viernes, 28 de abril de 2017

Dice comandante fariano: “El paramilitarismo es un apéndice del Estado”

Por Nelson Lombana Silva


De la comisión de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo (Farc – Ep), que se hizo presente en Ibagué (Tolima), para participar del congreso regional de paz, hacía parte el comandante Sergio Hernández.


Se mantuvo atento y receptivo a las distintas intervenciones que se hicieron durante este gran foro por la paz, paz estable y duradera que tanto necesita Colombia y que le ha sido tan esquiva en los últimos 50 años, por la arrogancia fanática de la clase dirigente tradicional.

Se confundió entre abrazos y apretones de manos con líderes populares, sociales, sindicales y políticos, recorrió varios pisos de la universidad Cooperativa hablando con estudiantes y transeúntes que querían saludarlo.

Lo abordamos para conocer su opinión sobre el evento y las perspectivas para seguir adelante en busca de la paz con justicia social. Se declara satisfecho y cataloga el encuentro de “suma importancia”.

Destaca la presencia del gobernador Oscar Barreto Quiroga, afirmando que le hace un gran favor a la paz, al cambiar radicalmente su actitud belicista por la actitud proclive a la paz.

No tiene pelos en la lengua para caracterizar la política paramilitar que sigue latente en Colombia. Sin ambages, sostiene: “El paramilitarismo es un apéndice del Estado”.

Sin embargo, sorprende gratamente su propuesta para erradicarlo. No es con acciones bélicas, sino con acciones políticas como se combate. En palabras suyas: “El paramilitarismo no hay que combatirlo a punta de bala, el paramilitarismo hay que combatirlo es con política”.

 Agrega: “Es que el gobierno le retire su respaldo económico, su financiación”. Insiste: “El paramilitarismo no se acaba con guerra, el paramilitarismo se acaba es con política”.

La entrevista completa con el camarada Sergio Hernández es la siguiente:

-         Comandante Sergio Hernández, ¿Cómo analiza la realización del Congreso regional por la paz realizado en Ibagué (Tolima)?

Es un evento sumamente importante, ya que reúne a todos los sectores sociales y populares del departamento de Tolima y de la ciudad de Ibagué.

Es de resaltar también las manifestaciones que ha venido haciendo el gobernador, que son propositivas a favor de la paz, cuando anteriormente era un enemigo acérrimo de los diálogos y se oponía a la construcción de las zonas veredales en su departamento.

Ha dado un viraje muy importante. Nosotros valoramos la disposición que tiene el gobernador actualmente de dialogar con la insurgencia, de participar en estos eventos sociales, estos eventos organizativos, en favor de un propósito común de todos los colombianos y que es la paz con justicia social.

Es de saludar a todos y a todas, que han participado de este evento tan maravilloso. Vemos estudiantes de las diferentes universidades, vemos personas de diferentes creencias religiosas, miramos inclusive a políticos de diferentes tendencias: Del Partido Liberal, del Partido de la U, del Partido Conservador, del Partido Comunista. Todos han venido a participar de este evento y eso es muy positivo en bien de la paz.

-         Se han hecho aportes importantes en este encuentro, pero también se ha destacado con mucha claridad que hay serias dificultades. ¿Cuál es su percepción?

Sí, hay muchas dificultades y una de ellas, es precisamente, el asesinato de los líderes que viene ocurriendo a nivel nacional, es lamentable también el asesinato de varios de nuestros compañeros que han salido de las cárceles.

Otra preocupación que manifestaron los ponentes en sus intervenciones tiene que ver con la expansión del paramilitarismo. Yo considero que el paramilitarismo no hay que combatirlo a punta de bala, el paramilitarismo hay que combatirlo es con política.

Una de las medidas, es que el gobierno le retire su respaldo económico, su financiación, que no lo siga considerando como parte de su estrategia política. Es decir, para combatir el paramilitarismo es necesario que haya medidas políticas, haya voluntad por parte del gobierno para que aleje el proyecto paramilitar como política de Estado.

-         Con este proceso de paz se busca sacar la política del traqueteo de las armas, pero el gobierno ante el paramilitarismo como que no reacciona, se hace como el desentendido. ¿Qué piensa usted?

Sí, es lamentable. Esperamos que la comunidad internacional y todo el pueblo colombiano se movilicen en favor de la paz y en solidaridad con las víctimas del terrorismo de Estado. Que todos unidos logremos derrotar para siempre el terrorismo de Estado.

Es un combate, pero vuelvo y reitero, con medidas políticas, con voluntad política, no es a punta de bala, porque es imposible. El paramilitarismo no se acaba con la guerra, el paramilitarismo se acaba es con política.

-         ¿Quitándole las fuentes de financiación?

Sí, es necesario que el Estado adopte medidas para que judicialice a todos estos empresarios, politiqueros, terratenientes y ganaderos, que le han aportado al proyecto paramilitar. Que esta gente llegue a comparecer ante la jurisdicción especial para la paz y verdaderamente le cuenten la verdad al país, sobre el por qué financiaron el paramilitarismo, por qué mandaron a masacrar a nuestros campesinos y a los dirigentes sociales y políticos, especialmente de izquierda. El país necesita conocer la verdad y que el Estado aleje de su concepción guerrerista el paramilitarismo como política. Porque el paramilitarismo sencillamente es un apéndice del Estado, es política del Estado y es el mismo gobierno que ha creado los grupos paramilitares, los está financiando, es quien lo dirige y es quien lo envía a asesinar a los campesinos y a la gente que piensa diferente en materia política en este país al establecimiento.

-         Las Farc – Ep tiene clara la política paramilitar del estado colombiano. Sin embargo, persiste en la paz, ¿Cómo entender esta decisión que podría calificarse de “suicida”? 

Sí, es un riesgo inminente. Una de las garantías que nosotros planteamos y exigimos del Estado y de la misma comunidad internacional, es que no solamente se apoye el proceso de paz, sino que también ayuden para la erradicación de este fenómeno paramilitar. Los riesgos – repito – son inminentes y ponen en peligro, no solamente el proceso de paz, sino que también a los ex combatientes de las Farc cuando demos el paso a la vida civil, uno de los peligros es que se venga un baño de sangre y lo que menos queremos nosotros es que nos toque volver a tomar la vía de las armas para defender nuestras vidas y las vidas de nuestros semejantes, la vida de los campesinos, de la gente común y corriente. Es decir, es necesario que el Estado logre verdaderamente, no solamente combatir, sino acabar con el paramilitarismo para que se asegure una paz estable, cierta y duradera.

-         Estos encuentros permiten socializar el acuerdo de la Habana. ¿Vamos bien con esta tarea?

Sí, es una buena dinámica, pero también se necesita el apoyo por parte de las administraciones municipales, departamentales y gobierno nacional para que se implemente en las universidades, en los colegios y en las comunidades, se desarrolle la pedagogía por la paz para que todos los colombianos conozcan los alcances del acuerdo; y que no solamente se acuerden los alcances del acuerdo sino se empoderen las comunidades del acuerdo de paz con autonomía y con autoridad territorial. 

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