martes, 16 de mayo de 2017

“Estamos firmes en el proceso, estamos cumpliendo”: Adriano Jaramillo



Por Nelson Lombana Silva

No hay vacilaciones de ninguna naturaleza en este proceso que el movimiento guerrillero desarrolla con el gobierno nacional, lo dice sin ambages: “Estamos firmes en el proceso y estamos cumpliendo al pie de la letra lo pactado en el acuerdo de la Habana”.




Adriano Jaramillo tiene facilidad de expresión, atento y amable recibe la prensa dándole toda la facilidad para hacer el trabajo periodístico. “Puede moverse libremente, entrar a las caletas, entrevistar a los guerrilleros o las guerrilleras y preguntarle lo que se le ocurra. Aquí hay plena libertad”, dice y agrega: “Tenemos los brazos abiertos para dialogar con todo el mundo”.

Habla de política con claridad. No lo sorprende el nuevo momento político que se abre paso con múltiples dificultades por el incumplimiento del gobierno nacional. Al preguntársele sobre el Partido, indica con seguridad: “Nosotros toda la vida hemos sido Partido y gracias a eso, somos un grupo unido”.

De las características del nuevo Partido que sale a flote de todo este emocionante e histórico proceso, subraya: “Será un Partido Social, Político de oposición al sistema capitalista”.

Por supuesto que el proceso no será color de rosa, será de lucha y combatividad y así lo entiende el camarada Adriano Jaramillo, sobre todo al saber que el gobierno nacional es directamente dependiente del imperialismo norteamericano. “El mismo gobierno actual de Colombia – dice – es manipulado, es gobierno títere que le cumple órdenes a los Estados Unidos”.

Una de las grandes dificultades para que el proceso de paz avance es sin lugar a dudas el paramilitarismo, política agresiva de vieja data de las oligarquías para ejercer su dominio sobre el pueblo humilde e indefenso. Adriano Jaramillo indica que este flagelo no se combate con más violencia, se combate con reformas estructurales y de fondo de carácter social, político y económico.  “El paramilitarismo se puede combatir – subraya – generando empleo, generando desarrollo económico y social en beneficio del pueblo colombiano”.

Las dificultades son grandes, no se pueden negar. Sin embargo, resulta más grande el optimismo que se respira en este destacamento guerrillero. A todo vapor se prepara para su nueva realidad en forma unida y con entusiasmo a flor de piel. “Nuestro optimismo – señala – será hasta la muerte”.

En una pequeña caleta, mientras degustábamos el almuerzo, dialogamos con el camarada Adriano Jaramillo, sobre diversos temas. El reportaje es el siguiente:




-         Comandante: ¿Qué expectativas tenía usted en relación con esta zona y con qué realidad se encontró?

Las expectativas que teníamos de llegar a esta zona veredal eran otras, nosotros nos venimos para esta zona directamente para ubicarnos en esta zona veredal de transición y normalidad pensando que ya había una infraestructura, unas construcciones, tal como estaba pactado en el acuerdo.

Pero bueno, hemos soportado desde diciembre del año actual y hasta la presente apenas construyendo las zonas veredales donde vamos a vivir nosotros. Hemos tenido una cantidad de dificultades y necesidades, pero las hemos soportado y estamos aquí pendiente dándole a la opinión pública a conocer que estamos firmes en el proceso y que estamos cumpliendo.

-         Del ciento por ciento de las construcciones, ¿En qué porcentaje vamos?

Del ciento por ciento de las construcciones hay un 50 por ciento hasta el momento actual, porque ha habido muchas dificultades, mucha irresponsabilidad de los contratistas. La zona ya debería estar construida. Pero se está avanzando en este proceso, como usted mira la maquinaria está haciendo las excavaciones para echar las planchas y todas esas cuestiones para las construcciones.

-         ¿Por qué se dan estos retrasos?

El señor presidente de Colombia, Santos, ha apostado todo su interés económico, social y político a la ultraderecha. Digamos, ha retado a su propia clase social. Hay otros intereses que se oponen a que esta zona veredal no sea construida. O sea, están “mamando gallo”, están retardando el proceso, pero a nosotros sí nos exigen que hagamos la dejación de armas, como dicen los medios: “Entreguemos las armas”. Tenemos que exigir que esas empresas contratistas también cumplan.

-         Usted habla de un 50 por ciento hecho. ¿En qué está representado este porcentaje?

De lo hecho, solamente las excavaciones, las planchas, hay algunas construcciones que se están terminando las paredes, el zinc. Falta lo que tiene que ver con la electrificación, el agua potable y acabar de construir las habitaciones para los guerrilleros, las aulas y los alojamientos y la recepción.

-         Se siguen bañando al aire libre, todavía no hay baños…

Los servicios públicos aquí nosotros los estamos fabricando. Hacemos unos pozos sépticos, unas letrinas, los baños es lo que nosotros hemos canalizados por mangueras y nos bañamos así al aire libre.

-         A pesar del incumplimiento del gobierno nacional, ve uno en el rostro de la guerrillerada, hombres y mujeres, optimismo. ¿En qué fundamenta este optimismo?

El optimismo de nosotros, somos una comunidad muy organizada, y ese optimismo se fundamenta en nuestra moral, en la forma de anhelar una paz, no a la guerra, entonces ese optimismo entre nosotros es permanente, porque miramos el futuro de las nuevas generaciones para que sea no de guerra sino de paz, que haiga la oportunidad para las nuevas generaciones de la educación, de la salud, de la vivienda, de la tierra, del desarrollo económico y social para bien de todo el pueblo colombiano.

-         Hay una fuerza de extrema derecha que se empecina que Colombia siga por los caminos de la guerra. ¿Usted qué opina?

La ultraderecha y los medios de comunicación masivos, siempre se han interesado en favor de la guerra, son los que se han beneficiado históricamente y los que se han valido de la guerra y no saben que las mismas fuerzas militares, las fuerzas armadas de Colombia, también son objeto de explotación por parte de esta oligarquía, de los ricos de Colombia.

El pueblo colombiano, la gente del común, pues hemos sido vulnerables y hemos sido siempre los que hemos pagado y hemos puesto los muertos. Nosotros somos claros de que en Colombia hay una ultraderecha, los que se han beneficiado y son los que han desplazado a la gente de Colombia, son los que se han aprovechado de los medios y de las tierras y están viviendo de estas riquezas mal habidas, mientras el pueblo ha puesto los muertos.

-         ¿Qué elementos hay que tener en cuenta para ganarle el pulso a esos violentos?

Uno de los elementos más importantes es la paz. La paz es universal, la paz tiene que ver con un manejo directamente de los mandatarios de los países y de los habitantes de cada país, porque si no hay paz, todos los días habrá violencia, muertos. La guerra no genera tranquilidad y sosiego entre los pueblos, mientras que la paz sí, la paz es alegría y bienestar; la guerra genera más que todo, violencia y destrucción de la vida. Nosotros no estamos de acuerdo con la guerra, amamos la paz.

-         ¿Cuántos años dentro la insurgencia fariana?

Yo dentro de la insurgencia llevo 32 años.

-         Conoce la guerra, sabe de los efectos de esta y por lo tanto, tiene autoridad para hablar de paz. ¿Verdad?

Claro. La guerra nosotros la hemos vivido día y noche. Hemos aguantado hambre, hemos sufrido mucha represión, mucha persecución. Es más: Hace cuarenta años no me miro con mi familia, hace 25 años mi papá murió, hace 7 meses mi mamá murió, hace un tiempo mataron a un tío que era alcalde y lo asesinaron por robarle el carro, hace unos años murieron los tíos míos y hace cuarenta año no me miro con mi familia.

¿Qué persona en el mundo se sacrifica por un cambio social y de beneficio para los colombianos y para el mundo? Eso no lo hace nadie, solamente los guerrilleros de las Farc.

-         Sin embargo, Uribe y el uribismo y los medios masivos de comunicación siguen considerando a las Farc – Ep terroristas…

Bueno, los medios de comunicación, Caracol, RCN y la ultraderecha siempre han difamado de nuestra organización y todos los días nos tildan de terroristas, narcotraficantes, secuestradores, violadores…

Pero, el pueblo se está convenciendo y se está aclarando que eso, solamente es manejo, es vocabulario que toda la vida lo ha utilizado para tratar de desprestigiarnos, pero el pueblo se viene enterando que eso no es así, que las Farc es un movimiento guerrillero luchador por la paz con justicia social.

-         ¿Cómo se viene preparando la guerrilla para salirle al paso a esa estigmatización mediática?

En estos momentos estamos con la pedagogía de paz, estamos esperando la ley de amnistía para los guerrilleros y los 60 compañeros que salen a nivel nacional a llevar la pedagogía de paz y a dialogar, bien sea con Partidos, organizaciones de ultraderecha o de ultraizquierda, la gente del común del pueblo colombiano, con todos, la idea es dialogar, discutir y ojalá coordinar acciones en los puntos coincidentes.

En eso estamos: Dialogando. Si estamos dialogando con el ejército, con la policía, que nos dimos plomo durante 53 años, que estamos dialogando entre amigos y enemigos, por qué no vamos a dialogar con los sectores de izquierda o de derecha. Tenemos los brazos abiertos para dialogar.

-         ¿Cómo se viene organizando lo que sería el Partido de las Farc – Ep?

Nosotros toda la vida hemos sido Partido, por eso somos una familia muy organizada y muy unida; por eso no nos han derrotado, porque siempre somos una familia muy unida y organizada.




Pero, el nuevo Partido de las Farc tiene que ver con el Ecomún, el Ecomún va a ser el nuevo Partido de las Farc donde económicamente nos vamos a sostener económicamente, políticamente, con nuestras familias, con los guerrilleros y con la gente de la comunidad.

Como Partido,  una vez se organice el congreso del Partido, nos vamos a sostener como Partido, como militancia organizada, ya no como un Partido alzado en armas, sino como un Partido social, político de oposición al sistema capitalista.

-         ¿Cómo sería el orden jerárquico? ¿Cómo se lo imagina usted?

Bueno, en estos momentos nosotros tenemos una estructura, una estructura que todavía no se ha terminado porque estamos dando el tránsito a la normalidad, a la vida civil, y todavía hay unos mandos que nos están a nosotros organizando y dirigiendo para tener un control.

Pero después que se haga la dejación de las armas y demos el tránsito a la vida civil, ya los mandos nos convertiremos en líderes políticos. Ya no habrá comandantes.

-         La guerra se ha librado por más de 50 años en el campo, ¿Ahora se libraría en la ciudad, naturalmente con otros métodos?
La guerra se ha librado en el campo y en la ciudad. Pero, ha sido más dura en el campo. En el campo el Estado ha hecho presencia a través de los bombardeos, a través de las fumigaciones, del desplazamiento, del saqueo. Y en las ciudades, pues se vive todo el abandono del Estado. Miremos la situación de los niños, los ancianos, la descomposición social, la delincuencia en las ciudades.

Por toda parte hay un problema de educación, de manejo del Estado que no le ha puesto mano. En el campo la guerra tenemos que transformarla en el desarrollo económico social en beneficio para el campo, para el sector rural y el sector urbano.

-         ¿Cómo va la guerrilla a enfrentar la realidad de la izquierda colombiana bastante atomizada?

La izquierda colombiana y los movimientos de oposición hemos vivido una vida de mucha persecución y arremetida del aparato paraestatal y militar, porque afectamos los intereses del capitalismo, los perseguimos en qué sentido, en el sentido de reclamar nuestros derechos y los derechos es que la nueva generación tenga educación, tenga salud, tenga vivienda, tenga recreación, tenga el bienestar para poder vivir en un país tan rico como es Colombia.

Estamos enfrentando esta situación en tránsito a la normalidad en un Partido de oposición y de reclamar nuestro bienestar para el pueblo colombiano.

-         ¿Será posible aclimatar la paz en Colombia cuando hay más de 21 bases norteamericanas en este país y cuando el paramilitarismo sigue intacto?

La presencia del paramilitarismo y de las bases norteamericanas en Colombia, son asuntos que el Estado no ha manejado como debe ser internacionalmente, ¿En qué sentido?

Aquí, las fuerzas armadas, las fuerzas militares y el mismo gobierno actual de Colombia es manipulado, es gobierno títere que le cumple órdenes a los Estados Unidos. De hecho aquí tenemos 21 bases militares, oficialmente 8 bases militares gringas con toda la tecnología que apunta a nivel internacional sobre los países que se quieren liberar de la potencia norteamericana.

-         Según su criterio, ¿Cómo se podría combatir el paramilitarismo en Colombia?

El paramilitarismo en Colombia se puede combatir generando empleo, generando desarrollo económico y social en beneficio del pueblo colombiano. Segundo, depurando las fuerzas militares. Hay que constituir una Fiscalía, una Veeduría y organizaciones como las que están acordadas en los acuerdos de la Habana para ir ubicando a todas estas personas que son intelectuales y actores del paramilitarismo en Colombia, porque son los que siempre reciben el beneficio de la ultraderecha y los políticos corruptos.

-         ¿Cómo analiza la situación internacional que estamos viviendo, caso de la hermana república bolivariana de Venezuela?

La situación internacional se caracteriza por cada país tener su propio sistema de gobierno, esas personas tienen un sistema de derechos y garantías que están reclamando a gritos enteros un cambio de bienestar social, cuando estas comunidades se organizan a exigir esos derechos y garantías llega la represión, llega la ultraderecha y el paramilitarismo a hacer masacres como en Colombia las hemos vivido y como lo está viviendo los hermanos de Venezuela que también están poniendo los muertos.

La ultraderecha no quiere ceder, quiere seguir monopolizando y en el caso del hermano pueblo venezolano viene resistiendo heroicamente de la mano de un gobierno democrático y consecuente con su clase social. Esta ofensiva criminal la viene liderando los Estados Unidos y desde luego, la burguesía nacional de este país hermano.

-         Volviendo al tema colombiano: ¿Cómo sería menos doloroso el tránsito de la guerra a la paz en este vasto país sudamericano?

Para hacer menos doloroso el tránsito de la guerra a la paz en Colombia, tenemos que empezar las comunidades a tomar conciencia, que las mismas comunidades elijan a sus propios líderes, líderes que sean defensores de los derechos humanos, que defiendan los intereses de las comunidades, líderes respetuosos, líderes que se preocupen por el desarrollo económico y social de las regiones y sean líderes que directamente tenga en cuenta el futuro de las nuevas generaciones. Que no sean líderes de cuello blanco que están abusando de lo que tiene que ver con el bienestar de los colombianos, como la educación, la salud que toda es privatizada.

Esos líderes que el pueblo ha elegido, ya sea por elecciones o no elecciones y que la ultraderecha los ha puesto de líderes para que nos sigan expropiando nuestras riquezas, esos líderes de cuello blanco no hay que tenerlos en cuenta más.

-         Un problema latente del acuerdo de la Habana es que ha sido poco socializado entre el pueblo, especialmente por parte del gobierno. ¿Esto sería una dificultad seria para posicionarlo ampliamente?

Sobre los acuerdos de la Habana hicimos un compromiso de socializarlos por parte del gobierno y de las Farc. Nosotros hemos tenido muy poca participación en la socialización porque hemos tenido restricción por la falta de la ley de amnistía, no hemos podido salir. Solamente los hemos socializado cuando los compañeros de las ciudades y de los pueblos nos han visitado a estas zonas de transición y normalización, donde esclarecemos los acuerdos.

Y fuera de eso, de parte de los alcaldes, gobernadores y líderes de juntas comunales, también tienen un compromiso con la socialización de los acuerdos, pero si no se conocen los acuerdos, cómo se va a llevar la socialización en las comunidades. Entonces, estamos cortos en eso.

-         Una de las campañas de los medios de comunicación es que supuestamente el pueblo no quiere a la guerrilla. ¿Usted siente eso?

Las campañas mediáticas de que el pueblo colombiano no quiere  la guerrilla es pura carreta, es pura mentira. Miremos que las Farc somos una organización campesina, durante 53 años hemos enfrentado la violencia paramilitar, el desplazamiento forzado, la arremetida del capitalismo y la invasión norteamericana, por tierra, aire, con toda la tecnología de punta. Entonces, si hemos desafiado al sistema de gobierno y al imperialismo norteamericano, no nos ha podido derrotar, pero tampoco las Farc nos hemos podido tomar el poder, siempre hemos tenido el respaldo del campesinado y también del sector popular.

-         ¿Qué sectores los han visitado en esta zona de la Fila, municipio de Icononzo (Tolima)?

Los gremios, los compañeros de juntas de acción comunal, sindicatos, universidades, docentes, la iglesia, el clero. Aquí, nos ha venido visitando mucha gente de los países del tercer mundo de Europa, Chile, Japón, Estados Unidos, Francia. Bueno, nos han visitado muchos compañeros con el fin de dialogar y conocer de primera mano el proceso que se viene dando. Este proceso en el mundo es histórico y ejemplar.

-         ¿Sigue la guerrilla, entonces, con todo el optimismo del mundo?

Nuestro optimismo será hasta nuestra muerte. Tenemos un compromiso con el pueblo colombiano y no vamos a echar para atrás, estamos optimistas que este proceso tiene que hacer la paz de hoy en adelante.




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