jueves, 16 de abril de 2020

Colombia produce y EE.UU. consume cocaína

Por Nelson Lombana Silva

La realidad terrible señala que Colombia es el mayor productor y Estados Unidos el mayor consumidor de cocaína, a nivel mundial. La economía de estos dos países está permeada por la dinámica de los diversos psicoactivos que las mafias se han creado para embrutecer y envenenar a la humanidad. Los denominados “dineros calientes”, utilizados por los gobiernos de estos países, han sido utilizados para los sucesos terroristas más infames.


La izquierda colombiana y diversos sectores democráticos, han denunciado que el estado colombiano viene siendo manejado en todos los niveles por mafiosos, comenzando por el ex presidente y actualmente senador de la república, Álvaro Uribe Vélez. Muchos ex presidentes de la república (por no decir que todos), han financiado sus campañas a punta de narcotráfico. Álvaro Uribe Vélez, siendo director de la aeronáutica civil permitió la construcción de varias pistas clandestinas a Pablo Escobar Gaviria y a otros renombrados mafiosos para que sacaran la pasta del país con destino a Estados Unidos y otros países del mundo. Es más: La CIA tiene claro y completo el prontuario del ex presidente Uribe Vélez. Incluso, lo tiene clasificado como el narcotraficante número 82.

Con dolor de patria, hay que reconocer que este es un estado mafioso, como valientemente lo han venido denunciando el ex candidato presidencial por la Colombia Humana – Unión Patriótica, Gustavo Petro Urrego y muchos senadores más como Aída Abella Esquivel, Gustavo Bolívar, Iván Cepeda Castro, entre otros. De igual manera, el Partido Comunista Colombiano y otras organizaciones de izquierda, incluso, sectores democráticos.

De igual manera, tampoco es un secreto que Estados Unidos, ha utilizado dineros del narcotráfico para cruentas operaciones encubiertas, ganar elecciones e invadir países en distintas partes del mundo. También es un estado mafioso y criminal por excelencia. Las relaciones internacionales de Estados Unidos y Colombia están narcotizadas.

Con ese prontuario tan amplio en las lides del narcotráfico, Estados Unidos, en su acorralamiento por los resultados deplorables en la contención de la pandemia del coronavirus, busca desesperadamente crear “cortinas de humo” para distraer la opinión pública. Ya colocó la flotilla bélica para hostigar al hermano pueblo bolivariano de Venezuela calculando la invasión militar; pero no contento con eso, maniobra una falacia más contra la heroica y revolucionaria Cuba, acusándola de tener nexos con el narcotráfico y la mafia internacional. ¡Qué bellaquería!

Si hay pueblos en el mundo que han rechazado la pandemia del narcotráfico con decisión y coraje, sin vacilación de ninguna naturaleza, ha sido Cuba a partir del triunfo de la revolución socialista el 1º de enero de 1959. Incluso, desde antes. Basta estudiar la disposición número 6 de la administración civil del territorio libre en la Sierra Maestra, del 7 de octubre de 1958. Estas determinaciones radicales tomadas allí, hicieron que connotados mafiosos estadounidenses y cubanos, salieran en estampida del país. Dichas medidas se profundizan y masifican una vez triunfa la revolución socialista y se comienza a erradicar los casinos, los prostíbulos y demás antros propios de los mafiosos de la época. La revolución es implacable contra el narcotráfico, porque deteriora la vida humana, genera violencia y dependencia.

Recordemos más recientemente las duras y dolorosas medidas que tomó la revolución contra traidores que quisieron ponerse de lado del narcotráfico, inclusive, generales y héroes de la revolución. Fue una medida dolorosa, pero radical que puso fin a esos infames procederes. También vale recordad que en 1966, informe mezquino del senado de Estados Unidos, acusaba al comandante Fidel Castro de contrabandear heroína procedente de China hacia Estados Unidos para dizque financiar actividades guerrilleras en América Latina. Calumnias infames. Mentiras que ha echado a rodar por sus medios de comunicación, sin ética y sin respeto por veracidad que debe tener la noticia.

Cuba ha dado ejemplo en todos los terrenos posibles. Por eso, los montajes que pretende montar el demente presidente gringo, Donald Trump, merecen todo el desprecio y repudio generalizado en el mundo entero. Nada tiene que ver con la realidad. Tampoco la calumnia contra este país isleño ha sido de ahora, miles y miles han diagramado con resultados nefastos. Cuba seguirá escribiendo la historia con decisión y coraje.

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