jueves, 8 de octubre de 2015

Nosotros defendemos la soberanía alimentaria, defendemos el campesino”: Guillermo Alfonso Jaramillo Martínez

Guillermo Alfonso Jaramillo Martínez. Foto Nelosi
Por Nelson Lombana Silva

El médico Guillermo Alfonso Jaramillo Martínez, en sus aspiraciones de llegar a la alcaldía de Ibagué, ayer visitó una vez más el cañón del Combeima, estuvo reunido con la comunidad de Pastales en el salón comunal, siendo acompañado por líderes importantes de la zona como el candidato a la asamblea del Tolima por la Unión Patriótica, 52 en el tarjetón, Danilo López Carrero, Consuelo Cendales y Darío Romero, entre otros.



El candidato que se presenta mejor renqueado en las recientes encuestas de preferencias, hizo una vehemente defensa del campesino y del campo. Criticó duramente el capitalismo neoliberal, afirmando que el campesino era el sector más débil en Colombia y lo era por su desunión y porque el sistema económico no le brinda garantías y posibilidades para salir de la pobreza y del ostracismo. Dijo que este país es inmensamente desigual.


Le salió al paso a la crítica rastrera de sus contradictores, quienes ante su incapacidad intelectual y ética sobre todo para argumentar, acuden a la injuria y a la calumnia infame y rastrera. “Han dicho – dijo – que Jaramillo es comunista, guerrillero, terrorista, que le pegó a la mamá, que es marihuanero…todo lo que ustedes se les pueda ocurrir”. 


Es más, han dicho que odia a los ricos y a los empresarios. Al respecto dijo el dirigente político que no odia a los ricos, ni pretende empobrecerlos, lo que busca es enriquecer a los pobres.


La página web: www.pacocol.org captó apartes de su aplaudida intervención, así:


“Colombia es el país más desigual que hay en Latinoamérica después de Haití. Aquí hay unos que lo tienen todo y hay otros que no tienen nada. Un país inmensamente desigual. Mientras esas desigualdades se sigan presentando en este país van  a seguir habiendo conflictos”.


“Se podrá arreglar el conflicto rural. Las Farc es eminentemente es una fuerza beligerante armada, rural. Vamos por un camino de una solución. Todos esperamos que haya solución. Pero, siguen los conflictos sociales que no están resueltos. Y en este país hay doce millones de campesinos, de los cuales el 80 por ciento son pobres. En Ibagué, el 75 por ciento de los campesinos son pobres, mientras en la zona urbana el 30 por ciento son pobres. Vea la relación desigual”.


“Ahora, ¿Por qué somos diferentes? Porque nuestra lucha no es en favorecer a los ricos, nuestra lucha es buscar una mayor equidad social. Entonces me dicen: Es que Jaramillo es Comunista, guerrillero, terrorista, que le pegó a la mamá, que es marihuanero… todo lo que a ustedes se les pueda ocurrir”.


“Decía Sócrates que cuando termina el debate y pierde el contradictor el debate lo único que le queda es injuriar y calumniar. No le queda nada más”.


“Y me dicen que yo soy enemigo de los empresarios y de los ricos. No. Nosotros sabemos que se necesitan los empresarios, que hay un capital, que el capital se ha impuesto en el mundo. Pero, lo que nosotros no aceptamos es que nosotros seamos los siervos, que nosotros tengamos que servirle al capital. Nosotros queremos es que el capital nos sirva a nosotros. Al contrario. Nosotros no estamos interesados en empobrecer a los ricos, estamos interesados en enriquecer a los pobres, que es muy diferente y el Estado es el que tiene que contribuir a mejorar las posibilidades de bienestar de las gentes más necesitadas y los más necesitados son los campesinos de Colombia y en Ibagué, los más necesitados son ustedes, así sea una minoría, porque el campesino en Ibagué, a pesar de que el 93 por ciento del territorio es rural, ustedes son una población minoritaria”.


“Para nosotros ustedes sí son una población importante, porque representan algo que nosotros queremos y es la soberanía alimentaria. Nosotros no estamos de acuerdo con que un país como este dependa de fuerzas extranjeras y de países extranjeros para poderse alimentar”.


“Esa es la diferencia. Mientras el sistema capitalista neoliberal pretende que como el alimento puede ser más barato en Estados Unidos, cómprelo a los Estados Unidos, así sacrifiquemos a los campesinos. Nosotros pensamos de una manera diferente. Comprémosle al colombiano para que no se empobrezca, pueda vivir como un ciudadano de primera, tenga la posibilidad de enriquecerse y no tengamos nosotros mañana que depender de Estados Unidos, Argentina, Brasil para poder comprar los alimentos. Por eso hay que tener soberanía alimentaria. No la tenemos en estos momentos”.


“Es necesario que el campesino se integre. ¿Por qué el campesino es débil? Porque no se organiza, porque no está organizado. Ustedes no son suficientes para ir hacer una protesta frente a la alcaldía, porque entonces pierden todo el día, no pueden hacer harto escándalo. Son un sector inmensamente débil y abandonado de este país, del establecimiento como lo ha creado”.


“Ahí, es donde ustedes tienen que entender por qué nos diferenciamos nosotros, porque otros partidos y no los quiero mencionarlos, defienden ese sistema económico, en donde el campesino debería desaparecer para ellos. Es un estorbo. No les importa traer la comida de afuera, les sale más barato en muchas ocasiones. Nosotros entonces defendemos es la soberanía alimentaria de nuestro país. Por eso ustedes no se pueden equivocar. Menos los campesinos. Se pueden equivocar otras personas, menos los campesinos”.


“La política siempre ha estado en este país siempre ha estado orientando de que el campo poco importa, siempre el campesino abandonado a tal punto – por ejemplo – no ha habido reforma agraria, mientras que aumentan los feudos y se amplían las tierras de los grandes propietarios. El modelo de desarrollo de este país en agricultura no está contemplada para los campesinos, está contemplada es para las grandes empresas. Por eso, usted ve grandes plantaciones, la gran mayoría de los recursos de este país están orientados hacia la Palma Africana en zonas de guerra, en zonas como Chocó, donde están los negros, en zonas indígenas donde están, en zonas campesinas, en zonas de los Llanos Orientales, en donde grandes empresas son subsidiadas y reciben el incentivo hasta del 40 por ciento de lo que produce. Establecer una hectárea de Palma Africana cuesta aproximadamente $15 millones de pesos, la hacen los grandes terratenientes y les entregan el 40 por ciento del ICR o sea que le rebajan el 40 por ciento del crédito. Cuándo ustedes han recibido un crédito donde diga que no va a pagar sino el 60 por ciento. Ninguno. Esa es la diferencia que nosotros marcamos en relación con  los demás candidatos”, concluyó.





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