Camarada Aureliano Liberato Olaya, lee el semanario VOZ en su lecho de enfermo. Foto Nelosi. |
El veterano dirigente comunista, Aureliano Liberato Olaya, nacido el 12 de diciembre de 1942, en el municipio de Anzoátegui (Tolima), fue accidentado siendo fracturado el fémur de una de sus extremidades inferiores, en la ciudad de Ibagué, el pasado 14 de enero en horas de la mañana cuando se dirigía a su oficina.
Una moto a gran velocidad colisionó con la suya llevando la peor parte el dirigente comunista. Gracias a su vitalidad física pudo soportar la cirugía y se encuentra en su habitación recuperándose. Liberato Olaya es uno de los comunistas más estimados en el Tolima por su humanismo y sus profundas convicciones ideológicas y políticas.
Ha sufrido persecución, amenazas, intentos de ser asesinado, ha estado varias veces prisionero en las mazmorras del régimen, no obstante, se mantiene firme y consecuente predicando la unidad y los principios básicos del comunismo. No es un hombre de discurso, es ante todo un hombre de acción y compromiso revolucionario.
Desde su lecho de enfermo y recuperación, el camarada Aureliano Liberato Olaya, adelanta una intensa campaña política de cara al debate electoral que se desarrolla en todo el país. Hace un ferviente y caluroso llamado al pueblo colombiano a apoyar los candidatos de la izquierda, izquierda, a votar por la paz con justicia social y por los cambios que necesita el país con suma urgencia.
Madrugar a votar, disputándole cuerpo a cuerpo el poder a la rancia y criminal oligarquía que no representa los intereses del pueblo, sino los intereses de la clase opulenta que siempre ha ostentado el poder político.
Señala que la “izquierda, izquierda, debe enfrentar el debate electoral con alegría, entusiasmo, con voluntad, con cariño y con amor”.
Dijo también que no hay que dejarnos ganar de los violentos, no se puede arrear la bandera de la paz. Por el contrario. Hay que izarla para cerrarle el paso a los violentos. La paz nos beneficia a todos, en cambio la guerra solo beneficia a los ricos, los que nunca van al campo de batalla, señaló.
La página web: www.pacocol.org lo visitó para expresarle la solidaridad y de paso recoger sus importantes opiniones sobre el histórico momento que Colombia. El reportaje es el siguiente
Camarada Aureliano Liberato Olaya, lee el semanario VOZ en su lecho de enfermo. Foto Nelosi. |
- Camarada Liberato Olaya: Fue víctima usted de un accidente de tránsito en la ciudad de Ibagué. ¿Cómo fueron los hechos?
El accidente fue el domingo 14 de enero, a las 7:30 de la mañana.
- ¿Cómo fueron los hechos, camarada?
Atravesando la carrera cuarta Ferrocarril, hacia la calle 26, me atropelló otro motociclista que iba irresponsablemente disparado.
- ¿Cuáles fueron las consecuencias de este accidente para usted, camarada Aureliano Liberato Olaya?
Afortunadamente gozo de excelente salud y estado físico, pues manejo conocimientos para mantener alentado, sin necesidad de médicos, ni medicamentos, ni vitaminas. Eso me permitió una recuperación rápida en la clínica, clínica que me ofreció un excelente servicio del cuerpo médico y paramédico que me atendió oportunamente desde un principio.
Rápidamente me hicieron muchos exámenes saliendo favorecido. Me hicieron dos radiografías, porque la primera no era muy confiable, según el médico.
Por la tarde, el especialista dijo que tenía una fisura en mi cadera, ordenando la cirugía la cual se realizó hacia la una de la mañana del siguiente día, la que tuvo una duración de casi dos horas, siendo un éxito total, razón por la cual la recuperación es altamente satisfactoria.
- El principal testigo de excepción de la cirugía fue usted mismo toda vez que no lo anestesiaron totalmente. ¿Cómo la describiría en estos momentos?
Me colocaron anestesia dorsal durmiendo la parte inferior de mi cuerpo para poder maniobrar la pierna y la cadera fracturada, usando la tecnología del momento y con gran sapiencia y rapidez.
- ¿Usted vio totalmente el proceso de la cirugía?
En parte sí. Yo me di cuenta que movían la pierna, la cambiaban de posición. Vi en una especie de televisor la forma como introducían los tornillos, lo cual genera cierta angustia al pensar cómo va a reaccionar.
Se advierte en el especialista mucha precisión, capacidad y responsabilidad para incrustarme cuatro tornillos para afianzar la parte fisurada y recuperar así con el respectivo cuidado, la movilidad de la pierna para volver a caminar.
- ¿Cuánto tiempo duró hospitalizado?
Me entraron el domingo a las 9:00 de la mañana y salí el lunes a las 3:30 de la tarde con destino a mi habitación.
- ¿Cómo ha sido su recuperación?
Dentro de las limitaciones de acuerdo a las recomendaciones médicas, me he sentido bien y pienso que me vengo recuperando rápidamente. Me dieron pastas para el dolor, pero realmente son muy pocas las que he tomado pensando en que no debo estar dopado. Me he tomado hasta ahora sólo la mitad de las pastas recetadas.
Considero que entre menos tome mejor, porque me doy cuenta del proceso de recuperación que se viene dando. Me siento excelentemente bien, agradecido con la vida y bastante recuperado.
- ¿Cómo son las relaciones con la persona que lo accidentó?
Las relaciones son como deben ser, porque el personaje es un hombre joven de 27 a 30 años de edad. Estaba muy preocupado por mi salud, él realmente lo que sufrió fue muy leve.
Hemos tenido un permanente intercambio amistoso supremamente agradable, donde nos venimos entendiendo. Esto porque nosotros debemos ser humanistas, solidarios y conscientes; intercambiar estas experiencias en el transcurso de nuestras vidas para corregir los errores y evitar que se presenten accidentes por la imprudencia y la fatal velocidad mal administrada.
- ¿Cuánto tiempo de incapacidad le formuló el galeno?
El doctor me dijo que una cirugía de esta naturaleza era para cuatro o cinco meses de incapacidad, pero entendiendo mi fortaleza física a los 75 años de edad, me dijo que solamente me daba un mes de incapacidad.
Desde luego, con el compromiso de acatar algunas recomendaciones precisas. Dijo que me veía evolucionando increíblemente y que la movilidad de la pierna era grande y positiva.
- Camarada usted en su lecho de enfermo y haciendo política. ¿Qué lo anima?
Camarada: Lo que ocurre es que nosotros siempre desde que éramos niños que vimos la tragedia cuando mataron al doctor Jorge Eliécer Gaitán, en el municipio de Anzoátegui (Tolima), llegaron a matar a todos los que no eran conservadores. Entonces, nosotros perdimos todos los bienes, el ganado, las cositas y fuimos desplazados, como hoy en día sigue ocurriendo en Colombia, de una forma más “tecnificada”, pero, de todas maneras, es la misma forma de reprimir la sociedad pobre y humilde, utilizando armas súper tecnificadas.
Afortunadamente, estamos viviendo un proceso muy bonito, muy importante, muy promisorio, muy esperanzador, para que de pronto las personas que han manejado la infraestructura económica y política del país, y que han tenido en su mente que solo ellos son los que tienen que manejar las riendas de la política, de la economía, de la salud y de todo lo que tiene que ver con un estado tan valioso, tan importante y ubicado en el contexto universal como es Colombia y que lo han llevado a un sitial donde nos duele tanto, tanta tragedia, tanto huérfano, tantos jóvenes que se llevan para diferentes manifestaciones de la guerra, de la policía, del ejército, de la guerrilla, del narcotráfico, de la delincuencia común, del paramilitarismo, donde una persona que es pobre, donde no le puede exigir nada la vida porque su mamá quedó viuda, huérfana o abandonada por su esposo y tuvo varios hijos y le tocó luchar intensamente para sacarlos adelante, pero entonces ella por estar mirando la posibilidad de la sobrevivencia de esos pelaos, pues entonces, ellos no tuvieron ni el papá ni la mamá que los educara y cuando un peladito ya tiene determinada edad, siete, diez, doce años, ya se le pega a un camión, ya se va a rebuscarse la comida, la sobrevivencia, lo que sea, y comienza a coger resabios, empieza a sufrir, empieza a defenderse como pueda, entonces a estos personajes los están utilizando los narcotraficantes, los paramilitares, los militares; muchos de ellos son uniformados y asesinados ocurriendo lo que se conoce como “falsos positivos”, perdiéndose así la vida, la esperanza de una juventud que debería estar estudiando, capacitándose, haciendo deporte y creando las condiciones de un futuro promisorio y diamantino.
La realidad es que esta guerra que se proyecta acabar con el proceso de paz, hace que así nosotros estemos casi que tullidos o accidentados o incluso, en la cárcel, porque en el caso particular he estado en ella por ser consecuente con los movimientos que se han enfrentado a este sistema oligárquico, caso por ejemplo, de la Unión Patriótica, sea decir que yo hice parte de la junta patriótica municipal cuando se formó en el gobierno de Belisario Betancur y que tanta alegría me daba al ver que iba a haber paz, que iba a ver cambios, los pobres de este país iban a tener soluciones, educación, salud, vivienda, pero la criminalidad de la clase gobernante ahogó en sangre esa esa esperanza en toda la nación.
Sin embargo, ahora tenemos la seguridad y la esperanza que eso no volverá a suceder, aunque está sucediendo, pero la fuerza del pueblo habrá de impedirlo y como dijera el Papa Francisco: “Cacheteemos la libertad” para cerrarle el paso a esos violentos que no saben defender sus intereses de clase sino utilizando la violencia, la muerte y la destrucción.
Yo quisiera decir desde este lecho de enfermo y de recuperación al pueblo colombiano, sobre todo a los que no entienden que la paz es alegría, vida y futuro, sucesos que están presentes en la tolerancia, en la comprensión y en el amor. La palabra como leía en un documento, es pequeña para medir su verdadero potencial, grande es aquel que es capaz de transformar la voz del viento en algo aún más dulce gracias a su gran capacidad de amar.
Eso es lo que tenemos que interpretar y eso es lo que yo entiendo y por eso yo como técnico dental, siempre he estado a la vanguardia para que haya los cambios para favorecer a este pueblo marginado por esta rancia oligarquía colombiana.
Esas son las razones por las cuales pienso que no puedo hacer pausa por accidente y desde esta cama seguir predicando la unidad del pueblo colombiano para que la paz se transforme en cambios sustanciales para el pueblo humilde.
- Vale destacar su optimismo sobre el proceso de paz que se viene desarrollando en Colombia, pero todo indica que el genocidio que sufrió la Unión Patriótica no para, se sigue desarrollando el exterminio. Más de 30 ex guerrilleros han sido asesinados, más de 175 líderes populares en el año que terminó. Y mientras la izquierda se inclina por la paz, la derecha se empecina en la violencia contra el pueblo. ¿Cómo analiza usted este momento que vive el país con todas estas duras contradicciones?
Esta es precisamente la gran incertidumbre que todos nuestros compatriotas consideramos que no debe seguirse dando. Es importante que estos señores que manejan el país de una manera oscura y poco clara, que han cometido errores garrafales y que no les ha temblado las manos para dirigir las directrices de la guerra contra el pueblo, que tienen el cinismo de reír cuando matan 70 personas metidas en el monte actuando como guerrilleros y hacen alarde de haber matado a los comandantes farianos Alfonso Cano, Raúl Reyes, al Mono Jojoy, no es postura de un estado democrático y sensato, inteligente y vía de solucionar las contradicciones y las diferencias y sostenerse manejando políticamente con honradez el país.
Se puede de pronto dar la situación de que sigan asesinando muchas personas, pero no podemos por eso arrear la bandera de la paz y bajar la guardia, hay que decirles a los señores del poder, a los señores de la guerra, que ellos no van a ser eternos aun usando estos métodos de violencia, el pueblo sabrá sobreponerse con la bandera limpia de la paz con justicia social.
Hoy más que nunca debemos levantar con fuerza el discurso de la paz, el discurso de la tolerancia y el discurso de la unidad. No hay que dejarnos derrotar de aquellos que alimentan la guerra, pero nunca van a ella. Hay que hacerles entender que la guerra solo genera guerra, mientras que la paz genera vida, humanismo, desarrollo y justicia social.
El pueblo en la medida en que tenga acceso a la tierra, a la vivienda digna, a la educación, a la salud, las condiciones de vida irán cambiando para todos, incluso, para los ricos que podrán moverse libremente porque no habrá hambrientos, ni miserables buscando la oportunidad para secuestrarlos. La paz nos sirve a todos, la guerra, en cambio, favorece exclusivamente a la clase dominante.
- Camarada Liberato: Usted ha sido un comunista integral, disciplinado, respetuoso de los principios leninistas de organización, ha dado cátedra de compromiso y lealtad hacia los principios básicos del comunismo. ¿Cómo analiza usted la postura de las izquierdas todas desunidas hasta ahora, mientras la burguesía sí se encuentra prácticamente unida?
Esto es lo más grave que viene pasando al grupo de las personas que de pronto dicen en un momento dado ser esperanzadoras de cambios y fortalecedoras del proceso de paz que se dio en la Habana, pero vamos a unas elecciones y entonces cada cual tiene unos apetitos burocráticos individuales y personalistas, olvidándose que solamente la unidad hace posible la lucha y los cambios radicales que necesita Colombia.
No nos engañemos. Hay una cantidad de líderes campesinos, indígenas, de negritudes, de estudiantes, de profesores, de motociclistas, de taxistas, los profesionales, los abogados, los jueces, los magistrados, todos necesitamos, pero sobre todo los hijos de nuestros hijos, necesitamos un nuevo país y ese nuevo país lo construyen la izquierda con la unidad y con el pueblo movilizado. Pero, hay personajes que irresponsablemente dicen: Yo me inscribo porque tengo los votos suficientes, pero resulta que no tiene ni el voto de su esposa, ni los votos de su familia, pero sí divide y esa división, debilita las posibilidades de un cambio real en Colombia.
Esa conducta ayuda a los mismos con las misas, a esa derecha que llega al poder a punta de lechona, comprando votos, haciendo promesas, amenazando y engañando. Mire usted, cómo esos personalismos de personas que posan de izquierda le hacen tanto daño a la unidad del pueblo colombiano. Eso hay que considerarlo claramente.
Estos falsos dirigentes de izquierda desdibujan la esencia pura y doctrinaria que encarna la izquierda, abren el camino para que la gente sin saber llegue a la conclusión que es lo mismo la izquierda que la derecha. Mire usted el daño tan grande que hacen estos horribles personalismos.
- Así las cosas, camarada Liberato Olaya, ¿Cómo debe la izquierda, izquierda, enfrentar el debate electoral de 2018?
Debe ser con alegría, con entusiasmo, con voluntad, con cariño, con amor. Es decir, lo primero que uno tiene que hacer es vestirse, bañarse e ir a hacer la fila para dar ese voto, para que el que salga más óptimo, con la mayor representatividad de acuerdos a sus propuestas, un programa construido colectivamente de un pueblo que lo viene aclamando a gritos esos cambios a favor de todos y todas, se haga realidad. No hay que mirar para la derecha hay que mirar siempre hacia la izquierda, con decisión, pero sobre todo con esperanza y conciencia de clase. Levantar la unidad y rechazar los personalismos.
Hay que hacer un solo río caudaloso de votos conscientes y limpios para llevar a los verdaderos líderes que interpretan el querer y el sentir del pueblo colombiano. Lo más granado está en la izquierda, por eso hay que votar por los candidatos de izquierda. Tener claro la defensa de la paz con justicia social, la honestidad y la transparencia.
La izquierda debe enfrentar este debate electoral con claridad, con sensatez y con unidad, insisto.
- ¿Qué opina usted de los pre candidatos presidenciables de izquierda que han ido aflorando?
Hay personajes en este bello ramillete que han hecho suficientes méritos para llegar a la presidencia de la república, porque se han enfrentado en debates con decisión y coraje en distintos escenarios al enemigo de clase, saben los tejemanejes del poder, además, tienen autoridad moral y política, capacidad intelectual, porque ante todo son pueblo como cualquiera de nosotros y se han preocupado por superarse.
Estos ilustres personajes han demostrado capacidad y liderazgo, desde distintos escenarios. Veamos: Gustavo Petro, Timoleón Jiménez, Piedad Córdoba, Clara López, Imelda Daza e incluso, el mismo Fajardo. Todos ellos, tienen suficientes méritos para gobernar a Colombia con honestad, transparencia y liderazgo. Ellos deben unirse y ponerse de acuerdo para hacer posible el sueño tantas veces frustrado del pueblo colombiano.
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