jueves, 12 de mayo de 2016

Gigante de la decencia y la sencillez hecho campeón mundial de boxeo

Por Nelson Lombana Silva

Por primera vez en la historia deportiva del departamento de Tolima y la ciudad musical de Colombia, Ibagué, tenemos campeón mundial de boxeo, tanto de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), como el Consejo Mundial de Boxeo (CMB), en la categoría de pluma y súper pluma. Un gigante del deporte de las narices chatas, pero ante todo, un gigante de la decencia y la sencillez. “No vivo de la fama”, dice, “Vivo del cariño y afecto del pueblo que quiero que me acepte como soy”. Se trata de Oscar Eduardo Escandón Berrío, nacido el 10 de julio de 1984 en el barrio El Refugio de la ciudad de Ibagué (Tolima), del seno de una familia humilde, honesta y trabajadora, que lo levantó junto a sus demás hermanos, asando y vendiendo arepas.



Es un pasado lleno de toda clase de privatizaciones, como miles y miles de colombianos en un país descompuesto, corrupto, mafioso y exclusivista, que solo se inclina por la clase dominante sin importarle un higo el drama que a diario vive el pueblo humilde como el campeón Oscar Eduardo Escandón Berrío. Salió de la nada. Se hizo grande a puro pulso, pasando privaciones de toda índole. Ahora está en la cumbre, en lo más alto. Sin embargo, sigue siendo decente y sencillo, sigue siendo pueblo, no desconoce su barriada, comparte con ella y se siente realizado. Transita por su barrio como uno más, sin petulancia, ni la embriaguez de la fama y el reconocimiento mundial.


Ha recorrido países de Europa y América con la fe del carbonero, con sudor y lágrimas, escribiendo poco a poco su historia y llenando de gloria el deporte colombiano, especialmente el tolimense e ibaguereño. Práctica hermosa que el Estado no apoya, prefiere apoyar la guerra. Escandón Berrío es el mejor embajador que va por los cuadriláteros del mundo llevando la tricolor nacional con sus manos limpias y honestas. Es un hombre de paz, que ama su clase social, a sus padres, a su esposa y a sus dos hijos menores de edad.


La página web: www.pacocol.org y el semanario VOZ La verdad del pueblo, quisieron conocer de cerca a este gigante de la paz, la humildad y la sencillez, a este campeón mundial de la esperanza y del boxeo, considerando que es sin lugar a dudas un paradigma para las presentes y futuras generaciones. Más que una entrevista o reportaje, es un diálogo ameno, descomplicado y sincero. Con una sencillez impresionante y una sinceridad a toda prueba, contó detalles de su difícil recorrido histórico para besar la cumbre del éxito, sin perder su condición humana, ni olvidar los momentos cuando indocumentado hacía la travesía sorteando la tempestad borrascosa de las dificultades, gracias al régimen capitalista e inhumano que gobierna a 47 millones de colombianos y colombianas. No se dejó seducir por las trampas que coloca el régimen para que la juventud no se organice y exija sus derechos como la drogadicción, el alcoholismo y la prostitución. Vivió en las entrañas de todos estos fenómenos propios del capitalismo, pero no se dejó contaminar.


El diálogo es el siguiente:

 
-         Oscar, campeón mundial de boxeo, ¿En qué modalidad?


Bueno, yo quedé campeón mundial en la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y ahora hace dos meses me coroné campeón mundial otra vez en el peso pluma del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).


-         ¿Cómo hizo para escalar la cumbre del boxeo mundial?


Mucho sacrificio, mucho sacrificio, las ganas siempre de salir adelante, porque triunfar no es muy fácil. Mucha gente me quería dañar el caminado pero gracias a Dios y por el sacrificio no pudieron; siempre he tenido que cuando se me mete algo en la cabeza, lo hago, a partir del sacrificio y la disciplina.


-         ¿Cómo fue su infancia, campeón?


Mi infancia fue un poco dura. Mis padres no tenían los recursos necesarios para ayudarnos económicamente. Estábamos mal. Somos una familia muy humilde. Nos criamos asando arepas. Nos levantamos a punta de arepas.


En la calle había mucha drogadicción, mucha delincuencia, pero gracias a Dios cuando estaba haciendo algo malo como que reflexionaba y me decía: Esto está mal para mí. Creo que Dios me tiene para grandes cosas. Entonces, me incliné por el deporte. Mi padre comenzó a ayudarme, a motivarme, comencé a sentir la necesidad de ser el primero, ya sea en el estudio o en el deporte.


-         ¿Qué estudios tiene Oscar?


Hice hasta noveno. Deje los estudios porque no me quedaba tiempo para entrenar, tampoco me exigían los padres, el gimnasio tampoco lo exigía, entonces nunca lo vi como algo importante. Siempre me decía: Quiero ser alguien en la vida y gracias a Dios la oportunidad se me brinda por medio del deporte de dejar los nombres del municipio, del departamento y de Colombia en alto, pero eso no quiere decir que no voy a terminar mis estudios. Quiero terminar mis estudios y ser profesional en alguna rama del conocimiento.


-         ¿Por qué el boxeo y no el fútbol, por ejemplo?


Yo entrenaba fútbol, pero sentía que no era mi fuerte. Mi fuerte era el boxeo porque yo mantenía peleando en las calles, con el que me la montaba, era muy alzado, muy pelión. Por eso fue que mi papá comenzó a llevarme a entrenar, él también entrenaba boxeo. Me llevó con mi hermano. Me comenzó a meter y sentí que era mi fuerte. Entonces, me subieron al ring. La primera vez me dio miedo, pero ya comencé a entrenar y ya me daba trompadas con el que me pusieran.


-         ¿Cuándo tiempo lleva dedicado al boxeo?


Llevo 22 años.


-         ¿Qué triunfos resonantes ha cosechado durante este tiempo?


Fui seis veces campeón nacional, cuatro veces subcampeón nacional, campeón bolivariano, campeón sudamericano, campeón pre olímpico, campeón en varias competencias internacionales, campeón en Río de Janeiro, allí clasifiqué para los juegos olímpicos de Atenas; en profesional: Campeón latinoamericano en pluma, súper pluma, campeón en gallo y súper gallo, campeón mundial en gallo y campeón mundial en pluma. Entre gallo y súper gallo la diferencia es de cuatro libras. Yo estaba en súper gallo antes, pero se me dificultaba un poco para hacer el peso, entonces me cambié de categoría y ahora estoy en pluma y ahí me siento bien, no quiero que me cambien de esta división, me siento fuerte y puede uno comer bien.


-         ¿Cuál es la alimentación ideal para un boxeador?


La alimentación es muy exigente. Cuando llego a Ibagué como de todo. La comida colombiana es muy diferente a la de Estados Unidos. Cuando estoy en Estados Unidos, lo predominante son las comidas rápidas. Hay restaurantes también pero donde usted se para es pura comida chatarra. Allá, me cuido mucho. La dieta es estricta. Como muchos vegetales, frutas, tomo mucha agua.


Cuando llego a Ibagué es a comer de todo: Tamales, lechona, sudado, de todo lo que venga.


-         ¿Eso no lo afecta para mantener el estado atlético?

Eso no me afecta porque yo me cuido mucho. No me descuido totalmente. Salgo a correr de vez en cuando con los compañeros, vamos a hacer deporte como pasatiempo. Llevo el carro y le digo a mi hermano que me lo maneje o a un amigo mío y yo voy corriendo hasta un punto que digo ya, nos vamos a bañarnos y así hacemos deporte y no me dejo subir mucho de peso. No me gusta verme muy gordo. Me siento gordito, en estos días me voy y sé que bajaré rápidamente de peso.


-         ¿Para dónde se va próximamente?


Me voy nuevamente para Estados Unidos, para California, voy a hacer la preparación, voy a entrenar en las Vegas, después regreso a California a la próxima pelea con la ayuda de Dios será en octubre o noviembre para la defensa del título.


-         ¿Con el mismo púgil?


No, no, no hay revancha. Es con otro rival. Todavía no me han dicho, puede ser con filipino o un estadounidense; con el que venga. Yo estoy esperando es que me diga mi promotor y esperar el momento.


-         ¿Qué se siente cuando le comunican el nombre del próximo rival?


No me asusto. No me da miedo. Al único que le tengo miedo es a Dios. De resto no le tengo miedo a nadie. Que me digan con quien voy a pelear, de una vez me voy preparando psicológicamente sobre con quien me toque.


-         ¿Cómo se ha financiado para coronar sus sueños de campeón?


Es algo difícil. Tenía mi promotor y tuvimos un inconveniente con él y se acabó el contrato, quedé tirado en Estados Unidos, me tocaba reciclar botellas plásticas para poder llamar a mi esposa. Me tocó duro, muy difícil. Pero como le digo: Todo se consigue es con sacrificio, sudor y lágrimas. Ahora se ven los resultados de ese esfuerzo. Puedo decir que sí valió la pena, haber hecho todo ese esfuerzo que hice, porque cuando yo estoy en Estados Unidos todo eso sale de mi bolsa, el hospedaje, la comida, todo sale de mi bolsillo.


-         ¿Quién lo financia?


Mi promotor. Claro, eso depende de la pelea que usted vaya a hacer. De cierta cantidad de dinero ahí le dicen a usted cuánto tiene que pagar. Me toca pagar mi estadía allí.


-         ¿El Estado le ha ayudado para sacar adelante esta carrera deportiva?


Bueno, la verdad no. Ahora sí el gobierno departamental, el doctor Oscar Barreto, que es un gran amigo mío siempre me ha apoyado. Cuando no era nadie me apoyaba, ahora siendo campeón me ha brindado mucha ayuda y creo que es tremenda persona, no porque sea el gobernador, sino que es tremenda persona. Antes de ser gobernador, no sabía quién era yo pero me ayudaba, y ahora, pues, siendo campeón me ha brindado la ayuda.


-         ¿Cómo le ha brindado la ayuda?


Bueno, me dio un trabajo bueno y ahorita estamos en las vueltas para la casa, casa que me habían prometido. Creo que primero la compro yo de que ellos me la den.


-         ¿Qué trabajo lo tiene haciendo el gobernador del Tolima?


El gobernador me tiene trabajando. Me toca acompañarlo a las reuniones que él vaya, hablar con los jóvenes, mientras estoy en Ibagué. Cuando salga del departamento y del país, me llevo la publicidad, cuando voy a pelear me pongo los logotipos de Indeportes, de la gobernación. Cuando estoy trabajando coloco los afiches. Eso.


-         ¿La gobernación asumiría su financiación en los próximos meses?


Ya no me tocará reciclar para llamar a mi familia. Gracias a Dios con este trabajo que me dio el gobernador ya quedo tranquilo porque ya lo que tenga allá será para mí y acá lo que dejo será para mi esposa y para mis hijos. Entonces, ya no me quedará tan duro como me tocaba inicialmente. Esto me aliviana un poco. Ahora que estoy pensando en comprar el apartamento. Ese trabajo que me dio el doctor Barreto me ayudó mucho por eso estoy agradecido con él. Claro, estoy agradecido con él desde hace mucho tiempo.


-         Por pare de la alcaldía municipal, ¿Qué ha recibido?


Nada. No he tenido nada por cuenta del alcalde hasta ahora.


-         ¿Quién le prometió inicialmente la casa?


No me acuerdo quien era ese gobernador. Fue en el 2004. Que me iba a dar la casa por haber ido a los juegos olímpicos, que por haber sido el primer tolimense e ir a unos juegos olímpicos. Pero todo quedó en la promesa.


-         El Tolima no había tenido boxeador de renombre internacional, ¿Verdad? 


El único boxeador tolimense que ha venido haciendo historia he sido yo, sin desconocer el esfuerzo de otros pugilistas. Que haya quedado campeón bolivariano, latinoamericano, que haya ido a los juegos olímpicos, que haya quedado campeón mundial en dos categorías diferentes, en dos asociaciones diferentes yo. Ahora, soy el primer colombiano en coronarse campeón en ese peso que estoy peleando ahora.


-         ¿Dónde nació, en qué fecha?


Nací en Ibagué (Tolima), el 10 de julio de 1984, barrio El Refugio. He sido nacido y criado en este humilde barrio. 


-         ¿Cómo es normalmente el entrenamiento de un boxeador profesional?


Cuando uno es amateur el tipo de entrenamiento es otro. Cuando estaba representando al departamento de Tolima, pues son entrenamientos diferentes; cuando estuve representando a Colombia en otros países, otro es el tipo de entrenamiento. Pero, cuando ya es profesional, los entrenamientos son totalmente diferentes. Son mucho más exigentes, mucha más disciplina, mucha más responsabilidad, porque se está jugando su vida en el ring. Por eso se tiene que preparar bien.


-         ¿Quién es su entrenador?


El entrenador es Rubén Guerrero, vive en California. El hijo de él fue también campeón mundial en varias divisiones. Lo conocí por medio de mi promotor. No creo que vaya a cambiar de entrenador porque es tremenda persona, lo quiero como un padre, muy buena persona. El promotor es Sampson Lewkowicz y mi preparador físico es Max Freedman.


-         ¿Cómo fue su primer combate en un ring con mucho público?


¿Mi primera pelea amateur o profesional? Bueno, mi primera pelea amateur, pues lo más relievante fueron los nervios. Nunca han de faltar los nervios. Siempre que me voy a subir a pelear siento nervios. Creo que boxeador que diga que no le da nervios es mentiroso. Es inevitable, el hecho está en ser inteligente y saber manejar este tema.


El primer día que subí al ring siendo amateur fue en el gimnasio. Había mucha gente mirando las peleas. Subí a pelear. Usted no está pendiente de los demás, está pendiente del contrincante. Antes tiene nervios, pero al subir se le quitan. Usted sabe que si no pelea, le pegan. Bueno, y como profesional lo mismo.


Antes de ser profesional, subía al cuadrilátero con rabia, ahora subo calmado porque sé que es un deporte y hago mi trabajo en el ring. Sé que si me pegan, me toca pegar, me toca siempre ir adelante.


Yo me confío en la preparación que tengo, por eso hago las cosas con calma. Toca manejar el público porque hay muchos boxeadores que les pasa eso, que nunca han peleado en otro país, ven mucha gente, luces, no están acostumbrados y se dejan dominar de eso y no hacen lo que tienen que hacer en la pelea.


-         ¿Usted se considera profesional en manejar luces, cámaras, público y algarabía?


Sí, ya lo sé manejar gracias a Dios. Antes le tenía miedo a las cámaras, a los medios de comunicación me les escondía, pero ya con el tiempo usted se acostumbra, ya sabe cómo expresarse, cómo hablar. Sé manejar eso.


-         ¿Qué se siente estar frente a frente ante un duro rival que está dispuesto a acabarlo?


Normal. Si se pone de hablador pues que hable. Yo a eso no le sigo la corriente. Como le digo al profesor: Yo me confío en el trabajo que he hecho, en la preparación que hicimos. Cuando se ponen a hablar mucho le digo: Bueno, hable, pero lo único cierto es que nos vamos a ver sólo los dos en el ring. Eso es lo único que digo cuando está muy hablador, muy bocón. Me tocó pelear con un canadiense que resultó ser solo boca, pues lo noqueé en el segundo asalto.


-         ¿Cómo es un día de entrenamiento como profesional?


Entreno todos los días. El único día de descanso es el domingo, pero cuando  ya está el cuerpo acoplado a este ritmo, salgo en la mañana. De resto, todas las mañanas de lunes a sábado, me levanto a correr, hago la preparación física los martes y los miércoles hago preparación física con mi preparador físico, un día de corridas, los días sábados y los miércoles son las corridas mías, las hago largas, corro 20 kilómetros de seguido para coger la preparación, la resistencia. Lo hago en dos horas, en la mañana y en la tarde entreno tres horas, que es en el gimnasio lo que es con el profesor.


-         ¿Hay estrategias en el boxeo?


Sí hay estrategias. Cuando a usted le dicen cuál es el rival con el cual va a pelear, se tiene que analizar los vídeos, qué errores tiene su rival para usted en la pelea poder sacar esas estrategias que hace uno antes del combate.  


-         ¿Qué países ha visitado en actividades competitivas?


Bueno, en amateur estuve representando a Colombia en panamericanos, bolivarianos, campeonatos internacionales. He visitado: Italia, Grecia, Francia, Brasil, República Dominicana, Estados Unidos, Argentina, Ecuador, Venezuela, Cuba, Panamá…no me acuerdo de más.


-         ¿Cuánto tiempo piensa boxear profesionalmente?


Si Dios me lo permite hasta los 36, 35 años.

 
-         ¿Cómo ha manejado el fantasma de la fama?


Yo no vivo de la fama. Lo único que me gusta es que la gente me quiera y me acepte como soy. Yo soy una persona que me gusta estar riéndome, recochando, alegre a todo momento. Cuando llego a mi casa, soy el mismo que estoy en la calle, recochando, jugando. Todo el mundo me quiere por eso. Aunque no falta alguien que no me quiere, pero yo no vivo de eso.


-         ¿Es orgulloso?


No, no. Soy temperamental, eso sí lo reconozco. Con rabia soy otra persona. Por las buenas soy bueno, pero por las malas sí soy otra persona.


-         ¿Cuál es su proyecto de vida, su futuro?


Ahora es defender el título. Estar bien con mi familia. Con mis hijos. Poder darles a mis hijos lo que no tuve yo, lo que mis padres no me pudieron dar. Poder ayudar a mis padres, también, que tengan una vida bien, que vivan bien. Lo único que le pido a Dios es que me dé salud y la vida necesaria para poder sacar adelante a mis padres, estar bien y estar bien económicamente para asegurar un futuro y no simplemente quedar con el cuento que fui campeón y sin ningún respaldo económico. Quiero estar bien. Por eso toca saber bien invertir el dinero.


-         En alguna oportunidad lloró en Estados Unidos, ¿Por qué lloraba?


Porque me hacía falta mi familia. Ocho meses fuera de mi casa. Sin mis hijos, sin mi esposa. Eso es duro. No tuve en el nacimiento de mi hija. El embarazo de mi mujer estuvo sola. Vine a conocer la niña al mes de haber nacido. Eso fue muy difícil. Pasé navidad en Estados Unidos, época de estar con la familia. Fueron momentos muy difíciles.


-         ¿Las ganas de triunfar y salir adelante fueron superiores?


Sí, sí. Eso siempre lo he tenido. Sé que cuando uno se sacrifica,  hace las cosas con sacrificio, se dan los resultados. Claro, a veces no se dan, pero entonces la idea es pedirle a Dios que le dé la fortaleza para poder hacer las cosas bien.


-         ¿Cómo fue su último combate?


Fue con un mejicano: Robinson Castellanos, un boxeador fuerte, pegaba duro. Nunca me habían tumbado, fue el primero que me tumbó. Gracias a Dios hice una buena preparación, preparación excelente. Este boxeador también estaba bien preparado. Le gané de pura preparación y la experiencia también.


-         ¿Qué aprovechó en este combate?


Bueno, miraba los errores que él tenía. Entré tirando. No aguantó la presión. Dije: Este no aguanta la presión mía. Era tirándole, tirándole, no quedándomele quieto y ahí fue donde comencé a dominarlo. En el séptimo asalto gané por nocaut. Era la pelea pactada a doce asaltos por el título mundial del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).


-         ¿Cómo vivió usted ese momento?


Bueno, comencé a machucarlo por el hígado, a la parte baja lo comencé a ablandar y después comencé a pegarle en la parte de arriba, en la cabeza. Comencé a machucarlo por debajo y después le metí un gancho en la parte derecha y después le metí otro gancho en la cara. Ahí fue que no se paró. Ya estaba muy machucado.


-         ¿Qué pasa cuando termina la pelea?


Como dice mi papá. Se tele transporta. Me puse a pensar en mi familia, cómo estaría el barrio, cómo estaría Ibagué. Sabía que todos ellos estaban viendo la pelea. De una vez me enfoqué en mi casa. Llamé de una vez a mi familia, todo el mundo llorando, contentos. Me felicitaron. Fue algo muy bonito para mí, fue muy chévere. Yo estaba concentrado en la casa, en mi familia. Había sacado una pantalla gigante y todo el barrio estaba viendo la pelea. Estaba lleno. Cada que sale la pelea, la gente se reúne por donde vive mi papá y saca todo mundo su televisión a mirar las peleas.


-         ¿Cómo son las relaciones con sus padres?


Con los padres yo me llevo muy bien. Los quiero mucho. Quiero verlos bien de salud y económicamente. Cuando puedo les ayudo, los invito que estén conmigo para que se sientan contentos. Gracias a Dios estoy acá y ahora estoy un poco mejor para poderles brindar mi ayuda que ellos necesitan y hacerlos sentir como ellos se merecen.


-         ¿Cuántos hermanos tiene campeón?


De mamá y papá somos seis. Por fuera, son dos hermanos con otra mamá, dos muchachas con otra mamá y otro hermano con otra mamá. A mi papá le dicen “El Curí”.


-         ¿Cómo son las relaciones con todos ellos?


Las relaciones son buenas. Ellos se han acoplado a mí, porque como le digo, yo soy recochero, a ellos les gusta andar conmigo porque mantengo recochando, mantengo riéndome, los hago reír, la pasan chévere. Vámonos a un paseo y los hago sentir súper. Eso es lo que me gusta. Llego a un lugar y yo trato de hacer la vida amena. Les digo: Hay que disfrutar el momento, porque usted no sabe cuándo le va a llegar su hora. Disfrutar el momento pero sanamente.


-         ¿Cuál es su mensaje a los jóvenes que ingresan a la práctica de este duro deporte del boxeo?

Bueno, no solamente en la disciplina del boxeo, sino en los demás deportes o también en la vida para los que no gustan del deporte. Que cuando quieran algo, luchen por sus sueños. Mucha gente le irá a decir que usted no puede lograr sus sueños, pero así se lo digan sus propios padres, siempre confíe en usted y sienta que puede salir adelante, que usted es el mejor. Piense que para salir adelante habrá muchos, muchos obstáculos, pero ahí es donde se prueba el verdadero hombre o la mujer, para salir adelante. Cuando se quiere y se coloca entusiasmo se puede. No hay cosa más poderosa que la mente, el sacrificio y la disciplina.




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