Los presos políticos y de conciencia recluidos en la cárcel de la Dorada (Caldas) completan doce días de huelga, sin que los funcionarios de esta penitenciaría tomen cartas en el asunto y busquen una salida plausible a la grave situación por cual están pasando la comunidad carcelaria allí. Los funcionarios que han sido enviados no tienen la capacidad de decir, por lo tanto, según se pudo establecer en las próximas horas los reclusos tomarían medidas más radicales con el fin de ser escuchados y resuelto sus peticiones en la mayor brevedad posible.
Son seis puntos centrales son los que los detenidos políticos y de conciencia vienen presentando a las directivas de este centro reclusorio y hasta el momento no han sido tenidos en cuenta. La salud, el cumplimiento de las tutelas ganadas, alimentación, arreglo de los sanitarios, las citas conyugales, son entre otros puntos reivindicativos que están planteando los detenidos.
Uno de los voceros de la protesta, vía celular, señaló que ante la indiferencia de las directivas a los justos reclamos de los detenidos, tomarían acciones más radicales en las próximas horas como la desobediencia civil, no asistir al conteo y otras acciones similares.
El detenido político pidió la solidaridad de la comunidad nacional e internacional, ante la forma inhumana y salvaje como están los presos en esta mazmorra. “Estamos hacinados, rodeado de enfermedades y mala alimentación”, señaló.
“Acudimos a la comunidad nacional e internacional, a los organismos de Derechos Humanos, para que nos ayuden y constaten la denuncia que estamos haciendo y que seguiremos cueste lo que cueste. No vamos a ceder, vamos a estar abiertos al diálogo pero con propuestas creíbles y reales”, agregó.
Las cárceles colombianas son verdaderos antros violadores de los derechos humanos que se han levantado para minar la resistencia del pueblo colombiano en su inmensa mayoría. Por allí, no van los hijos de la oligarquía, para ellos son casas fiscales, verdaderos moteles cinco estrellas, mientras para el pueblo se construyen estas prisiones infames sin la menor manifestación de humanismo. Las cárceles colombianas son un verdadero infierno para el país nacional. Mientras tanto, los medios masivos guardan silencio, lo mismo los ex presidentes Uribe y Pastrana que viven preocupados por las “ratas” de la oligarquía venezolana detenidas allí con todas las garantías constitucionales.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario