodista, me parece sus puntos de vista muy importantes; muchas gracias por habernos compartido una partecita de su vida periodística y de su vida política. Importante la prensa alternativa, su papel como usted lo ha planteado en esta entrevista. Muchas gracias por la entrevista.


Muchas gracias a usted por permitirme llegar a todos sus oyentes de su medio alternativo de comunicación. Muchas gracias.



 

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