jueves, 25 de mayo de 2017

Anzoátegui (Tolima): Entre el cielo y el infierno




 Por Nelson Lombana Silva

El municipio de Anzoátegui (Tolima), ubicado a 72 kilómetros de la ciudad de Ibagué, por carretera en vía de extinción, no deja de ser un verdadero “paraíso terrenal” con gentes buenas y emprendedoras, un clima relajante y una panorámica oceánica.

Fundado el 16 de julio de 1895 por un grupo de antioqueños que buscando una segunda oportunidad sobre la tierra, escaló con verdadero heroísmo la imponente cordillera trastornando a extremos insospechados el ambiente.

No era una odisea para descansar y sosegar la conciencia la que animó a este grupo del cual hacían parte Cirilo García, Demetrio González, José María Alzate, entre otros. Era subsistir a la pobreza y la falta de posibilidades de la clase gobernante de la época, que es la misma de nuestra época con otros nombres. Esta es la causante real de toda la problemática que viven los pueblos en Colombia. Anzoátegui – por supuesto – no es la excepción.


 La agricultura y la ganadería son los principales renglones de la economía de este municipio que cuenta con aproximadamente 16 mil habitantes. La reciente ola invernal se ensañó en grado sumo contra el hombre del agro. Las pequeñas fincas cafeteras fueron literalmente barridas por los deslizamientos o derrumbes. “En mi finquita – dijo Ismael Cifuentes Vélez – el deslizamiento me privó de casi 3 cargas de café”.

Teniendo en cuenta que en este municipio, ubicado al norte del departamento, predomina el minifundio, cualquier deslizamiento, por pequeño que éste sea, afecta poderosamente la economía de los campesinos y desde luego, del municipio.


Alcalde, Oscar Fernando Tovar Bernal. Foto: Archivo Nelosi
La lucha solitaria del alcalde, Oscar Fernando Tovar Bernal, resulta marginal para conjurar la magnitud de la catástrofe que azotó su comarca. La gobernación poco y nada se manifiesta, a excepción de la presencia del gobernador con algunas ayuditas humanitarias. Según se pudo establecer, ha subido varias veces, pero con las manos vacías y muchas promesas.

La angustia se apodera de los campesinos que tienen deudas pendientes con las entidades crediticias, cómo responder oportunamente como ha sido su costumbre, pues la catástrofe resulta de gran magnitud. Si los medios masivos no han hecho mucha alharaca es porque en este municipio no hay grandes terratenientes y oligarcas, que fuera así, ya hasta el mismo presidente de la república se hubiera pronunciado anunciando grandes planes de contingencia, incluso, el mismo Papa con la santa bendición. Bien dijo Álvaro Salom Becerra: “Al pueblo nunca le toca”.


Principal carretera se encuentra deteriorada. Foto: Nelosi

La principal carretera se encuentra deteriorada, como dijimos atrás, en vía de extinción, las señales de tránsito las tomó la frondosa vegetación, sobre todo en territorio del municipio hermano de Alvarado. La considerada obra del siglo al parecer no tiene dolientes y se esfuma inexorablemente en el abandono. Entre otras cosas, no fue terminada, pues faltaron las obras de arte.


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