Tiene más cara de seminarista que de presidente de la junta de acción comunal del barrio Jordán II etapa de la ciudad de Ibagué (Tolima). Su timidez aflora. No lo perturba el bullicio, la calumnia, la crítica mordaz, ni el desprecio de los que se presentan como sus contradictorios. Responde las acusaciones una a una sin perder la calma. No levanta la voz, levanta las manos para pedir diálogo, argumento y razonamientos sensatos. No habla de contrarios, por cuanto afirma categóricamente: “Todos somos miembros de una misma comunidad”, mejor prefiere hablar de interpretaciones diferentes, conceptos que hay que unificar para avanzar, por cuanto afirma sin rodeos: “Primero es la comunidad”.
Acepta que es humano, demasiado humano, como diría el filósofo Federico Nietzsche, por lo tanto, está abierto a las equivocaciones, asumiendo la crítica como herramienta fundamental para corregir y seguir la marcha. Claro, demanda una crítica constructiva, fundamentada y argumentada.
Ahora con motivo de las elecciones de la junta de acción comunal, donde hay dos listas claramente definidas, Jorge Martínez, sin ser marxista o comunista, lanza la consigna de la unidad de la comunidad, como la lanzó Carlos Marx en 1848 al lanzar el Manifiesto Comunista. Una plancha sería el mejor mensaje de unidad y la mejor posibilidad para que salgan los mejores líderes a orientar la comunidad del barrio el Jordán II etapa en los próximos cuatro años.
La propuesta causa escozor. Escepticismo en algunos, rabia en otros, hilaridad, pero también mucha esperanza en los que entendemos que la unidad es el único camino posible que existe para la comunidad ser poder algún día. No hay otro camino. La unidad nos hace grandes e invencibles, diría el libertador Simón Bolívar.
No se aferra al poder. Su gran obra está por hacerse realidad: La remodelación del polideportivo 14 de Octubre, el más importante después del Estadio, la unidad deportiva y las piscinas olímpicas en Ibagué. Sin embargo, su gran obra se demuestra claramente al lograr bajar el consumo de alucinógenos dentro del polideportivo en un 90 por ciento, facilitar el entrenamiento de niños pasando de 600 a 1.100, de 3 escuelas de fútbol a 5 y 3 más de ultimate, son un verdadero record muy difícil de superar. Pero no está contento con estos logros. Estudia el proyecto de involucrar a los adultos a la bella actividad deportiva. Jorge Martínez es un deportista empedernido. Ama el deporte.
Es sencillo y descomplicado, llama a los líderes del barrio a compartir sus conocimientos y no a competir. Señala: “Debemos mejorar el ambiente y la convivencia ciudadana”. Es un llamado emotivo y dramático que hay que asimilar para poder avanzar en el proceso de paz que se adelanta en la Habana (Cuba). La paz no se decreta, la paz se construye con cambios estructurales y sobre todo con la participación de la comunidad, una comunidad crítica, instruida en los valores éticos y en la sana participación y convivencia.
El primero de mayo, al calor de un delicioso sancocho en uno de los doce parques que tiene este barrio, la página web: www.pacocol.org reportó al joven presidente de la junta de acción comunal, Jorge Martínez. Esto nos dijo:
- ¿Qué lo anima a participar de la conmemoración del primero de mayo con la comunidad?
Creo que es uno de los días más importantes que tienen los trabajadores de Colombia. Pensamos hoy la reunión con sancocho, una parte de integración, pero más allá de la integración es intercambiar ideas, saber de las necesidades de la comunidad. Eso es lo que más nos aferra. A integrar cada vez más a la comunidad. Debemos mejorar el ambiente y la convivencia comunitaria.
Precisamente, ahora que estamos en estos avatares de elección de junta de acción comunal, queremos unificar criterios, ojalá tener una sola plancha para que haya una mejor integración y no incomprensiones que a nada lleva. He visto los sucesos que han pasado, lo que escucha además en los medios de comunicación, son serie de impugnaciones, bastantes anomalías que se han presentado y eso no nos lleva a nada bueno. Lo mejor es la unificación alrededor de ideas y criterios que le permita salir avante a la comunidad.
En el sector de la II etapa del barrio Jordán hay gente que quiere trabajar por la comunidad y eso es importante, el aspecto democrático que es algo voluntario, pero como solamente hay dos planchas queremos proponer la unificación alrededor de una sola, porque unidos hacemos más que divididos. A eso le quiero apostar. Vamos a proponer la reunión de las directivas de esas planchas postuladas, vamos a ser autocríticos a favor de la comunidad y que salgan los mejores.
- Usted tiene experiencia en manejar la acción comunal, ¿Es muy complejo?
Lo de la junta de acción comunal es una actividad compleja. Claro, hay barrios que son más unidos que otros, siempre ha de existir el que no piensa igual al equipo, siempre van a ver divisiones, pero si nosotros empezamos a cambiarle ese “chip” a la gente, cambiarle esa mentalidad para que entre a participar de la dirección de la comunidad, se consigue en la medida que empecemos a unir todas esas ideas positivas y propositivas alrededor de un interés común, pensamos que en esa medida la gran ganadora es la comunidad. No es fácil pero hay que persistir.
No queremos que la comunidad se enfrasque en discusiones meramente politiqueras, en discusiones grupales. Eso no queremos. Queremos que la comunidad se forme para que no sea idiota útil de los políticos de oficio que están a la caza con la idea de manipular politiqueramente a beneficio no de la comunidad sino de ellos mismos. Estos politiqueros han causado mucho daño a la comunidad. Han causado más daños que beneficios.
Si nosotros como comunidad comenzamos a ejercer nuestros derechos teniendo un mayor compromiso, donde no voy a hacer parte de la junta para buscar un cargo para mi hijo, mi sobrino, mis hijas, mis familiares, me lanzo para hacer acciones de comunidad, acción social.
Si empezamos a cambiarle ese “chip”, esas ideas malsanas, pienso que va a ver mayores posibilidades de progreso para nuestra comunidad, porque no va a ver interés personalista, sino interés de hacerle bien a la comunidad.
- ¿Por qué cree usted que en estas comunidades proliferan tanto el chisme, la incomunicación y en consecuencia la división?
Porque siempre estamos dado a lo siguiente: Un ejemplo, si el vecino consiguió carro o algún bien que le beneficie, de una vez surge la envidia. Y eso es lo que realmente ha dañado las relaciones comunitarias. Siempre predomina la envidia, la hipocresía y la especulación. ¿Qué falta? Culturizarnos. Diría que esto es algo fundamental. Eso nos impide aprovechar nuestras potencialidades y posibilidades. En toda comunidad existen líderes, hay profesionales, debemos apoyarnos en ellos para avanzar, para unirnos y progresar todos.
Pero, mientras exista la envidia, la ambición personalista de poder, los objetivos positivos en una comunidad se perderán. La acción comunal tiene unos objetivos claros, estos están bien fundamentados en la acción social y comunitaria. En eso es que nos debemos enfocar. Yo creo que si nos vamos a lanzar porque de pronto vamos a adquirir un compromiso político con alguien, estamos fallando. Desde ahí empezamos a fallar, porque no estamos haciendo una labor social y comunitaria, estamos buscando un beneficio particular y eso no es correcto.
- Usted es una persona pública. Hay quienes elogian su labor y quienes critican su gestión utilizando muchas veces gruesos epítetos. ¿Cómo maneja esos dos momentos?
Cuando empieza uno una labor de comunidad debe entender que está enfrentado a toda clase de críticas, unas encargadas de dañar la moral, otras positivas, sirven para usted forjarse como líder. El líder siempre está sometido a eso. Pero mientras usted esté haciendo bien las cosas, todo eso le da más empoderamiento, valora y siente más lo que usted está haciendo. Si usted está haciendo mal las cosas y viene una crítica constructiva, ella le va a servir para usted rectificar el camino y continuar su labor comunitaria. El líder es humano. Eso quiere decir que no todo lo que haga es bueno o todo sea malo. Ahí cobra valor la crítica, pero la crítica constructiva, argumentada y seria. Esa crítica vale enormemente.
Yo tengo un club deportivo – por ejemplo – unos podrán decir: “Ese hombre se está llenando de plata”. Otros por el contrario: “Qué labor tan importante en el desarrollo integral de la juventud”. Mire usted: Dos opiniones contrarias, dos opiniones que hay que dimensionar, valorar y subvalorar. Así, no se puede uno desmoralizar ni crecerse tampoco, seguir siendo persona y continuar con su labor en defensa de la juventud y del deporte.
Hay que saber recibir las críticas. Hay que reconocer que cometemos errores. En estas elecciones comunales – por ejemplo – hemos cometido errores, diría gravísimos errores, pero jamás de mala fe o de doble intención, simplemente hemos fallado. Tenemos el caso del listado electoral, deberíamos haberlo sistematizado y no lo hicimos. Debemos asumir la crítica porque es justa y no irnos lanza en ristre contra la persona que también de buena fe nos hizo la crítica. ¿Qué hay que hacer? Corregir el error y seguir adelante. Vamos a dar garantías a todos y listo. No somos seres perfectos, quien se considere está equivocado. Debe saber que uno está expuesto a la crítica y que a esa crítica hay que sacarle el mayor provecho, claro, siempre y cuando esa crítica sea constructiva.
- Actualmente usted es presidente de la junta comunal y presidente del club deportivo del barrio Jordán II etapa. Al parecer esa ha sido la piedrita en el zapato o la manzana de la discordia. ¿Usted no cree?
Yo diría que para el que no entiende sería la piedrita en el zapato o la manzana de la discordia, porque podría decir: “Él quiere tener un dominio de todo, quiere mover masas, quiere obtener beneficios personales”. ¿Qué es lo que pasa? El barrio Jordán II etapa tiene uno de los mejores escenarios, después del estadio, el parque deportivo y piscinas olímpicas. Este escenario ha sido el más popular y el más importante. ¿Eso qué le da? Le da la posibilidad de usted como líder abrirse más espacios para servirle a la comunidad.
Cuando miramos que tenemos un escenario importante, que podemos hacer más cosas, que podemos hacer una inversión social de formación en los niños, corregir muchos errores, como las anteriores juntas que solo se dedicaban solamente a administrar el escenario olvidándose de otras cosas. Con el club deportivo vimos que podíamos empezar a crear ambiente saludable por intermedio del deporte. Hace años empezamos un proceso con niños y con jóvenes. Ahora, vamos a empezar otros procesos con el adulto mayor, buscando unir la comunidad a través del deporte. El deporte es la salida a los diversos problemas que hay en la comunidad, problemas concretos como de seguridad, consumo de alucinógenos. Pensamos que el deporte es como la herramienta para discutir colectivamente estos problemas y buscarles entre todos solución.
Así las cosas, no estamos consiguiendo grandes sumas de dinero, pero sí estamos contribuyendo a la convivencia, a la seguridad y a la erradicación del consumo de alucinógenos de nuestros niños, niñas y jóvenes. Estamos contribuyendo a aclimatar la paz en el barrio. Pienso con suma claridad: “Primero la Comunidad”.
- Hagamos rápidamente un cuadro comparativo. Cuando usted asumió la presidencia, ¿Cuántos niños entrenaban en esta cancha en promedio?
Entrenaban cerca de unos 500 - 600 niños. Ahora podemos decir que duplicamos la cifra, estamos sobre 1.100 niños que se están beneficiando, no solamente en el fútbol, en otras disciplinas. Antes entrenaban solo unos tres clubes, ahora están entrenando cinco en clubes de fútbol, más unos tres de ultimate, se ha incrementado el número de clubes.
Antes la cancha era invadida literalmente de consumidores de alucinógenos. Nosotros empezamos una labor de concientizar a los jóvenes que necesitábamos un escenario libre de droga. No lo hemos conseguido el ciento por ciento, pero sí en un 90 por ciento. Hemos respetado el consumo por aquello de la dosis personal o el libro desarrollo de la personalidad. Realmente, no podemos irnos totalmente en contra de lo que pasa en nuestra comunidad, básicamente con nuestros jóvenes adictos. Hemos venido dialogando y concientizándolos que los escenarios deportivos no son para el consumo de alucinógenos. Si quieren hacer deporte, bienvenidos. Las puertas del polideportivo están abiertas, pero sí llegan al escenario a consumir debe ser un no rotundo. No hemos tomado acciones coercitivas o policiales, es el diálogo y la lucha de convencer. Al principio fue difícil. Fuimos amenazados de muerte. No entendían. Pero, finalmente los cambios se han producido y vamos mejorando. No bajamos la guardia. No nos dejamos intimidar. Persistimos en la labor de convencer a la juventud y lo venimos logrando. Impulsamos con más fuerza la actividad deportiva.
- ¿Se va a remodelar el polideportivo 14 de octubre?
Puedo decirlo con absoluta seguridad: En menos de dos meses comenzarán las obras y serán las más importantes sobre todo para la comunidad deportiva. A eso le estamos apuntando. Seguir avanzando. Hacer gimnasios, entrar a la modernidad porque esta comunidad se lo merece. Eso nos permitirá alejarnos aún más de los vicios de la drogadicción, de la inseguridad, la intolerancia y la violencia.
- ¿El polideportivo tendrá cancha sintética?
Sí. Es una realidad. Ha sido una lucha dura, complicada que quizás muy pocos lo saben pero hoy podemos decir con satisfacción que este sueño se hará realidad. ¿Qué ha pasado? Esto debería haber comenzado hace rato. Pero los tropiezos se dan y los estamos superando.
La administración municipal se está organizando. Es normal. Necesita un control, que haya transparencia en el manejo de los escenarios deportivos. Eso se demoró más de tres meses pero ya está la interventoría, que era lo que estaba faltando y todo indica que en un mes estaría comenzando. Ya el contratista está adjudicado. Lo más claro es que los dineros no los van a devolver, que era la mayor preocupación de la misma comunidad. Hay que decirle a la comunidad que esto es un hecho.
- ¿Cuánto vale la obra y qué es lo que se va a hacer exactamente?
Son 1.665 millones de pesos. Había una controversia y eso fue otra causa de la demora, porque no estaba contemplado un muro de contención que lo necesita el polideportivo sobre el costado norte, que es donde más transita la comunidad. La mayoría de estudiantes transitan por allí y no estaba contemplado en ese contrato. Se hizo la observación y ya se subsanó el imprevisto. Contratista y contratante se pusieron de acuerdo. Cerramiento total sobre la parte norte, embellecimiento por dentro y por fuera en cuanto a adecuación de pintura en graderías, se va a hacer adecuación de grama sintética sobre el terreno de juego que nos va a solucionar muchos inconvenientes que teníamos de salud allí y se va a reforzar y modernizar la parte sanitaria, es un problema que tiene la mayoría de los escenarios deportivos, ve usted una cancha de baloncesto bien organizadita dotada con sus tableros pero los deportistas no tienen donde cambiarse. Esas unidades se necesitaban y así lo entendimos, por eso se van a hacer, vamos a tener nuevos camerinos, vamos a tener un gimnasio para los deportistas y las personas que a diario salen a trotar allí.
- Finalmente, ¿Cómo fue posible conseguir este verdadero megaproyecto para esta comunidad y para Ibagué, en general?
Nace de una idea muy personal. Inicialmente gestionamos con la alcaldía, luego con la gobernación, pero no se pudo materializar la idea porque era muy costosa. No nos dimos por vencidos y buscamos auxilios a nivel nacional. Nos dimos cuenta que a través de Coldeportes se manejan recursos para el deporte y por allí comenzamos a tocar puertas. Un representante a la cámara por el Tolima lo intentó pero tampoco se pudo. Un senador tolimense nos dijo que nos colaboraba y se comprometió y cumplió. Eso es lo bueno. Creo que la persistencia se impuso en esta oportunidad.
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