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| Germán Vargas Lleras. Foto: Canal Tropical |
Por Nelson Lombana Silva
La campaña por la presidencia de la república se enturbia una vez más por obra y gracia de la derecha y la extrema derecha. Mueven las fichas esta sucias y criminales maquinarias electorales exclusivamente para mantener el gobierno controlado y así disfrutar las mieses del poder oligárquico en contra del pueblo colombiano.
Allí, no hay ni ideología, ni argumentos, ni planteamientos de un programa para conjurar la dramática situación del pueblo colombiano. Eso no importa. Lo que importa es montar el tinglado para llegar y seguir con lo mismo y con las mismas.
Germán Vargas Lleras, uno de los personajes más antipáticos que hay en Colombia por su forma de actuar, pero, sobre todo, por su pensamiento fascistoide, se mueve en la sombra de la corrupción añorando la reinvención del antidemocrático esperpento del Frente Nacional, que inauguró un familiar suyo, el muelón Alberto Lleras Camargo y que siguió el conservador Guillermo León Valencia.
Ante la negatividad en las encuestas Germán Vargas Lleras se bate como león herido buscando alianzas hasta con el diablo. En este caso busca desesperadamente a los nostálgicos conservadores para cumplir sus apetitos personales.
Ya en días anteriores, “accidentalmente”, se había encontrado en Manizales, en el mismo hotel, con el narcotraficante número 82, Álvaro Uribe Vélez. Diríase que la oligarquía está alerta, dispuesta a hacer lo que tenga que hacer, para no colocar en peligro sus intereses de clase.
Clara López Obregón, se convierte de la noche a la mañana en fórmula vicepresidencial de Humberto de la Calle Lombana, cuyo único mérito suyo es afirmar de dientes para afuera que defiende el proceso de paz acordado en la Habana (Cuba).
Para todos ellos, la prensa en su totalidad sobredimensionando cualquier charada, por estúpida que sea. Mientras que a los candidatos probos y consecuentes con los intereses de clase del pueblo silencio sepulcral, tergiversación y calumnias a granel.
Es toda una payasada que el pueblo debe saber desenmascarar para asumir una postura consecuente con su clase, porque realmente quien decide son los gremios económicos, sobre todo los oligopolios del grupo Santo Domingo, Carlos Ardila Lule, los Cacaos de Medellín y la gran mafia, pues son ellos los que colocan el billete.
El pueblo vota, pero no elige. Elige los gremios económicos sobre la base de los intereses de clase.
Parece que suene muy cursi o manido decir que la oligarquía no entregará su reinado con poemitas y caricias, por las buenas, pero es la verdad. El poder a esta rancia oligarquía liberal – conservadora, hay que rapárselo y de qué manera.
Todos sabemos la fórmula inexorable para hacerlo. No hay que colocarle misterios: La unidad. Una unidad orgánica, dialéctica y consecuente con el momento histórico que vive el país.
Hay que hacerlo, pero con claridad y reglas claras, para no tener más desengaños. Los minutos, horas y días venideros, serán cruciales para que una verdadera alianza democrática se cristalice, porque así divididos será muy difícil estar en la segunda vuelta. La política es de emociones, pero sobre todo de realidades.
Es indudable un despertar nacional. A pesar de la incomunicación la masa se viene moviendo con una forma de pensar distinta. Esa estrategia perversa del miedo que tanto usa Uribe y su patota al parecer comienza a hacer agua, hay una concepción nueva que se abre paso producto de varios factores, entre ellos, el papel fundamental de los medios alternativos e incluso, las redes sociales.
En esa dinámica se hace necesario apoyar los medios alternativos que tenemos, hacer uso correcto de ellos, y desde luego, apoyar nuevas iniciativas. El Sindicato de Trabajadores Agrícolas del Tolima (Sintragritol), viene impulsando una emisora virtual. Eso es importante y hay que apoyarlo sin vacilaciones para seguir profundizando la batalla ideológica con decisión y profundidad.
Interpretar el momento político será fundamental para librar una dura batalla en las urnas, una disputa desigual, pero fundamental, en la dinámica de hacer democracia y soñar con un país al alcance de todos y todas.
El ramillete de candidatos presidenciables de la decencia es maravilloso, hay que tender puentes de unidad, para cerrar de una vez por todas el regreso melancólico y tétrico del Frente Nacional en cabeza del delfín Germán Vargas Lleras y su cohorte.
Vargas Lleras agrede a su escolta
La campaña por la presidencia de la república se enturbia una vez más por obra y gracia de la derecha y la extrema derecha. Mueven las fichas esta sucias y criminales maquinarias electorales exclusivamente para mantener el gobierno controlado y así disfrutar las mieses del poder oligárquico en contra del pueblo colombiano.
Allí, no hay ni ideología, ni argumentos, ni planteamientos de un programa para conjurar la dramática situación del pueblo colombiano. Eso no importa. Lo que importa es montar el tinglado para llegar y seguir con lo mismo y con las mismas.
Germán Vargas Lleras, uno de los personajes más antipáticos que hay en Colombia por su forma de actuar, pero, sobre todo, por su pensamiento fascistoide, se mueve en la sombra de la corrupción añorando la reinvención del antidemocrático esperpento del Frente Nacional, que inauguró un familiar suyo, el muelón Alberto Lleras Camargo y que siguió el conservador Guillermo León Valencia.
Ante la negatividad en las encuestas Germán Vargas Lleras se bate como león herido buscando alianzas hasta con el diablo. En este caso busca desesperadamente a los nostálgicos conservadores para cumplir sus apetitos personales.
Ya en días anteriores, “accidentalmente”, se había encontrado en Manizales, en el mismo hotel, con el narcotraficante número 82, Álvaro Uribe Vélez. Diríase que la oligarquía está alerta, dispuesta a hacer lo que tenga que hacer, para no colocar en peligro sus intereses de clase.
Clara López Obregón, se convierte de la noche a la mañana en fórmula vicepresidencial de Humberto de la Calle Lombana, cuyo único mérito suyo es afirmar de dientes para afuera que defiende el proceso de paz acordado en la Habana (Cuba).
Para todos ellos, la prensa en su totalidad sobredimensionando cualquier charada, por estúpida que sea. Mientras que a los candidatos probos y consecuentes con los intereses de clase del pueblo silencio sepulcral, tergiversación y calumnias a granel.
Es toda una payasada que el pueblo debe saber desenmascarar para asumir una postura consecuente con su clase, porque realmente quien decide son los gremios económicos, sobre todo los oligopolios del grupo Santo Domingo, Carlos Ardila Lule, los Cacaos de Medellín y la gran mafia, pues son ellos los que colocan el billete.
El pueblo vota, pero no elige. Elige los gremios económicos sobre la base de los intereses de clase.
Parece que suene muy cursi o manido decir que la oligarquía no entregará su reinado con poemitas y caricias, por las buenas, pero es la verdad. El poder a esta rancia oligarquía liberal – conservadora, hay que rapárselo y de qué manera.
Todos sabemos la fórmula inexorable para hacerlo. No hay que colocarle misterios: La unidad. Una unidad orgánica, dialéctica y consecuente con el momento histórico que vive el país.
Hay que hacerlo, pero con claridad y reglas claras, para no tener más desengaños. Los minutos, horas y días venideros, serán cruciales para que una verdadera alianza democrática se cristalice, porque así divididos será muy difícil estar en la segunda vuelta. La política es de emociones, pero sobre todo de realidades.
Es indudable un despertar nacional. A pesar de la incomunicación la masa se viene moviendo con una forma de pensar distinta. Esa estrategia perversa del miedo que tanto usa Uribe y su patota al parecer comienza a hacer agua, hay una concepción nueva que se abre paso producto de varios factores, entre ellos, el papel fundamental de los medios alternativos e incluso, las redes sociales.
En esa dinámica se hace necesario apoyar los medios alternativos que tenemos, hacer uso correcto de ellos, y desde luego, apoyar nuevas iniciativas. El Sindicato de Trabajadores Agrícolas del Tolima (Sintragritol), viene impulsando una emisora virtual. Eso es importante y hay que apoyarlo sin vacilaciones para seguir profundizando la batalla ideológica con decisión y profundidad.
Interpretar el momento político será fundamental para librar una dura batalla en las urnas, una disputa desigual, pero fundamental, en la dinámica de hacer democracia y soñar con un país al alcance de todos y todas.
El ramillete de candidatos presidenciables de la decencia es maravilloso, hay que tender puentes de unidad, para cerrar de una vez por todas el regreso melancólico y tétrico del Frente Nacional en cabeza del delfín Germán Vargas Lleras y su cohorte.
Vargas Lleras agrede a su escolta
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