lunes, 6 de abril de 2020

Recordar conceptos elementales de política

Por Nelson Lombana Silva

Leer el hermoso poema de Bertold Bretche: “El Analfabeta político”, da para pensar en la necesidad de contrarrestar este fenómeno en el pueblo común y corriente. No hacemos referencia exclusivamente al iletrado, son miles de universitarios y profesionales “analfabetos políticos”.


En ese contexto queremos hacer mención a dos conceptos muy comunes en este pueblo: “Odio la política” y “No vivo de la política”. Haciendo una brevísima relación histórica, Savater sostiene que “los antiguos griegos, a quien no se metía en política lo llamaban idiota; una palabra que significa persona aislada sin nada que ofrecer a los demás, obsesionada por las pequeñeces de su casa y manipulada, al fin de cuentas por todos”.

Por su parte, el filósofo Aristóteles (384 – 322 a. c.), dice: “Todo Estado es, evidentemente, una asociación, y toda asociación no se forma sino en vista de algún bien, puesto que los hombres, cualesquiera que ellos sean, nunca hacen nada sino en vista de lo que les parece ser bueno. Así, podríamos decir, el Estado tiene directa relación con la política.

Rosental e Iudin, señalan: “Política es la participación en los asuntos del Estado, la orientación del Estado, la determinación de las formas, de las tareas y del contenido de la actividad estatal”.

Antonio Gramsci, por su parte, señala: “Existen realmente gobernados y gobernantes, dirigentes y dirigidos”. A su vez, V.I. Lenin, sostiene que el Estado no ha existido siempre: “La historia demuestra que el Estado, como aparato especial de coerción de los hombres, surgió únicamente en el lugar y en la época en que apareció la división de la sociedad en clases”. Agrega: “A medida que surge y va afianzándose la división de la sociedad en clases, a medida que surge la sociedad de clases, surge y se afianza también el Estado”. Concluye: “El Estado es una máquina para mantener el demonio de una clase sobre otra”.

Definición etimológica

Al plantear la definición etimológica, estamos haciendo referencia al origen de la palabra y su significado, su raíz. Política es una palabra latina: “Politicus” y este del griego que traduce: Civil, relativo al ordenamiento de la ciudad o los asuntos del ciudadano.

La principal característica de la política es el Poder. Es decir, la Política es el ejercicio del Poder. Ahora: El poder no es una cuestión abstracta, es concreto. Dic Fernando Savater: “La política no es más que el conjunto de las razones para obedecer y de las razones para sublevarse”. Aristóteles, también sostenía que el hombre es “un animal político por naturaleza”.

¿Cómo politizar la masa, el pueblo?

Históricamente, los comunistas han centrado su preocupación en politizar las masas, para que dejen de ser objeto y pasen a ser sujetos. Esa ha sido su preocupación. La razón es elemental: Un pueblo formado políticamente es dueño y protagonista de su propio destino, su propia historia. Ha centrado su accionar en forjar cuadros con formación intelectual y ética revolucionaria. Es decir, teóricos y prácticos. Camaradas que enseñen más con el ejemplo que con la palabra, como diría el héroe cubano José Martí, al decir: “Las palabras conmueven, pero los ejemplos arrastran”.

Comprender, asimilar y practicar la doctrina marxista y leninista, es decir, el comunismo, no es tarea fácil. Un cuadro se forja entre 20 y 30 años. ¿Qué es un cuadro comunista? Álvaro Cunhal, contesta: “Todos los miembros del Partido pueden ser cuadros del Partido, pero mucho no lo son de hecho. Son cuadros los miembros del Partido, que desempeñan tareas responsables en cualquier escalón. Pero también son cuadros todos aquellos que se esfuerzan abnegadamente en el cumplimiento de sus tareas, cualesquiera que ellas sean”. Subraya: “Cuando se aborda la política de cuadros del Partido, se mencionan en general tres aspectos fundamentales: El conocimiento de los cuadros, su preparación y formación y su selección y promoción”.

Palabras finales

La política es como la savia que nutre la existencia del hombre en función social. Nadie se puede declarar apolítico. Decirlo, es asumir una posición política. Lo que sucede es que el tejemaneje político casi que ha sido paternidad de la clase dominante. Clase por cierto que la ha degradado escandalosamente, puesto que a nombre de ella, se sirve esta reducida clase oligárquica en detrimento de la inmensa mayoría.

Se dice que el apoliticismo es una forma de protestar. Podría ser cierto. Pero, en realidad es una postura errónea. Esa expresión muy escuchada en la masa: “Yo no estoy ni con el uno, ni con el otro. Todos son lo mismo”, es en realidad una postura reaccionaria que beneficia a la clase oligárquica, a la clase dominante. Uno de los sectores más conservadores que tiene el país es el magisterio, protesta cuando le afectan el bolsillo, pero llegan las elecciones y vota por los partidos tradicionales o, sencillamente, se abstiene con el manido cuento que no está ni con uno ni con el otro. Por supuesto, hay numerosas excepciones.

Así, mientras el pueblo no se politice, la perspectiva de un cambio estructural en Colombia será muy difícil. En la sociedad, la política es como la médula espinal. Hay que estudiarla y materializarla en la práctica.

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