jueves, 4 de julio de 2013

Voraz incendio en Ibagué por negligencia oficial

María de los Ángeles Suárez, Gerente Fábrica de veladoras San Martín. Foto Nelosi
Por Nelson Lombana Silva

Desde la 6:30 de la mañana del día de hoy, (jueves 4 de julio), se realizó un voraz incendio en la ciudad de Ibagué, Tolima, acabando prácticamente con la fábrica de veladoras “San Martín” ubicada sobre la calle 26 con carrera 2ª, en el barrio San Pedro Alejandrino.



Las llamas rápidamente tomaron altura y dimensión ante el horror del vigilante que no tuvo otra alternativa que evacuar y contemplar impotente cómo el esfuerzo de 40 años se consumía rápidamente. Los habitantes de esta cuadra fueron despertados violentamente y obligados a salir escasamente con lo que tenían encima. La alama fue dada y la ciudad se puso en movimiento. Unos para aprovechar la coyuntura y robar y otros para prestar los primeros auxilios.




Lo primero que quedó al descubierto fue la poca reacción de los organismos de seguridad, especialmente el cuerpo de bomberos. Una vez más se demostró que Ibagué no está preparada para contingencias de esta naturaleza. Sin los elementos mínimos – la defensa civil y los voluntarios de los bomberos – se blandieron como leones y con las uñas para combatir las enrarecidas llamas que cada vez tomaban más altura.


Hubo la necesidad de solicitar apoyo de Melgar y otras poblaciones cercanas para detener la conflagración. ¡Qué vergüenza! ¡Qué peligro! El coronel de la policía, Edgar Enrique Núñez Villamizar, sobre dos personas que resultaron levemente heridas, señaló: “Son dos voluntarios que según nos informaron una pared les cayó encima, causándoles lesiones menores y en estos momentos están siendo atendidas, son miembros voluntarios”.


Esta fábrica se encuentra ubicada en zona residencial. Según la gerente hace dos años viene tramitando la licencia para construir su sede propia en la zona industrial de esta ciudad y hasta la presente no ha sido posible, la desalmada burocracia, la lentitud y poca eficacia, al parecer fueron determinantes, por cuanto la empresa estaba creciendo y cada vez la estrechez era más evidente.


Nayibe Orozco, prima de la gerente dijo que este negocio existe hace 40 años y que en este lugar venía funcionando hace 22 años. Sobre la dificultad para conseguir los permisos para construir, dijo: “Cuando dictaminaron que tocaba cambiar la fábrica de lugar, obviamente, ellos hicieron la compra del lote, se hizo la inversión, pero no se ha podido hacer la construcción por la tramitología de los permisos. Hace dos años se viene haciendo los trámites para los permisos para la construcción. Ya existe el lote, se encuentra en la zona industrial”.


Acerca del origen del siniestro, señaló: “No se tiene certeza hasta ahora, se dice que fue un corto, pero en la noche la empresa no funciona. No se puede decir nada hasta ahora. Gracias a dios había una persona y ya la persona esta fuera de riesgo. Gracias a dios no hay víctimas humanas”.


A esta hora resulta imposible  cuantificar las pérdidas, no solo de la fábrica de veladoras “San Martín”, sino también de las viviendas adyacentes que hacen parte de la manzana y que al parecer fueron afectadas seis. “Resulta complicado”, dice Nayibe Orozco.


“La fábrica en este punto lleva 22 años y como tal lleva 40, es una fábrica familiar, es una empresa familiar como decir merca centro, copifam. Es una empresa que ha generado empleo en la región durante 40 años”, agrega Nayibe Orozco.


Por su parte, la gerente María de los Ángeles Suárez, denuncia la negligencia de los funcionarios de la administración municipal, Cortolima y planeación para conceder los permisos de construcción oportunamente. Dice que lleva dos largos años insistiendo y nada que ha sido posible.


Dice también que un conato de incendio ya se había presentado pero que fue fácilmente controlado: “La vez pasada solio suceder algo más pequeño pero se pudo tener rápido el control, pero como había tanta producción, tanto almacenamiento, porque en esta semana llegaron dos mulas de parafina, entonces eso fue lo que de pronto permitió más aumentar la llama, llama que el agua no la apaga nunca. O sea, es un enemigo de la candela. Eso es puro ACPM”.


“Llevamos cuarenta años porque esto viene por mi familia, esto viene por el lado de mis padres. Son entre 70 y 80 empleados que tenemos”, subraya.


A pesar de la tragedia María de los Ángeles Suárez no se rinde y piensa que hay que sobreponerse y seguir adelante: “Hay que seguir adelante, mijo; así es que es bueno empezar de cero, eso es bonito. Solamente hay que darle gracias a dios, porque dios es el dueño de todo, dios tiene el control de todo, por eso yo bendigo todas estas personas, todas las personas que están a mi alrededor, mis vecinos les pido perdón, porque nunca uno quiere acabar nada. Solamente el susto, la impresión, pero nací entre esto y moriré entre esto y así como dios quita, dios da. Eso es lo más lindo. Es lo que más me gusta y él nos va a bendecir porque él está conmigo. No hay problema. Le pido perdón, disculpas a todas las personas, pero cuenten lo que necesiten con nosotros. A los empleados los amo con todo mi corazón y vamos a arrancar de ceros. Esto no solamente mío, esto es de dios. Hay mucha gente que necesita y ahora nosotros necesitamos de ustedes. Los bendigo y les doy las gracias”.


Durante la improvisada rueda de prensa en el teatro de los acontecimientos, un periodista preguntó: “Ahora que sucedieron los hechos, ¿cree usted que sí le van a dar el permiso para construir?” María de los Ángeles Suárez, contestó: “Eso tenga la plena seguridad que mañana a primera hora me estarán diciendo: Aquí está para que comience a construir. Ojalá, dios permita que eso esté listo para comenzar de ceros porque eso es lo que quiere dios”.


“Llevamos dos años tramitando documentación: Cortolima, la alcaldía, planeación, no sé cuál sea el problema que hay, no sé por qué no lo han dado. El lote siempre ha existido. Teníamos un lote pero nos dijeron que no servía, se vendió se localizó otro más abajo, porque ellos dieron las coordenadas  para qué lugares podemos construir. Se consiguió se buscó a planeación, están los arquitectos, los ingenieros, precisamente la semana pasada se habló eso”, subrayó.


“No sé por qué ha existido tanto retraso. Sinceramente hemos luchado porque estamos muy pequeños, la empresa ha crecido y ha habido aumento de personal, entonces ya quedamos muy pequeños. Pero no sé que es lo que pasa en planeación, no sé qué pasa en Cortolima, no sé qué pasa, sinceramente, porque han demorado tanto para dar el permiso”, dijo la gerente de la fábrica de veladoras “San Martín”, mientas miraba cómo las llamas consumían su oficina. Quizá, no pasó la “mordida”, intuyeron algunos que escuchaban la entrevista.

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