La Marcha Carnaval por la vida, la paz y la defensa del medio ambiente, se realiza hoy en Ibagué, a partir de las dos de la tarde, partiendo de tres puntos centrales: Calle 42, avenida el Ferrocarril, al lado del Sena; en el parque Danubio, barrio Ricaurte y el colegio Técnico Ambiental, en el barrio Chapetón.
En esta oportunidad se hará énfasis en las consultas populares como mecanismos de participación ciudadana contemplados en la constitución nacional, lo mismo que la dramática situación que vive la comunidad del oriente del Tolima con la proyectada explotación de petróleo por Petrobras en la región montañosa de Galilea, región que es hoy por hoy, estrella hidrográfica.
Es una iniciativa que nació en el departamento de Tolima en 2011 y que ha venido teniendo acogida en toda la nación y más allá de las fronteras patrias. Es la respuesta popular ante la monstruosa iniciativa de la locomotora minero – energética del ex presidente Álvaro Uribe Vélez y ahora, Juan Manuel Santos Calderón, nefasta iniciativa que coloca en entredicho la madre naturaleza so pretexto de alimentar las arcas plutocráticas de las multinacionales y transnacionales, como Anglo Gold Ashanti, entre muchas otras.
Uno de los líderes fundadores de esta iniciativa es Renzo García. Con él habló la página web: www.pacocol.org pocas horas antes de comenzar la movilización en Ibagué, con el fin de determinar las particularidades de la décima marcha, las perspectivas del momento histórico que vive el país en el marco del debate electoral, en donde precisamente hay un candidato defensor a ultranza del medio ambiente y el otro que es partidario de la explotación minera a riesgo de matar el ecosistema colombiano.
En ese sentido el líder ambientalista y ex candidato a la cámara de representantes, señaló enfáticamente que, al lado de la lucha ambiental, debe estar también la lucha política, por cuanto se trata de defender la naturaleza, especialmente el recurso hídrico, pero también la democracia. Es decir, es hora que pueblo se plantee el tema del poder, poder que hace más de 200 años ha estado en manos de la oligarquía en función de sus intereses de clase y en detrimento de la humanidad y del medio ambiente.
La entrevista es la siguiente:
- Estamos a pocas horas de la décima marcha carnaval en defensa del medio ambiente en Colombia. ¿Cuáles son las expectativas en esta oportunidad?
Seguir creciendo la dignidad de los colombianos, de los tolimenses, demostrando que el pueblo es capaz de articularse, de unirse para conseguir muchas cosas. Incluso, derrotar poderes como el de la transnacional Anglo Gold Ashanti, con el apoyo de gobiernos corruptos como el de Juan Manuel Santos Calderón y el de Álvaro Uribe Vélez.
Creemos que, en esta décima versión, no solamente hay que salir a reivindicar nuestro derecho colectivo al ambiente sano, sino también salir a defender la democracia que hoy se encuentra en riesgo dado que el gobierno nacional pretende limitar el alcance de la capacidad vinculante de las consultas populares. Estamos viendo cómo la corte constitucional, hoy ha sido capturada corporativamente, hay tres magistrados, entre ellos el presidente de la corte constitucional, Alejandro Linares, que otrora fue vicepresidente de asuntos jurídicos de Ecopetrol, junto a la magistrada Cristina Pardo y Diana Fajardo, que de manera abierta, han manifestado su apoyo irrestricto al extractivismo, a las actividades mineras, petroleras, en contravía de lo que demanda la carta magna, la constitución nacional, en donde hay cerca de 18 artículos que hacen referencia a la participación ciudadana como derecho fundamental, a las consultas populares y al derecho colectivo del ambiente sano. Unificada, articulada, juntando todos los sectores que más podamos en aras de defender la democracia colombiana.
- ¿Quiere decir que al lado de la lucha ambiental debe haber también lucha política en aras de defender la soberanía nacional, la defensa del medio ambiente y la precaria caricatura de democracia que hay en Colombia?
Indiscutiblemente. El modelo de desarrollo que hoy tenemos los colombianos, que está basando su crecimiento económico vía extractivismo, es el que también genera saqueo de las comunas naturales, de los territorios, contaminación de suelos, agua y aire, y una inequidad rampante por todo el territorio.
Creemos que justamente hay que elevar el nivel de conciencia ambiental, junto con el nivel de conciencia política. Es clave – por ejemplo – que para las próximas elecciones tengamos en cuenta que hay candidatos que van a agenciar, que van a reproducir, que van a profundizar la lógica del modelo extractivista, de la explotación de proyectos mineros a cielo abierto, del fracking en el tema de hidrocarburos o de las grandes hidroeléctricas o las pequeñas centrales hidroeléctricas y estamos viendo a nivel nacional el caso de Hidroituango, en donde la soberbia, la arrogancia del poder económico, los ha llevado a que pasen por encima de la voluntad popular, de la gente, de la voz de las comunidades, de la voz del pueblo antioqueño, y, hoy están pidiendo una catástrofe de carácter antrópico, una posible tragedia que ojalá no se presente, porque tampoco estamos deseando que se vaya a producir.
Pero, sí queremos evidenciar que ese proyecto justamente pasó por encima de los derechos de las comunidades, no se respetaron – por ejemplo – los diagnósticos ambientales de alternativas, también supimos que la licencia ambiental se otorgó sin tener los diseños definitivos de la presa. Eso está llevando a que exista un criterio que es el de la banca, el de los accionistas, la versión economicista que está pasando por encima de los criterios técnicos y los derechos humanos de las comunidades y los territorios.
- La marcha carnaval, iniciativa de los tolimenses, se ha posicionado a nivel nacional e incluso, internacional. ¿Quiénes aspira usted que asistan a esta décima versión?
Bueno, tenemos marcha carnaval en Ibagué, que de manera simultánea se replica en Espinal, Saldaña, Rovira. El 7 de junio, se replicó en el municipio de Roncesvalles; el 5 de junio, fue en el Líbano, donde salieron más de 7 mil personas a marchar; también se van a movilizar personas en otros departamentos. Por ejemplo, en Armenia, capital del Quindío, en Buenavista y Córdoba, Quindío; hay marcha carnaval en Tunja, capital Boyacá; Medellín (Antioquia), se movilizará este 9 de junio; plantones en Bucaramanga, Cúcuta y a nivel internacional en Londres (Inglaterra) frente a la embajada de Colombia; marcha en Bogotá (Cundinamarca), en Florencia (Caquetá) y Morelia.
Es la representación, la dignidad y la esperanza que el movimiento socio ambiental está sembrando por toda Colombia, para decirle no al extractivismo que se roba el presente y futuro de nuestros hijos y nuestros nietos.
- Hagamos un poco historia. ¿Cómo nació esta iniciativa socio ambiental en el departamento de Tolima?
Recordemos que hacia el año 2008, el presidente del momento, el señor Álvaro Uribe Vélez, anunció con bombos y platillos que habían descubierto en el municipio de Cajamarca (Tolima), una de las diez minas más grandes del mundo.
Eso prendió las alarmas del movimiento ambiental, de sectores del mundo universitario, específicamente la universidad del Tolima, comenzaron juntos con la comunidad de Cajamarca a investigar qué era eso de la minería, quién estaba detrás de ese proyecto, en qué consistiría su fase de explotación y las diversas actividades que estaban desarrollando. La gente comenzó a enterarse a partir de diagnósticos, de balances, análisis, de costo – beneficio, qué era lo que traía el proyecto.
Al final la gente producto de la experiencia de muchas comunidades del mundo, de las vivencias de las comunidades impactadas en otras regiones del país y América Latina, pues se dan a la tarea de implementar un movimiento que sale a jugársela toda por la defensa del patrimonio ecológico y ambiental de los intereses de los tolimenses y de los colombianos, a jugársela con todo lo que puedan dar de manera positiva para defender la salud de nuestra niñez y nuestras familias.
Se configuró lo que se llama: Comité Ambiental en defensa de la vida, que es una plataforma de movimientos sociales, que es capaz de integrar a múltiples organizaciones del mundo social, político, ambiental, cultural, que, junto también a muchos hombres y mujeres, han entendido la responsabilidad histórica de trabajar de manera unificada, articulada, por la defensa del agua, la vida y el territorio.
La primera marcha carnaval se hizo el 3 de junio de 2011, y justamente este año tenemos la décima versión. En los dos años primeros, 2011, 2012, hacíamos dos marchas por año, pero la dimensión de la capacidad de movilización, el trabajo que implica este tipo de procesos, nos llevó a determinar que solamente podíamos desarrollar una y definimos que esa marcha se seguiría haciendo siempre en el marco del día internacional del medio ambiente, que es el 5 de junio. Por eso, es que se hace siempre el primer viernes de cada mes de junio en la perspectiva de seguir generando conciencia ambiental, seguir siendo ejemplo de dignidad y esperanza y mirar cómo seguimos pensando en que la unidad del pueblo tolimense y colombiano, son elementos sustantivos, fundamental, para lograr los grandes cambios o transformaciones que requiere este país, para que la gente pueda vivir con dignidad y también se respete los derechos de la madre tierra.
- ¿Qué hay de novedad en esta décima versión de la Marcha Carnaval en el caso particular de Ibagué?
En esta estamos con el tema de las consultas populares. Hemos ganado cosas significativas. Hay que recordarle a la ciudadanía que el Tolima logró ganar en el municipio de Piedras, el 28 de julio de 2013, la primera consulta popular minera de Colombia, que tuvo como respuesta todo el matoneo, todo el boulling que implementó el gobierno nacional en cabeza del presidente Juan Manuel Santos Calderón, el Procurador de la época, Alejandro Ordóñez, el ministro de minas y demás, en donde trataron de desconocer el derecho fundamental a la participación y el carácter constitucional de las consultas.
Después, como movimiento nos dimos a la tarea de fortalecer ese mecanismo de participación, que estaba congelado en el tiempo, casi que estaba perdido, era letra muerta en la carta magna, nos trazamos la tarea de hacer varias consultas populares en el departamento de Tolima, una de ellas, en Espinal, en Ibagué y en el municipio de Cajamarca. Tuvimos que sortear una gran cantidad de aspectos negativos.
En el tema de Ibagué, la consulta popular de este municipio tuvo que ser suspendida porque nos cambiaron la pregunta. Nosotros no estamos contra todo tipo de minería, fundamentalmente estamos contra la minería que pone en riesgo el derecho colectivo del ambiente sano. En su momento el Consejo de Estado y el Tribunal Administrativo del Tolima, no entendió el llamado, un poco la perspectiva de lucha que estaba emprendiendo el movimiento, así que nos diseñaron una pregunta en donde era todo tipo de minería o nada. Para el caso de Ibagué, dijimos que no íbamos a hacer la consulta, pero para el caso de Cajamarca, en donde hay un municipio eminentemente agropecuario, en donde no hay una gran cantidad de personas que hagan minería tradicional o de supervivencia, pues decidimos jugárnosla por una consulta popular que se desarrolló el 26 de marzo de 2017, siendo la primera consulta popular del país de origen ciudadano. ¿Qué significa esto? Que le dimos vida, cuerpo a lo que mandataba la ley 1657 de 2015, que nos dice que, si las comunidades son capaces de recolectar entre el 10 y 20 por ciento de las firmas del censo electoral, pueden presentar directamente la pregunta de consulta popular a la registraduría y con ella hacer todo el trámite respectivo que es similar a cuando la presenta un alcalde.
Así nos la jugamos en Cajamarca y eso hoy, nos lleva a que el Tolima haya logrado fortalecer la participación de la ciudadanía, el rescatar la consulta popular como un mecanismo ciudadano reconocido claramente en la constitución, respaldado por dos leyes estatutarias que hoy nos demuestran que no solamente hay que pelear por el ambiente sano, sino que justamente hay que verlo de manera integral, que hay que comenzar a luchar por un nuevo modelo de crecimiento económico, por un nuevo modelo de bienestar social que sea capaz de construir una alternatividad al desarrollo, en donde los derechos de las gentes y la comunidad y la naturaleza, estén por encima de la codicia o el crecimiento económico per ce.
- Finalmente, ¿Cómo las comunidades se pueden vincular a esta marcha carnaval en su décima versión?
Estamos demostrando es que aquí está todo el discurso artístico, lúdico, creativo; la cultura de vida, frente a la cultura de la muerte, de la contaminación de suelos, agua y aire, que representan los proyectos extractivistas.
La gente puede acompañarnos. Esta es una invitación abierta. Aquí cabemos todos los sectores. Justamente lo que estamos demostrando es que hay que ponernos de acuerdo en lo fundamental. Es donde tenemos que ser capaces de integrarnos todos los sectores sociales, gremiales, políticos, religiosos, de la sociedad en su conjunto, para de manera masiva y multitudinaria, salir a defender el agua, como el principal bien común natural de la humanidad, el agua como el elemento, sinónimo de la vida y de la expresión de la vida en todas sus manifestaciones.
Creemos que ahí está la apuesta. Esta marcha tiene tres sitios de encuentro en el municipio de Ibagué: El primero, el central, es la calle 42 con avenida ferrocarril, en el sena; el segundo, es en el parque Danubio, barrio Ricaurte, parte sur de la ciudad de Ibagué, y el tercero, en el colegio Técnico Ambiental que queda en el barrio Chapetón, entrada al Cañón del Combeima.
Esperamos que la gente salga masivamente a respaldar esta causa que fundamentalmente es una acción de defensa del bien común, de nuestra casa común como dice el Papa Francisco, de entender que nos toca aprender a juntarnos porque aquí la contradicción fundamental es: Vida o Muerte.
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