lunes, 15 de mayo de 2017

Por Nelson Lombana Silva

Recorrimos el asentamiento de la zona veredal transitoria y de normalización en la vereda La Fila, municipio de Icononzo (Tolima). No fue fácil. La pendiente, el terreno liso y bastante lodazal. Haciendo malabarismo para no caer recorrimos dicho asentamiento guerrillero de un extremo al otro con entera libertad. Entramos a los cambuches para constatar la situación precaria. “Realmente tiene que tener uno mucha conciencia de clase para sortear estas dificultades”, dijo en voz baja un miembro de la seguridad.





Una guerrillera de mirada taciturna y silenciosa llamaba a sus hijitos para protegerlos del frío y de la inminente lluvia. Se trataba de Marly Méndez. “¿Cuántos son sus hijos?”, le pregunté un tanto agitado por la pendiente difícil de transitar. Nos miró y con seriedad nos contestó: “Son tres”.  “¿Dónde están?”, preguntamos extrañados porque no veíamos nada por el pequeño entorno. “Mírelos” – dijo señalando con el índice, dejando escapar una leve sonrisa. Eran tres pollitos.

“Bueno – le dijimos – y los hijos de verdad, ¿Cuándo?”. Se estiró un poco para contestar: “Ya estamos muy viejas para esos trotes”, “¿Vieja?, le dijimos con cierta sorpresa. “Sí, ya tenemos 35 años”. “Esta en la etapa más hermosa de su vida, no digo yo nada que ya arribo a los 56”. No contestó. “Nos gustaría hacerle unas pregunticas”, dijimos. “Soy muy mala para contestar preguntas”. “Más que contestar preguntas, es dialogar de la manera más natural como lo suele seguramente hacer usted a diario”. Sonrió. Y sin más preámbulos soltamos el arsenal de preguntas:

-          Compañera Marly Méndez, ¿Por qué tomó la decisión de ingresar a la guerrilla de las Farc – Ep?
Bueno, son muchos los motivos. Especialmente lo que más lo motiva a uno a ingresar es la situación que siempre se ha vivido en el país y las necesidades que a diario se viven en el campo y en la ciudad, lógico.

-          Usted es del departamento de Caquetá, ¿De qué parte?

Del Caquetá y del sector rural.

-          ¿Cómo fueron los primeros contactos con la guerrilla?

Al comienzo uno siente uno miedo por tanta cosa que uno escucha, pero bueno, se va uno familiarizando. Además, porque la zona donde nosotros vivíamos era muy influenciada por la guerrilla.

Entonces ahí se va uno familiarizando y los va conociendo más de cerca y va perdiendo uno el temor tanto que termina uno, pues, ingresando, metiéndose de lleno al cuento.

-          Es decir, usted no fue obligada como dicen frecuentemente los medios masivos de comunicación, ¿Verdad?

No, no, en ningún momento.

-          ¿A qué edad ingresó?

A los 15 años.

-          ¿Cómo recuerda esos primeros días?




Pues al comienzo siempre hay cosas que se le hacen a uno difícil, por ejemplo, enseñarse uno a vivir diario en medio de los hombres, a bañarse y todo eso, pero, pues, normalmente se va uno acostumbrando y ya, la vida normal.

-          ¿Cómo fueron esos primeros contactos con las armas? ¿No le dio mucho susto al principio?

No, no, para nada.

-          ¿A usted le gustaba las armas?

Seguramente sí. Ni siquiera cuando comienza uno que el entrenamiento, que ha enseñarle a disparar; ni siquiera los primeros disparos nos asustaron, nos pareció normal.

-          ¿Muchos sustos?

Siempre.

-          Un susto bien grande que haya tenido…
Un susto bien grande, por ejemplo, una vez por allá para las cabeceras del Guayabero, un bombardeo masivo que hubo por allá.

-          ¿Cómo es un bombardeo?

Un bombardeo es algo terrible, algo que causa pánico, siente uno que ya le llegó el día de la muerte, eso es algo de mucho terror.

-          ¿A qué horas fue ese bombardeo?

Ese bombardeo fue a las 6:30 de la mañana.

-          ¿Qué estaba haciendo usted a esa hora?

Yo estaba en una exploración cerca del campamento.

-          ¿Qué hizo?
Pues, nosotros andábamos tres y lo primero que hicimos fue correr a subirnos a un filo para buscar donde atrincherarnos, árboles o cualquier cosa que nos pudiera cubrir de las esquirlas. Eso hicimos nosotros y seguramente así hicieron todos los que estaban también en el campamento.

-          ¿Cuáles fueron los resultados de ese bombardeo?

Los resultados fueron atroces. Hubo bastante pérdidas humanas y mucho daño.

-          ¿Qué les disparaban?

¿Los aviones? Bombas y metralla, cohetes, de todo.

-          ¿Habían hartos guerrilleros en ese campamento?

Siempre. Habíamos hartos.

-          ¿Cuántos?

Ahorita en este momento no recuerdo, pero sí habíamos más de 200, creo.

-          Ya en la vida guerrillera, ¿Cómo se ha sentido?

Pues bien, o sea, como sin discriminación, siente uno que tiene muchas oportunidades de proyectarse hacia el futuro, así haiga sido en medio de la guerra y horita pero acá para la mujer hay muchas oportunidades.

-          ¿Fue muy duro para usted separarse de su familia y meterse de lleno a la guerra?

No tanto porque uno lo hace a conciencia, uno es consciente que se va a ir del lado de ellos y además, donde yo ingresé por ahí manteníamos. O sea, yo no sentí que me iba tan del lado de ellos así del todo, porque yo los estaba mirando, sabía de ellos y bueno…así me fui acostumbrando; ya cuando me tocó por cosas de la guerra irme del área y eso, pues un poquito pero, pues, tampoco así mucho no.

-          Además de la guerra y la lucha permanente, ¿Qué otras cosas ha hecho en las filas de la guerrilla?

Pues prácticamente todas las actividades que uno desarrolla como guerrillero. Y así, en particular, bueno, el trabajo de odontología, enfermería y cosas así que uno va aprendiendo entonces las va poniendo en práctica, pero en sí, en general, todas las actividades como guerrillero.

-          ¿Cómo son las relaciones, primero entre las mujeres y después hombres – mujeres?

Las relaciones entre mujeres son normales, es una relación de compañerismo, entre nosotras hay solidaridad y apoyo, lo normal por las mismas condiciones hace que uno viva, que sienta uno como la necesidad de estar unidas.

Y entre hombres y mujeres pues es de mutuo respeto, también de ayuda y de compañerismo. Normal.

-          Cuando lo pica el bicho del amor, ¿Cómo se resuelve este tema?
Risas. A pues también eso es normal como toda la sociedad. Bueno, hay un gusto, se llegó digamos a un acuerdo, se estableció una relación, si hay entendimiento pues es estable y dura, pero si no, pues también con mucho respeto pues se aclaran las cosas y se deja así. Y ya, sin ningún problema.

-          Y el corazoncito, ¿Qué?

Ah, pues, si el corazón es consciente y eso, pues sabe que no se puede y si se puede, pues entonces hay respeto y la relación dura.

-          Antes por la crudeza de la guerra, le era imposible a la guerrillera ser madre, hoy se brinda ese espacio. ¿Cómo analiza usted esta nueva etapa?

Pues muy bonita porque, pues, siempre uno por la condición de mujer, yo me imagino que todas queremos tener un hijo y pues hay la oportunidad y eso se está dando y además que los niños alegran la vida de los que de pronto no los tenemos todavía.

-          ¿Cómo ve usted este proceso de paz?

El proceso, pues, yo considero que va bien. Que la lucha se sigue pues que en eso estamos nosotros centrados y continuamos dando la pelea porque lo que se firmó fue unos acuerdos, no la paz todavía. Y, que va a ser una lucha constante para hacer que el gobierno nos cumpla o que le cumpla al pueblo, porque el proceso de paz no es solo para nosotros, es del pueblo.

-          ¿Cómo analiza usted el incumplimiento del gobierno nacional, porque esto debería haber estado listo el 31 de enero de 2016?

Pues, nosotros desde un comienzo sabíamos que eso se iba a dar, porque uno piensa pues que el gobierno no tiene ningún interés en cumplirnos rápido y al pie de la letra, porque lo que ellos están esperando es que el movimiento se desintegre y seguramente están esperando que con eso van a lograr que cada uno coja para su lado y pues ahí es la pelea que seguimos dando, para hacer que nos cumpla.

-          ¿Ustedes están pensando en seguir unidos?

Claro. Sí.

-          ¿No hay marcha atrás en este proceso de paz?

Yo pienso que no. No, porque esto es como una propuesta en la parte política desde el nacimiento de las Farc de buscar la solución por la parte política y se está dando la oportunidad, pues nosotros vamos a seguir luchando a lograr que solucione el problema colombiano a través de esa parte, la política.

 -          Ahora que le dice adiós a las armas, ¿Qué le gustaría hacer? ¿Cómo quisiera usted seguirle apostando a este proceso revolucionario?

Pues de muchas maneras y una es continuar firme, pienso yo, que desde ahí se empieza a una parte de poder aportar al proceso, es continuar firme y apoyando a nuestros dirigentes en todas las decisiones para hacer que todo se llegue a una feliz culminación.

-          ¿Usted estudió hasta qué grado?

Quinto de primaria.

-          ¿Quiere seguir estudiando?

Sí, claro.

-          Muy importante su decisión se seguir firme en el proyecto estratégico de las Farc – Ep. Pero además de eso, ¿Qué le gustaría hacer?

Pues poder seguir la carrera de odontología. Aportar en esa parte y pues si hay la oportunidad de otra cosa, pues en lo que sea.

-          Precisamente, Cuba ha ofrecido una cantidad de becas para estudiar medicina. ¿Estaría usted dispuesta a ir a Cuba a estudiar odontología?
Pues si se diera la oportunidad sí.

-          ¿Cuál es el mensaje el llamado que le haría usted a la mujer tolimense y a la mujer colombiana?









-          Ahora se habla mucho de mujer y género. ¿Cómo analiza usted esto?

Pues eso es, como le dijera yo, o sea, como a través de la lucha de género que buscamos a que la mujer se les sea respetados sus derechos, a que no se mire como un instrumento de trabajo o de explotación, sino que a través de la lucha nosotras mismas, hagamos valer nuestros derechos a través de la unidad, la organización y la movilización. Ese respeto y admiración debe ser recíproco. Esto de mujer y género es para eso, no para establecer una rivalidad entre el hombre y la mujer. De eso no se trata.


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