Murió el camarada Rafael Cely en la madrugada del día de ayer, en Cali (Valle), según información fragmentaria recibida. La noticia ha impactado en el departamento de Tolima, especialmente en el sector sindical y en la izquierda, por cuando el camarada Cely fue un avezado sindicalista en la industria del cemento y dirigente del Partido Comunista en este departamento, llegando a ser diputado y representante a la cámara de representantes, en su condición de suplente en la lista que encabezaba Alfonso Gómez Méndez en el movimiento: “Tolima Libre”.
Se destacó por su liderazgo y su fidelidad a las ideas comunistas. Dirigió varias huelgas cementeras en este departamento, las cuales tuvieron resonancia en la arena nacional por la forma consecuente como cada uno de ellas se libró. Siempre estuvo en primera línea, enfrentando la represión del estado y las consabidas amenazas del binomio militar-paramilitar. De igual manera, los esquiroles y oportunistas de todos los pelambres.
El connotado periodista tolimense, Humberto Leyton, al enterarse de la noticia dijo que de joven había trabajado con el camarada en la Federación del Tolima (FEDETOL). “Trabajó en cementos diamantes, era un gran luchador y creo que fue cofundador de la Confederación Sindical de Trabajadores de Colombia (CSTC), en el Tolima, la cual se disolvió para ser fundada la Central Unitaria de Trabajadores (CUT)”.
Tanto él como su esposa, Melba Marulanda de Cely, fueron víctimas de la represión, teniendo que asilarse durante algunos años en Ecuador. Estando allí, precisamente, el militarismo detuvo a su esposa en Ibagué, siendo conducida a la cárcel del Buen Pastor en Bogotá.
Mediante carta fechada el 27 de abril de 1994, el camarada Rafael Cely Cely, se dirige a la doctora Susan Lee, funcionaria de Amnistía Internacional, con sede en Londres, demandando su intervención para que se clarifique la situación de su esposa y sea puesta en libertad. De igual manera, aprovecha la misiva para denunciar los asesinatos de líderes sindicales y comunistas, como el compañero Otoniel Casilimas Cantor, quien fue brutalmente asesinado al parecer por agentes del estado.
Apartes de la carta son los siguientes:
“Solicito su oportuna y valiosa colaboración para que fuera asumida presa de conciencia la señora Melba Marulanda de Cely, detenida en Ibagué (Tolima) (Colombia), el 21 de septiembre de 1993 con expediente 18637, trasladada al Buen Pastor de Santafé de Bogotá a partir del 18 de marzo del año en curso”.
“De todas maneras espero confirmación de haber recibido dichos documentos en mención y posibles planteamientos y soluciones o aceptación de las solicitudes formuladas, ya que dicha señora y muchas personas más siguen detenidas sin acusación valedera, pretenden decretar “Estado de Conmoción” para justificar continuación política revanchista antipopular del gobierno de Colombia y encubrir su compromiso con los carteles de la droga y narcotráfico en las llamadas negociaciones y colaboración, absuelven a los delincuentes y permanecen privados de la libertad el pueblo inocente e indefenso”.
“Además me propongo solicitarle a Amnistía Internacional se adelante investigación por la desaparición y asesinato del activista de los Derechos Humanos, Otoniel Casilimas Cantor, quien viviendo en Ibagué (Tolima), se trasladó al municipio de Tocaima, departamento de Cundinamarca, el 14 de enero de 1994, a las 2 de la madrugada, lo capturaron entrando a su residencia de Tocaima en dos vehículos oficiales con otro compañero de Otoniel Casilimas Cantor, aparecieron torturados y asesinados por la carretera a Santafé de Bogotá entre Apulo y la Mesa, con los antecedentes de haber notificado a la compañera de Casilimas para que se presentara a una oficina de los servicios secretos en Ibagué bajo amenazas y amedrentamiento, pidiera información sobre la dirección de la casa en Tocaima donde se encontraba Otoniel Casilimas Cantor, pocos días después practicaron operativo, capturando, desapareciendo, torturando y asesinando al activista de los Derechos Humanos Otoniel Casilimas Cantor y su compañero Jorge Quintero”.
“La compañera de Casilimas Cantor, empleada de la secretaría de Hacienda de la gobernación del Tolima, de nombre Celinda Encina, deberá ser investigada para que suministre las informaciones y pormenores que ayuden a encontrar los antecedentes, allanamientos a su residencia, seguimiento y cita final para arrancarle la dirección donde se encontraban las mencionadas víctimas, por parte de los servicios secretos del gobierno de Colombia, pretendiendo que no se queden impune estos nuevos crímenes”.
Mensajes de solidaridad
Diversas reacciones de solidaridad y de pesar por el fallecimiento del camarada Rafael Cely, se han venido registrando en el Tolima. El camarada Raúl Rojas González, que se encuentra en Bogotá en franca recuperación, deploró la muerte de Cely, destacando su obra revolucionaria como sindicalista consecuente y dirigente del Partido Comunista en el Tolima.
Por su parte, la directiva de la Unión Patriótica en el Tolima, ha dado a conocer un comunicado en el que lamenta la muerte del compañero Rafael Cely. En un párrafo de esta declaración, señala: “Lamenta profundamente el fallecimiento esta madrugada (ayer) en la ciudad de Cali, de nuestro compañero Rafael Cely Cely, quien fuera un destacado dirigente obrero de Sutimac, fue diputado, representante a la cámara por la Unión Patriótica”.
Expresamos nuestra sincera, fraternal y revolucionaria solidaridad a sus familiares, amigos y militantes del Partido Comunista, por la inexorable desaparición física del camarada Rafael Cely Cely, un hombre que entregó toda su vida a la causa noble de los pueblos, a la paz y al socialismo. ¡Paz en su tumba!
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