Asociación de futbolistas de la tercera edad del Tolima necesita sede propia

Por Nelson Lombana Silva

El 18 de julio de 2007, se reunió un grupo de veteranos jugadores de fútbol en la ciudad de Ibagué (Tolima), tomando la decisión de fundar una Asociación de futbolistas de adultos mayores del Tolima. La iniciativa se fundó con 88 jugadores y en la actualidad cuenta con 600, indicó Luis Eduardo Díaz Montenegro, uno de los fundadores.

Entre los proyectos que se ha trazado esta Asociación esta adquirir sede propia, pues hasta la presente viene pagando en un club de esta ciudad para llevar a cabo su campeonato. En ese sentido, Luis Eduardo se queja del poco apoyo al deporte por parte del gobierno nacional, sobre todo a los de la tercera edad y este jugador considera que es importante porque estas categorías de veteranos se convierten en ejemplo para la juventud.

Según se pudo establecer, Ibagué (Tolima) es la única ciudad del planeta donde se juega fútbol en las categorías 50, 55, 60 y 65 años con reglamento FIFA cada ocho días.

Efectivamente, cada ocho días, los deportistas de la tercera edad en esta bella disciplina se dan cita en el club Los Ocobos, desde muy temprano a participar del campeonato y departir un sancocho, música y algunas “amarguitas” dentro de un ambiente de sana camaradería. La categoría 65 años juega los sábados y la 55 los domingos.

Presenciamos ayer el partido Atlético Ibagué Versus Ferretería Olaya quedando el marcador 3 a 0, en este mismo orden. Fue un partido ameno, mucha enjundia y disputa del balón durante los 90 minutos. El partido se jugó hacia las 10 de la mañana bajo una verdadera luna de sol.

Luis Eduardo Díaz Montenegro, que el sábado juega en la categoría 65, pues tiene 72 años de edad, ejerció en este partido como director técnico del equipo Atlético Ibagué.

Desde los 10 años viene practicando este deporte y para él lo es todo. Es contador público, nació el 25 de septiembre de 1944 en el municipio de Funza (Cundinamarca), pero hace muchos años está radicado en la ciudad musical de Colombia, Ibagué.

Su experiencia como futbolista resulta apasionante y resulta un ejemplo para las presentes y futuras generaciones. La página web: www.pacocol.org y el blog: Nelson Lombana Silva, lo entrevistaron y esto dijo:  

-         ¿A qué edad comenzó usted a patear un balón de fútbol?

Prácticamente a los 10 años porque estaba viviendo con una tía en el barrio La Granja y al frente quedaba el club deportivo de los Millonarios, en el Minuto de Dios, en Bogotá; estoy hablando de 1954 – 1956.

-         ¿Sus padres le prohibían que jugara balompié?

Mi papá era muy escéptico que jugara fútbol porque en ese tiempo se dañaba las alpargatas y el costo era duro. Pero a regañadientes me dejaba pasar balones. Había un brasileño cuyo nombre no recuerdo ahora y el “loco” Arroyabe hacía los primeros pinitos. Nosotros íbamos a mirar y a pasar balones. Así comenzamos a darle pataditas al cuero, que en ese tiempo era de cuero con el pitoncito y la badana para taparlo. Era chévere. Época muy buena.

-         ¿El uniforme como era?

El uniforme del club Millonarios era el tradicional que ha tenido siempre: Azul y blanco. Había muchos brasileños, argentinos, uruguayos. Estuvo hasta Pablo Centurión, pero mucho después. Más tarde llegó Carrizo y otros nombres de alto renombre internacional. Uno era un alcanza bolas.

Con el tiempo, por allá en 1966, tenía un poquito más de cuerpo y de bagaje, entonces nos metieron a jugar en la juvenil y nos formamos allí. Varios, entre ellos, Gabriel Hernández, Quico Quiñonez, Quico Florián y muchos otros.

Ya estaban cotizados Arturo Segovia y un poco de jugadores que fueron estrellas del fútbol colombiano. De los compañeros míos, surgió Gabriel Hernández, era de Soacha y jugaba siendo figura en Millonarios. Yo me dediqué a otras actividades, después de haber vestido la camiseta azul por un poquito tiempo en las inferiores. Pero, bueno, fue una experiencia buena, me dediqué a trabajar con la tía en un granero y a estudiar por la noche hasta que me formé. Después, me encarrilé en el fútbol competitivo en Bogotá, en un equipo del ICA Tibaitatá y ese fue mi despegue para hoy día tengo la oportunidad de seguir jugando fútbol a mis 72 años de edad, gracias a Dios soy pensionado, trabajé con una empresa del Estado 24 años y me pensioné.

-         ¿Le sirvió el fútbol así no hubiese sido profesional?

Claro, porque el fútbol fue el que me lanzó, porque el equipo de Tibaitatá, el doctor Jorge  Leoncio Gómez, una vez que fuimos a entrenamiento nos invitó a que jugáramos en el equipo de fútbol  de Tibaitatá que iba a sacar la primera para la departamental de Cundinamarca.

Dijo que qué jugadores podíamos jugar y yo fui a jugar con otros. Me acuerdo también de un amigo en el Cali, fue Jorge Colmenares. Él cogió por su lado y yo por mi lado. Él trascendió en el Cali harto, yo no. Yo me dediqué a estudiar y a jugar.

-         ¿Por qué no fue jugador profesional?

Porque me dediqué a estudiar y a trabajar de noche, entonces poco tiempo me quedaba para el entrenamiento que era muy sacrificante y además que no le pagaban nada al jugador criollo, era una especie de requisito tener jugadores colombianos, pero no le pagaban nada al jugador colombiano. Hoy en día sí valoran el producto criollo.

-         Así las cosas, entonces optó por dedicarse a estudiar Contaduría Pública, ¿Verdad?

Sí señor y después que terminé trabajé en el ICA, pero a su vez, jugaba fútbol. Por ejemplo, la empresa me trasladó para Ibagué y aquí me enrolé en un equipo de los buenos que hubo que se llamaba: Comercio. Jugué fútbol en la liga del Tolima, luego me dediqué a jugar partidos en equipos buenos. Siempre, siempre he estado jugando, gracias a Dios.

-         A su edad, también ha tenido experiencia como técnico de fútbol, ¿Verdad?

Sí, tuve la oportunidad de asistir a unos seminarios de dirección técnica de fútbol y uno aprende mucho. Y a través del tiempo adquiere mucha experiencia y aplica conceptos. Cuando hay fundamentación uno como que quiere extenderle a sus compañeros hoy en día en esta categoría. Aplica lo poco que sabe, lo extiende para que el jugador se prepare mejor. Valore el equipo, porque cuando uno hace un equipo es que sea una familia que haya mucho respeto y sentido de pertenencia. Eso es importantísimo.

-         ¿Para qué le ha servido el fútbol?

Para vivir ya los 72 años sanamente que tengo. Nunca me he fumado un cigarrillo. Esto quiero comentarlo porque ojalá la juventud tenga en cuenta que los vicios como el cigarrillo, el licor en exceso son muy perjudiciales.

Yo, desafortunadamente, lo digo así, uno pierde la velocidad y la fuerza en las piernas, pero el saber no. Ese se queda para siempre.

-         ¿Cómo eran los campeonatos de esa época?

Los campeonatos siempre han tenido la misma organización con los controles de la FIFA, pero a nivel de liga, por ejemplo, hoy se sigue jugando torneos como más conscientes, en la época eran más largos. Hoy son más cortos, como tratando de proteger al deportista, buscarle el máximo rendimiento en corto tiempo, sin exigirlo. Y eso es bueno para el deporte.

-         ¿Qué opina usted del fútbol aficionado?

El fútbol aficionado, desafortunadamente, en los departamentos el gobierno no le pone atención, porque cuando hay, son clubes privados y ahí nacen los muchachos que tenemos hoy en día, pero el gobierno sí debería en todo momento estar apoyando para que salgan estrellas, que material hay, lo está demostrado que todas las disciplinas deportivas hay material, hay conocimiento, hay de todo, hay fundamentación desde pequeños, pero sin el apoyo del gobierno, por eso estamos sacando pocos jugadores, pocos deportistas buenos. Con el apoyo sería el volumen muy bueno.

-         Estas categorías de 50, 55, 60 y 65 son únicas en Ibagué. ¿Cree en esta teoría?

Totalmente, totalmente…Porque mire, hoy es domingo 21 de mayo, la divina providencia nos unió a los dos para este pequeño comentario. Quiero hacerle la siguiente aclaración: En el año 2007, julio 18, nació una idea muy hermosa, entre unos amigos: Ramiro Gavilán, Noel Guzmán, Eduardo Orjuela, Luis Eduardo Díaz y otro que no me acuerdo en este momento, aunque sé que era de apellido Rondón. Creamos la asociación de futbolistas de adultos mayores del Tolima. Iniciamos con 88 jugadores, hoy somos 600, sin contar con la categoría de 55 años.

En el club Los Ocobos jugamos 21 equipos: 11 de 65 años y 10 de 60 años. Lo hacemos con recursos propios, porque nosotros aportamos mensualmente una platica para ir engrosando unos recursos y jugar un torneo. Para mí, único en el mundo. Quizás, me atrevo a decir que en ninguna parte hay esos campeonatos de la tercera edad tan hermosos. Hay que verlos. El gobierno no le pone atención, los medios de comunicación piensan que es perder el tiempo, pero pienso que no. Nosotros le estamos dando buen ejemplo a la juventud de lo que es tener una vejez sana, duradera y muy importante. Usted me ve a mí, no estoy longevo, no estoy con bastón y ya tengo 72 años y todavía corro en una cancha de fútbol. Eso es importante que los medios de comunicación y ojalá el gobierno apoyara más el deporte para la tercera edad.

-         Dentro de la cancha, ¿Cuál es su posición como jugador?

Cuando uno es aficionado y comienza a jugar así lo pongan de recoge bolas, uno lo hace con mucho amor. Pero, comencé marcando punta, luego me pasaron al medio campo y en la medida que lo van fundamentando y le ven las condiciones, pasé a jugar de delantero y hoy en día, juego de delantero en mi equipo categoría 65 años, que se llama: Boca Junior de Humberto González Saavedra.

Quiero bajarle una chiva única: Es que el día 13 de mayo, hice un gol espectacular a mi edad, en mi categoría y me felicitaron por eso. Por la forma como lo hice. Es un recuerdo del último gol que he hecho.

-         ¿Cómo fue ese gol?

Creamos un espacio con un amigo de nombre Pabón, amagué para la derecha, sobre la raya, el marcador se me tiró allá, entonces abrí el espacio y el compañero sabía de las picardías y me la mandó por el callejón y yo ya venía en diagonal. Llegué al área y amagué que le daba con la izquierda y saqué la derecha y pum, allá la clavé. Son gajes de lo que uno ha aprendido de lo que ha manejado durante muchos años. Así apareció el golecito. Íbamos 1 a 0 y con eso pusimos el marcador 2 a 0.

-         ¿Qué piensa hacer para consolidar esta asociación de futbolistas de la tercera edad en el Tolima?

Lo primero que estamos haciendo es haciendo unas peticiones a los gobiernos, municipal y departamental del Tolima, para que nos den un terreno para construir la sede de la tercera edad. Y dentro de lo proyectado está, incluir la categoría 55 porque también son de la tercera de 57 para arriba. Hacer unas 3 canchas y hacer los torneos sin tener que pagar un arriendo como lo tenemos que venir pagando acá. Tener una sede propia. Ese es el mayor anhelo que tenemos todos los viejitos.

-         ¿Cómo van caminando todas estas iniciativas?

Hay que golpear muchas puertas. Hay que tener paciencia y firmeza para seguir luchando, porque esto no termina hoy, apenas comienza. Llevamos 10 años de haber fundado la asociación y ya somos 600. Lo importante es que los directivos que están trabajen sobre la consecución de eso. Entre ellos, está el ingeniero Camilo Rubio, gran deportista del Tolima, gran jugador de fútbol y le gusta esto, está el presidente de la Asociación con ellos vamos a sacar esto adelante si Dios quiere.

-         ¿Cuál ha sido el aporte del alcalde y del gobernador?

Tengo entendido que el aporte para nosotros ha sido mínimo, de pronto porque no hemos seguido golpeando, pero vamos a tratar de darle duro, nosotros en la categoría 55 con el amigo “Pulgarcito” (Edgar Sánchez Cortés), hemos intentado hacer cosas. Yo fui el fundador del equipo Atlético Ibagué y “Pulgarcito” continúa haciendo la labor en la consecución de recursos y demás. Hoy nos damos el orgullo, la dicha de tener un uniforme costeado y donado creo que por el Estado, exactamente por la alcaldía municipal.

-         Seguirá jugando fútbol y dirigiendo equipo, ¿Hasta cuándo?

Hasta que Dios me lo permita porque es mi vida. 

Luis Eduardo Díaz Montenegro, veterano futbolista. Momentos partido de tútbol de la tercera edad ayer en Ibagué, Tolima. Fotos Nelosi