Por Nelson Lombana Silva
Mientras el gobierno nacional niega la existencia a activa del paramilitarismo en Colombia, a través de sus ministros de defensa y de gobierno, las amenazas e incluso, los asesinatos contra líderes populares se siguen sucediendo a lo largo y ancho del país.
En el caso particular del departamento de Tolima, nuevamente se recrudecen las amenazas contra periodistas y ambientalistas, especialmente los que estuvieron directamente trabajando en la consulta popular en el municipio de Cajamarca de este departamento.
Con palabras soeces y amenazantes los maleantes han manifestado una vez más su interés de silenciar el periodismo alternativo comprometido y los ambientalistas que heroicamente derrotaron en la denominada “despensa agrícola del Tolima”, la presencia avasalladora de la transnacional africana Anglo Gold Ashanti.
Periodistas de la revista cultural y política El Salmón, fueron amenazados a través de mensajes de textos y llamadas, tanto el 25 de marzo, como el 30 del mismo mes. El texto hecho llegar desde el celular 3132295506, dice en sus principales apartes: “Hpts guerrilleros, comunistas de comité ambiental, Ut, marcha patriótik, crit, congres pueblos, demás farianos de supuestos activistas de derechos umanos y ambientalistas, no los queremos ver en Cajamarca ni en ningún lado jodiendo oponiéndose al desarrollo de nuestras regiones, vamos es a quebrarlos. Atte. Águilas negras AUC”.
Persiste la estigmatización y la amenaza en el país. Se hace necesario que el gobierno nacional asuma su rol que le corresponde garantizándole la vida y el ejercicio profesional, tanto a los periodistas como a los ambientalistas.
De igual manera, el pueblo en general y todos sus organizaciones, no pueden asumir una postura contemplativa como a la espera que sucedan las cosas, es fundamental la movilización, los pronunciamientos y rodear a los comunicadores sociales y a los ambientalistas para que sigan en la lucha informando los primeros y los segundos defendiendo el ambiente, el cual se encuentra amenazado por la política neoliberal de la locomotora minero – energética. Hay que tener claro que las multinacionales y transnacionales vienen destruyendo la madre tierra porque el gobierno y el congreso les permitieron su ingreso con todas las gabelas. Esto es entonces un problema ambiental, pero también político. Solo la unidad de todos y todas, será posible construir otro país realmente humano, soberano y autosuficiente.
Solidaridad fraterna con los periodistas de El Salmón y los ambientalistas de Cajamarca (Tolima). No están solos.
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