martes, 28 de febrero de 2017

No es correcta la forma como el alcalde de Ibagué pretende implementar la jornada única, dice docente

El profesor Londoño Valencia mientras intervenía ayer en el parque Simón Bolívar de Ibagué. Foto Nelosi.
Nelson Lombana Silva

Los docentes ibaguereños no están en desacuerdo con la implementación de la jornada única, lo que están en desacuerdo es la forma burda como se quiere implementar sin cambios en la infraestructura, sin la ampliación de la planta docente y con el mismo salario de miseria que tienen los profesores en Colombia. Es más: Sin ofrecer las más elementales condiciones humanas a los estudiantes. “Uno no puede ofrecer lo que no tiene”, dice categóricamente el profesor Londoño Valencia.


El eslogan de los dirigentes sindicales del magisterio es claro y diciente: “Jornada única sí, pero no así”. Señala el docente Londoño Valencia: “Las condiciones no están dadas. Queremos una jornada única donde se den las condiciones reales”. Para la muestra un botón. El líder sindical nombra la experiencia del Técnico Ambiental Combeima. Hace dos años se viene ensayando y los resultados son nefastos. No hay restaurante, tampoco quién prepare el almuerzo, lo tienen que comprar y de calidad muy regular.

Según el docente, este ensayo se adelantó en Europa, en Finlandia por ejemplo, ensayo que hoy es al parecer obsoleto pero el ministerio y la alcaldía lo quieren presentar como la última novedad, cuando en realidad – explica Londoño Valencia – lo que se hace con esto es obedecer a las pretensiones de la OCDE y el Fondo Monetario Internacional en el marco del modelo neoliberal.

Se trata de que el maestro trabaje más por menos o estando de buenas por el mismo salario. En ese sentido, el docente propone que la iniciativa sea replanteada tanto por el ministerio como por el mismo burgomaestre. “Queremos que se replantee desde el mismo ministerio”, ha dicho.

Indica el profesor Londoño Valencia que en términos pedagógicos hoy se impone la tesis de que los estudiantes vivan más en la casa con sus padres que en el mismo establecimiento educativo.

La página web: www.pacocol.org lo entrevistó y esto dijo:

-         ¿Cómo analiza la forma como pretende implementar la jornada única en Ibagué el alcalde Jaramillo?


Desde que comenzó el ministerio de educación nacional con el cuento de la jornada única, nos hemos opuesto, porque es que uno ofrece una jornada única cuando ya tiene todo listo, cuando hay unas condiciones. Pero hace mucho, dos, tres décadas que en Ibagué y en la misma Colombia, la infraestructura sigue siendo la misma, totalmente vieja.

¿Qué ha sucedido? Que copiándose unos modelos educativos internacionales, por ejemplo, de Finlandia y también por exigencia de los organismos como la OCDE, como el Fondo Monetario Internacional, han querido a la brava obtener muy buenos resultados de nuevas pruebas externas, para ellos obtener buenos resultados; creen que teniendo a los estudiantes todo el día en la institución se cumple con este objetivo.

Nosotros también pensamos que también se van a concretar mejores resultados. Pero no los habrá siempre y cuando la infraestructura no mejore, que tengamos aulas suficientes, que tengamos talleres educativos, que cada estudiante tenga mínimo su espacio, dos metros o dos metros y medio para moverse allí en la institución.

Si eso no se da, la situación de implementación de jornada única es muy difícil. Fuera de eso se está aprovechando en las secretarías de educación, en los municipios, en los distritos, están aprovechando para llevar a los docentes con engaños a laborar, no las seis horas que nos manda el decreto 1850, sino ocho y nueve horas por el mismo sueldo, cuando nosotros estamos reclamando que haya un sueldo profesional. En última es un engaño. Queremos que se replantee desde el mismo ministerio.

Es más, aquí se quiere hablar de la jornada única para tener estudiantes hasta las dos o tres de la tarde, cuando ya en Europa, en el mismo Finlandia, ya los estudiantes están menos tiempo en las aulas. Ya ellos pasaron esa experiencia y se han dado cuenta que es mejor que los estudiantes comportan más con sus padres en sus casas.

Incluso, las tareas se han aminorado para que tengan más espacio, porque necesitamos más espacio de los estudiantes en la casa. Esa es la situación.

Nosotros no estamos de acuerdo con esa jornada única que se quiere imponer a la brava   cuando no hay recursos.

-         Entonces, ¿No es correcta la forma como quiere el alcalde implementarla en Ibagué?

No es la correcta. Sabemos que hay un compromiso, que el ministerio ofreció, no recuerdo, más de 180 no sé cuántos millones, muchos millones para construir aulas, espacios, restaurantes.

Mire: El colegio Técnico Ambiental Combeima hace más de dos años y medio están con ese cuento. ¿Qué hicieron? Para el almuerzo de los muchachos, no hay restaurante. No está la gente preparada para prepararlo. Lo compran. Tienen que llevarlo. No están dadas las condiciones. Los muchachos que llegan desde la montaña, hay algunos que caminan hora y hora y media. El sindicato hizo presencia y se dio cuenta de estas condiciones.

Sirven un almuerzo normal, un solo refrigerio y los muchachos están llegando de nuevo a sus casas a las cinco, seis y seis y media de la noche. Cansados para recoger leña, para ayudar en los quehaceres de la casa y al otro día, a las cuatro y media y cinco, arrancar. ¿Por qué? Porque la jornada única le está exigiendo eso. Entonces, las condiciones no están dadas, no hay transporte tampoco. ¿Qué tienen que hacer los estudiantes? Tirar “dedo” como se suele decir popularmente, como hacían los hippies, “tirar dedo” para que los pueda bajar un conductor generoso, los traiga y los vuelva a subir, pero gratis. Esas son las condiciones.

-         Profesor, ¿En qué institución viene usted laborando?

Hasta el viernes pasado estaba en el colegio Luis Carlos Galán Sarmiento. Yo soy el coordinador de la zona 2, que incluye cinco colegios: Luis Carlos Galán Sarmiento, Santiago Vila, Inem, Germán Pardo García y Diego Falan. Pero en este momento, a partir de ayer (febrero 27), estoy en el Antonio Ricaurte, es una nueva zona, otro espacio.

-         Hablaba usted de unos estudiantes que fueron hostigados por la policía en el colegio Joaquín París. ¿Cómo fue el incidente?

Eso ocurrió el pasado viernes 24 de febrero. Estábamos nosotros en el pleno departamental cuando nos informaron que los muchachos habían hecho una protesta y se habían tomado el colegio, porque estaban rechazando la jornada única de esta forma.

Llegó la secretaria de educación con un buen grupo de policías y que tenían que desalojar la institución a la brava. Los compañeros del sindicato, Ricardo  Gutiérrez, no recuerdo el nombre de la otra compañera, llegaron y propusieron una reunión. Se hizo. La doctora cuando vio a los sindicalistas estuvo un poquito más calmada. Se pidió un espacio. Los estudiantes dijeron: Denos media hora para negociar. Y los estudiantes ingresaron. No sé en qué habrá terminado, pero la idea era que los iban a desalojar a la brava en el colegio Joaquín París. Otra institución que está en la misma situación es Ciudad Luz. 

-         ¿Cuántos estudiantes estudian en el colegio Joaquín París?

El dato preciso no lo tengo. Pero son alrededor de unos mil a 1200 estudiantes con las sedes, porque son dos o tres sedes.

 -         ¿Estos estudiantes estaban rechazando la jornada única?


Hay una representación estudiantil muy fuerte, el consejo estudiantil es muy fuerte y fue el que tomó la decisión, pero previa consulta con todos los grupos y ellos aceptaron que no quieren la jornada única de esta forma.

 -         ¿Esta situación se podría replicar en otros colegios?

 Donde llegue, porque le dicen a los estudiantes: Vengan que les vamos a dar almuerzo, van a tener refrigerios, vamos a tenerles docentes para la tarde y se encuentran que no hay almuerzo, no hay ni siquiera un restaurante, que algunos estudiantes tienen que caminar una hora o más para llegar a la institución y llegar bien tarde a la casa con hambre.

Y a los maestros los llaman engañados. ¿Qué le dicen a los maestros? Tranquilos que ustedes van a trabajar solamente seis horas. ¿Qué hacen? Que lleguen a las seis de la mañana, a las 9. Le cambian el horario al docente, se lo cambian a partir de las 9 de la mañana hasta las dos y tres de la tarde y más y a otros los hacen madrugar para que salga más temprano. Esa es la jornada única que nosotros no queremos, queremos una jornada única donde se den las condiciones reales. Primero, uno construye y luego hay sí ofrece. Uno no puede ofrecer lo que no tiene.




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