martes, 21 de abril de 2015

Comenzó jornada de resistencia pacífica del movimiento nacional carcelario en Colombia

Compañera Flor Múnera, defensora de Derechos Humanos. Foto Nelosi
Por Nelson Lombana Silva

 La crisis carcelaria en Colombia es cada vez más compleja y preocupante. La violación de los Derechos Humanos de los detenidos va en aumento y el gobierno nacional guarda absoluto silencio y el ex presidente de la república Andrés Pastrana Arango, en vez de ayudar a encontrar una solución a sus conciudadanos, hipócritamente se pone al servicio de los Estados Unidos y la oligarquía venezolana para sabotear abiertamente el proceso revolucionario que se viene dando en la patria del libertador Simón Bolívar. Es la doble moral clásica de la oligarquía colombiana.



Los reclusos colombianos se han venido organizando y a partir de 2010 han constituido el “Movimiento Nacional Carcelario (Mnc)” buscando con ello un espacio de diálogo en la dirección de ayudar a la solución de la aguda y dramática situación que a diario se presenta en las cárceles colombianas.


Precisamente, del 20 al 24 de abril, se realiza diversas actividades en los distintos penales del país con el fin de llamar la atención no solo del gobierno nacional, sino también de la comunidad nacional e internacional. En pliego petitorio los presos demandan una mesa nacional diálogo, la solución de la problemática relacionada con la pésima prestación de la salud, la ley sobre rebajas de penas, proyecto que cursa en el congreso a paso de tortuga, lo mismo que el rechazo a la extradición y la exigencia a la repatriación inmediata de los conciudadanos enviados a otros países injustamente.


El movimiento de resistencia civil pacífica de los presos, comenzó este lunes con fuerza en las distintas penitenciarias del país con distintos eventos. En la cárcel  La Picota de Bogotá – por ejemplo – uno de los líderes dijo que la actividad de protesta pacífica había comenzado con la participación de todos los reclusos sin excepción, que al menos diez se habían cosido la boca y que se venían desarrollando jornadas de sensibilización entre los presos. Además, socialización de los puntos que conforman el pliego petitorio.


El detenido – vía celular – señaló la importancia de la solidaridad de la población colombiana y la comunidad internacional en el sentido de apoyar la solicitud que los presos de Colombia organizados en el Movimiento Nacional Carcelario vienen solicitando. “Aspiramos – dijo – que el gobierno nacional no haga oídos sordos a esta solicitud que tiene que ver directamente con el respeto a los Derechos Humanos”.


Del tema, consultamos a la defensora de Derechos Humanos y los Presos Políticos, la compañera Flor Múnera, quien hace un detallado análisis del movimiento, la problemática de los internos y la necesidad de la solidaridad de todos y todas en Colombia. Flor Múnera llama a participar del plantón ante el ministerio de Justicia en Bogotá, carrera 9ª calle 12, este jueves 23 de abril a partir de las diez de la mañana.


La entrevista concedida a la página web: www.pacocol.org es la siguiente:  


-         Durante esta semana los reclusos en Colombia realizan jornadas de protesta. ¿En qué consiste la actividad y por qué?


Hace diez años, los presos en Colombia se han venido organizando alrededor de un movimiento que se llama: “Movimiento Nacional Carcelario (Mnc)”, que incluye a toda la población carcelaria. Es decir, no es exclusivamente de los Presos Políticos, son todos los que vienen sufriendo de una u otra forma la represión del régimen en las cárceles del país.


Ellos han venido generando varias cosas en este tiempo. El año pasado hicieron dos jornadas, una en agosto y la otra en octubre, donde tuvieron también trabajando varias propuestas. Esas propuestas hoy se cristalizan en un pliego petitorio, iniciativa que viene acompañada de una serie de actividades durante la presente semana, del 20 al 24 de abril.


Esta jornada se preparó desde el año pasado a partir de las dos jornadas enumeradas; desde el mes de enero se comenzó a rotar una carta dirigida al presidente de la conferencia episcopal, monseñor Luis Augusto Castro con el respaldo de 2970 firmas, la cual fue entregada la semana pasada, además, con la solicitud de una cita con el fin de que la Iglesia ayude a resolver la situación crítica por la cual están atravesando los detenidos en las diferentes cárceles del país.


La situación es extremadamente crítica de los presos en Colombia, especialmente en dos direcciones: Una, tiene que ver con la oficina jurídica y la otra tiene relación con el tema de la salud; hay muchos muertos. En Cúcuta – por ejemplo – han muerto 20 personas por falta de atención médica oportuna y eficaz. También en la penitenciaria de Picaleña en Ibagué (Tolima), han muerto también varias personas por falta de atención médica oportuna y eficaz.


En síntesis, creo que todas las cárceles han tenido el mismo problema. Los detenidos vienen proponiendo que el gobierno nacional a través del ministerio de Justicia los escuche, teniendo la posibilidad de tener una mesa de concertación con el gobierno, los presos quieren hacer parte de la solución de la aguda problemática carcelaria que hoy vive Colombia.


La iniciativa de los reclusos no es colocar en problemas al Inpec, ni a la guardia, es la iniciativa de ayudar a buscar propuestas de solución que mejoren las condiciones de los recluidos en los centros carcelarios y superar la crisis que ya es un verdadero cáncer.


Los presos han tenido diálogos con el Congreso de la República, especialmente con algunos senadores del Polo Democrático Alternativo, especialmente el senador Iván Cepeda Castro, quien a propósito este martes 21 de abril a partir de las 9 de la mañana tiene un debate de control político por la aplicación y cumplimiento de la ley 1709, que es una ley que salió el año pasado en enero de 2014, sobre desafinamiento, pero resulta que hasta ahora no ha sido posible.


Es posible que hayan salido siete mil o más presos, pero han entrado más de once mil, entonces cuál es el desafinamiento. Según el gobierno la idea es crear más cupos y crear más cárceles. Nosotros consideramos que eso no es posible, no es la solución. Es decir, hacer más cárceles no soluciona el problema de fondo, ni tampoco abriendo más cupos en los sitios que hoy existen. La solución es tener una política penitenciaria estable, no una política que vaya al vaivén de los hechos de cada día. Nos parece muy oportuno que los presos se hayan organizado en ese movimiento nacional carcelario y que hoy tengan esos puntos planteados para que el gobierno les dé garantías y los deje participar en la solución del problema carcelario.


-         ¿Cuáles son esos puntos centrales que hacen parte del pliego petitorio del Movimiento Nacional Carcelario (Mnc)?


Los puntos centrales son los siguientes: 1. La exigencia de la instalación de la mesa nacional de concertación en el marco de la representación en el movimiento nacional carcelario; 2. Tiene que ver con el proyecto que presentó el senador Corso hace dos años, proyecto que habla de rebajas de penas en general, proyecto de ley 082, rebaja de las penas en un 20 por ciento. Ese proyecto está en el escritorio, tiene ponencia para segundo debate pero está estancado; 3. Solución definitiva e inmediata de la salud. Nos preguntamos: ¿Será mejor pagar demandas administrativas para pagar la muerte de los presos, o será mejor tener una buena salud para los presos? Este es un punto central de la jornada pacífica que han iniciado los presos en Colombia hoy 20 de abril; 4. Solicitan la no extradición de colombianos y la repatriación de los que ya se han llevado para otros países. Creemos que Colombia con tantas leyes que tiene puede castigar a los culpables sin necesidad de llevarlos a otros países.


-         ¿Cuál es la realidad concreta de la penitenciaria de Picaleña de la ciudad de Ibagué (Tolima)?


Picaleña era una cárcel nacional. A partir de 2010, fue construido un nuevo establecimiento pegado a la cárcel nacional que se llama: “Establecimiento de reclusión del orden nacional”, con capacidad para 4 mil 200 personas. Ese era los cupos que se tenían.


Hoy, la superpoblación tiene más de 5.600 personas, está llegando a los 6 mil. Eso ha generado un problema grave de salud, grave en relación con el agua porque el agua no alcanza. Pero, lo más grave de todo es que el gobierno nacional ha autorizado construir otra cárcel con 2 mil cupos dicen unos, otros dicen con 500 cupos, la verdad es que ha cerrado la granja que era un espacio donde trabajaba la gente que ya estaba en preparatoria para la vida en libertad. Están abriendo los cimientos para construir esos cupos quitando una fuente de trabajo y de resocialización de los detenidos. El Ibal ha dicho que no tiene agua ni siquiera para las 4.800 personas que son los cupos, menos para 6 mil que hay ahora y si se van a crear más cupos, pues el problema de agua será mayor.


También se denuncia con insistencia la corrupción en esta cárcel, desde sanidad hasta el proceso de resocialización. Los presos dicen que tienen que pagar para tener un cupo para beneficios administrativos.


-         En apoyo a la jornada de protesta de los reclusos se viene organizando un plantón de solidaridad ante el ministerio de justicia el 23 de abril. ¿En qué consiste y cómo la gente se puede vincular a esta actividad?


En el marco de la jornada nacional que los presos están haciendo, hay familiares, amigos, organizaciones de Derechos Humanos, organizaciones sindicales que se han venido dando cuenta de la situación tan grave que tiene la población reclusa, hoy son ellos y mañana podrían ser otros, porque en este país lo más seguro que tenemos es la cárcel, hemos programado un plantón en solidaridad con los presos, las organizaciones de Derechos Humanos, para este jueves 23 de abril, a las 10 de la maña, frente al ministerio de Justicia, carrera 9ª con calle 12 en Bogotá, para agitar el pliego petitorio del movimiento nacional carcelario. Todos y todas están cordialmente invitados a participar activamente, de acuerdo al dicho que dice: “Hoy por mí, mañana por ti”.





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