domingo, 13 de diciembre de 2015

Exitoso pleno nacional del Partido Comunista colombiano

Por Nelson Lombana Silva

Durante los días 11, 12 y 13 diciembre se realizó pleno nacional del Partido Comunista Colombiano, en la ciudad de Bogotá, pleno ampliado que permitió la participación de importantes y destacados luchadores de distintas regiones del país.



Durante tres días, el pleno nacional hizo un estudio exhaustivo del momento histórico que atraviesa la humanidad en el marco del neoliberalismo y las perspectivas de lucha y resistencia que desarrollan los pueblos en distintas partes del planeta en la dinámica de construir la democracia, la soberanía nacional, el medio ambiente y la justicia social, creando así las condiciones subjetivas para avanzar hacia una sociedad sin clases, es decir, el Socialista. 


Resulta evidente la crisis del capitalismo. Cada vez es más incapaz de resolver las necesidades de la humanidad teniendo que acudir a la violencia y generando efectos negativos como el desempleo, la miseria galopante y la brutal explotación del hombre por el hombre. Todo parece indicar que sería inminente una nueva recesión. Las economías imperialistas crecen con lentitud. Por ejemplo, Estados Unidos 2.5 por ciento; la Unión Europea, 1.5 por ciento; Japón 1.3 por ciento. Los países capitalistas emergentes (Brics) han contraído ostensiblemente el Producto Interno Bruto (Pib), producto de la caída de los precios del petróleo y la demanda de otras materias primas, explicado por una demanda menor de China.


Producto de esa crisis los Estados Unidos y la Unión Europea, aceitan el aparato militar representado principalmente en la Organización del Atlántico Norte (Otan), con el objeto de una mejor posición geopolítica en aras de nutrir sus arcas imperialistas. La ofensiva no es solamente militar, es política, económica, ideológica y cultural. Eso explica la arremetida contra los pueblos del lejano oriente y la contrarrevolución que se viene incubando en procesos latinoamericanos y que se coloca en evidencia con la ganada de Mauricio Macri en Argentina o la pérdida de la Asamblea Nacional en la hermana república bolivariana de Venezuela. Incluso, la misma situación que hoy vive la presidenta del gigante del sur, Brasil.


La situación internacional, en consecuencia, es compleja, las grietas del capitalismo transnacionalizado generan verdaderos desafíos expresándose nubarrones oscuros de guerra, en momentos en que el planeta es un verdadero polvorín por la cantidad de armamentismo que manejan las principales potencias imperialistas.


Se hace necesario fortalecer la solidaridad con los procesos latinoamericanos, quienes soberanamente han decidido algunos salirse de la égida imperialista de los Estados Unidos, país que siempre ha considerado al continente americano como su patio trasero.    


Sobre los traspiés que sufrió Venezuela en las elecciones del pasado 6 de diciembre, bueno resulta traer a colación la caracterización que hace Atilio A. Borón: “La pertinaz guerra económica lanzada por el imperio así como su incesante campaña diplomática y mediática acabaron por erosionar la lealtad de las bases sociales del chavismo, agotada y también enfurecida por años de desabastecimiento planificado, alza incontenible de los precios y auge de la inseguridad ciudadana. Bajo estas condiciones, a las cuales sin duda hay que agregar los gruesos errores en la gestión macroeconómica del oficialismo y los estragos producidos por la corrupción, nuca combatía seriamente por el gobierno, era obvio que la elección del domingo pasado tenía que terminar como terminó”.


El pueblo patriota tiene un desafío ante la brutal arremetida imperialista en todas sus formas y manifestaciones. Los pueblos del mundo deben hacer causa común para abrazar la heroica resistencia del pueblo junto a su gobernante, corregir lo que haya que corregir y radicalizar el proceso revolucionario. El pueblo venezolano y su gobierno, estarán a la altura del momento histórico.


Proceso de paz perspectiva del postacuerdo en Colombia


El pleno nacional comunista hizo un profundo y dialéctico estudio del momento histórico que vive Colombia con el proceso de paz que se desarrolla en la Habana entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo (Farc – Ep) y el presidente Santos.


Es un hecho de singular valor para el pueblo y para los procesos unitarios que luchan por la construcción de una sociedad colombiana democrática, libre de la injerencia de los Estados Unidos y soberana con respeto al medio ambiente y la protección de los recursos naturales, especialmente el recurso hídrico.


Colocar fin a un conflicto social y armado que supera las seis décadas no es de poca monta y así lo debe entender el pueblo colombiano sin ninguna cortapisa, asumiendo una postura protagónica. No puede cruzarse de brazos. Debe participar activamente con la iniciativa y la movilización.


En ese sentido, el Pleno Nacional dimensiona la unidad como táctica y como estrategia. No hay otro camino posible, por eso el deber de esos procesos unitarios como la Unión Patriótica, la Marcha Patriótica, Congresos de los Pueblos, Polo Democrático Alternativo y otros, es desarrollarse, avanzar, construir, siempre en la dinámica dialéctica de la unidad. La unidad es el camino.


Colombia debe prepararse para un nuevo momento singular e histórico. Una nueva realidad posible que hoy brilla en el firmamento cubano donde se encuentra instalada la mesa nacional de diálogo. Se abre la posibilidad de una realidad novedosa, una dinámica distinta. Debemos asumir este nuevo momento con mucha amplitud, tolerancia, inteligencia y decisión. Igualmente, con mucha responsabilidad política, por cuanto la disputa central debe ser por el poder y el poder exige unidad, decisión y audacia.


Hay que comprender que el desarrollo de los diálogos avanza y prácticamente entra en una etapa de irreversibilidad. Sin embargo, todavía no se puede cantar victoria. Hay fuerzas poderosas de la derecha y de la extrema derecha que persisten en hacer fracasar el proceso para que Colombia siga transitando los caminos oscuros de la violencia. De esos hacen parte, entre otros: Los Estados Unidos con su postura ambivalente, Uribe, el Procurador Ordóñez y el mismo presidente Santos.


En términos generales, la burguesía no renuncia a una paz sin reformas, una especie de sometimiento o claudicación por parte del movimiento insurgente. Prueba de ello, está el plan nacional de desarrollo, el cual no coincide con lo acordado hasta ahora, por cuanto éste está más en función de fortalecer el militarismo, lo cual resulta contradictorio y supremamente preocupante.  


Es más: El gobierno no hace esfuerzos concretos por acabar con el paramilitarismo, tampoco la doctrina de la seguridad nacional, tampoco el interés de solicitar las salidas de las siete bases norteamericanas de nuestro territorio. Por el contrario. Se muestra partidario de hacer del ejército nacional, un ejército mercenario, solo para satisfacer el interés imperial de los Estados Unidos. Santos habla español y piensa en inglés.


El pleno nacional convocó el 22 congreso nacional del Partido Comunista para el mes de julio de 2016, congreso que estará cruzado por la movilización y otros eventos de singular valor en términos políticos y democráticos. Igualmente, por una discusión intensa de las tesis al calor de la lucha de masas.


El pleno estuvo presidido por: Jaime Caicedo Turriago, Secretario General; Giovanni Libreros, secretario nacional de organización; Carlos Arturo Lozano Guillén, director del semanario VOZ La verdad del pueblo; Imelda Daza, ex candidata a la gobernación del Cesar por la Unión Patriótica.   





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