viernes, 25 de diciembre de 2015

Jaramillo, Alcalde: Esperanza para mirar con lupa

  



Por Nelson Lombana Silva


Dentro de pocos días comenzará el “reinado” del médico Guillermo Alfonso Jaramillo Martínez, como alcalde de la ciudad musical de Colombia, Ibagué. Hay grandes expectativas entre quienes con su voto lo ungimos para esta posición contra todo pronóstico. E incluso, los ibaguereños, en general. Son 600 mil habitantes que tímidamente añoran un cambio en beneficio de sus intereses de clase. “Amanecerá y veremos”, dijo el ciego.



Su discurso de lucha frontal contra la corrupción pegó. Además, las propuestas fueron bastante halagadoras. Entre otras: Todos los puestos de salud en el sector rural tendrán médico, enfermera y dotación suficiente; se construirá en la ciudad dos mega clínicas: Una para atender los partos y la otra a los ancianos; construcción de megacolegios con alimentación de primera clase.


Acogió con beneplácito las 19 propuestas que la Unión Patriótica le propuso: Rechazo a la megaminería a cielo abierto, apoyo al proceso de paz que se desarrolla en la Habana (Cuba), mínimo vital de agua gratis para los estratos 1, 2 y 3, democratización del transporte protegiendo a los pequeños y medianos transportadores; defensa de la red pública hospitalaria, empezando por el Federico Lleras Acosta; defensa de la educación pública, empezando por la universidad del Tolima. Además, cultura, arte, transparencia y lucha frontal contra las mafias empotradas en las esferas del poder municipal.


Los partidos de izquierda y los movimientos lo apoyaron con decisión y esperanza, entendiendo que la administración no se podía convertir en un fin sino en un medio para desarrollar un verdadero movimiento democrático. Era sentar las bases del poder popular, la búsqueda de una sociedad humana, demasiado humana como diría Federico Nietzsche.


Todo porque Ibagué, se encuentra descuadernada, no tiene brújula y la peste de la corrupción al parecer galopa en todas direcciones. El desempleo aumenta a pesar de la continua maquillada de las estadísticas del gobierno nacional.


Al decir de algunos habitantes del barrio Jordán II etapa,  el menudeo del narcotráfico supera los $25 millones de pesos mensualmente. Los jíbaros de “cuello blanco” se mueven como pedro por su casa y las “ollas” pululan a ojos vistos de las autoridades policiales y de seguridad.


El polideportivo 14 de octubre de este barrio viene siendo convertido en cancha sintética hace ya varios años. Muchas campañas políticas han utilizado este caballito de batalla y el polideportivo viene deteriorándose progresivamente además, explotado no por la comunidad, sino por individuos.


La comunidad del municipio de Alvarado (Tolima), viene consumiendo agua contaminada por cuanto todas las alcantarillas de la parte norte de Ibagué, caen al río Alvarado. Quien lo creyera, pero Ibagué es una especie de estrella hidrográfica. Sin embargo, esas aguas están contaminadas y los habitantes sufren la falta del preciado líquido.


El médico Guillermo Alfonso Jaramillo Martínez se comprometió a liderar una verdadera metamorfosis de la ciudad musical de Colombia con honestidad, transparencia y espíritu democrático.


El dicho popular dice que del dicho al hecho hay mucho trecho, pero también dice el adagio popular que promesa es promesa. Se supone que si hace una promesa es porque se tiene claro la forma de respaldar esa promesa.


Hay que rodear esta administración y apoyarla en la forma como se respaldó: Con independencia y espíritu crítico para destacar los aciertos y criticar lo negativo. Para eso, lo más importante es hacer una comunidad crítica, analítica y activa. Mientras la comunidad persista en la quietud e indiferencia será muy complicado salir de este laberinto en que nos tiene sumergido la clase dominante. Hay que tener en cuenta que Jaramillo no es comunista. Tiene algunas posiciones democráticas y eso es importante. La esperanza que encarna el médico Jaramillo hay que mirarla con lupa.

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