A pesar que no hubo plenas garantías en audiencia, Rectora deja en ridículo al Centro Democrático

Profesora Gloria Capera Ducuara, rectora colegio Ciudad de Ibagué. Foto Nelosi

Por Nelson Lombana Silva

El show mediático que pretendió montar el Centro Democrático por intermedio del diputado Milton Restrepo, contra la institución educativa “Ciudad de Ibagué” y concretamente contra su rectora, la docente Gloria Capera Ducuara, por haber autorizado a un grupo de estudiantes mirar el paso de la guerrilla de las Farc – Ep el pasado 31 de enero, se le convirtió en un verdadero chubasco en su contra.

Con palabras cargadas de ternura, sinceridad y paz, la docente puso en ridículo al líder del Centro Democrático, quien tuvo que salir del salón donde se realizó la audiencia pública ayer con el rabo entre sus piernas, como dice el adagio popular. La razón era elemental: La docente tenía la razón, la fuerza formidable que trae consigo la paz, el gran anhelo del pueblo colombiano, que busca matar a cualquier precio el Centro Democrático.

En un esfuerzo desesperado por sembrar el caos y la confusión, el diputado Milton Restrepo se había aliado con un docente investigado por la fiscalía general de la nación por presunto acoso sexual a menores de edad, quien había dado la alarma utilizando epítetos de grueso calibre al paso de la caravana fariana rumbo a Planadas, Tolima.

“No vengo a eludir mi responsabilidad, ni a decir mentiras”, dijo la rectora Gloria Capera Ducuara. “No soy abogada, soy directiva de la institución. Para mí, es la verdad o la mentira, no hay términos medios. Por lo tanto, me comprometo a decir la verdad y nada más que la verdad, cueste lo que cueste”.

Con estas palabras expresadas con suma seguridad y serenidad, fueron suficientes para desbarajustar y tumbar la parafernalia montada por el diputado Restrepo. Solo una madre de familia débilmente lo secundó sin argumento, es como el que le hace un libreto y se le dice: “Usted no debe pensar ni reflexionar, solamente debe limitarse a repetir maquinalmente lo que le he dicho”.

En cambio, los argumentos de los docentes que apoyaban la decisión de la rectora, fueron contundentes, claros y profundos. La docente Magdalena Vidal, indicó: “Soy una persona que le apuesto a la paz, amo la paz, busco la paz, practico la paz; como docente y como madre soy tolerante”.

Por su parte, el coordinador de esta institución, Juan Carlos Ortiz Correa, con juicio señaló primero que había mucha desinformación, manipulación e intereses perversos de satanizar un hecho de paz, teniendo en cuenta que esta institución tiene en el Proyecto Educativo Institucional (PEI) el proyecto “Plantón Paz”, el cual viene desarrollándose hace siete años.

El ingeniero y docente también del colegio Ciudad Ibagué, Heber Lavao, señaló que los estudiantes no salieron a la vía pública poniéndose en peligro su integridad física, como dicen el diputado y el docente Jaime Romero Quijano. “El paramento hace parte de la institución y ahí se pararon los pocos estudiantes que salieron a decirles adiós al movimiento en vía de desmovilización”, señaló.

La audiencia fue conducía por el doctor Juan Felipe Arbeláez, personero municipal encargado, quien no ofreció la suficiente garantía a la rectora y más bien estuvo más proclive al diputado, quien no paraba de impedir la intervención de la docente, con argumentos flojos y preguntas impertinentes.

Fue tal la parcialidad del jefe del ministerio público que no hubo quien pensara que el funcionario era cuota burocrática del Centro Democrático. Y aunque lo negó categóricamente, no respondió la inquietud por qué la citación a esta audiencia llevaba la firma tanto de la personería como de este diputado. Al respecto guardó silencio.

A pesar de todas esas anomalías, la verdad brilló y la rectora fue exonerada de toda investigación o sanción como lo requería el diputado Milton Restrepo. Por el contrario. Fue felicitada por el proyecto “Plan Plantón” y el profundo sentimiento de paz que les asiste a estos docentes de esta institución. Realmente el diputado Milton Restrepo, fue por lana y salió trasquilado. La paz ganó la partida, la guerra fue derrotada.