Ibagué está rosada. Las avenidas y calles de los barrios tienen sus Ocobos florecidos. Foto: Nelosi |
Hoy, la ciudad de Ibagué, capital del departamento de Tolima, se encuentra de cumpleaños. Cumple exactamente 466 años de ser fundada, acontecimiento ocurrido el 14 de octubre de 1550 en la altiplanicie de lo que hoy es el municipio de Cajamarca.
La resistencia heroica de la comunidad indígena Pijao contra el invasor español le hizo fracasar sus planes expansionistas, teniendo que ser trasladada al sitio que ocupa actualmente, es decir, en la parte centro – occidente de Colombia sobre la cordillera Central de los Andes, entre el cañón del río Combeima y el imponente valle del Magdalena, cerca al nevado del Tolima o Dulima, el 7 de febrero de 1551.
Se reconoce como fundador a Andrés López de Galarza. No se tiene datos de él de que haya estado en la academia militar. En cambio sí, que haya sido un avezado funcionario público.
Nació en 1528 en Villa Brájima entonces corona de Castilla y actualmente provincia de Valladolid, Castilla y León, España. Fueron sus progenitores: Andrés López de Galarza y Juana López Barbosa.
En Castilla cursó estudios de economía, obteniendo el título de Contador Público. Al igual que su hermano Juan, se trasladó al Nuevo Reino de Granada (Colombia) con el cargo de tesorero de la Real Hacienda.
Su hermano le encomendó la misión de invadir el Valle de las Lanzas, fundar un pueblo español en la región y construir un camino más corto para llegar a Popayán, destruyendo la estructura indígena de la familia Pijao al precio que fuera. Para el efecto, lo nombró Capitán y Justicia Mayor. Su misión era profanar las entrañas de una sociedad aborigen organizada y valiente.
La resistencia aborigen fue realmente heroica. Andrés López de Galarza arremetió con toda su brutalidad, utilizando la caballería y los perros asesinos.
Los invasores, que eran dueños de los medios de comunicación, montaron toda clase de fábulas para tratar de debilitar la resistencia. Dijeron que los indígenas eran antropófagos, por ejemplo. Los Pijaos vendieron cara su derrota.
López de Galarza, se movió en la administración pública como pez en el agua aprovechando el poder de su hermano y la ambición desbocada por el oro colombiano que le asistía.
En 1548 fue contador de la Real Hacienda, permaneciendo en el cargo hasta 1550; 1551 – 1552, fue gobernador y Justicia Mayor en la provincia de Santa Marta; 1553 – 1557, Tesorero de la Caja Real de Santafé (Bogotá); 1555, alcalde ordinario de Santafé; 1569, fue alcalde de Tunja (Boyacá).
Muere a la edad de 51 años, en Tunja (Boyacá), 9 – 10 de noviembre de 1573, siendo sepultado en esta catedral. Según su testamento, dona $300 pesos para que se construya un hospital que favorezca a los indios de Ibagué. Además, dona un número no determinado de mantas de algodón también para la comunidad aborigen de esta población. (¿Remordimiento?). Eso a razón de que no tiene hijos.
¿Cuánto costó la fundación de Ibagué? Según cálculos aproximados $6000 pesos oro, sin cobrar supuestamente su gestión. Sin embargo, la Corona Española le canceló titulándole la Encomienda de Tenza, dándole a su esposa la Encomienda de Bosa y dejándole explotar la Encomienda del Cocuy y varios cargos públicos – como ya se indicó – por 20 años.
Ciudad musical de Colombia
Este título de ciudad musical de Colombia se debe al conde francés Gabriac, quien en 1866 visitó este continente recorriendo países como La Nueva Granada (Colombia), Ecuador, Perú y Brasil, según relata Álvaro Cuartas, unas veces a pie, otras a lomo de mula y otras en canoa o champan.
Vino acompañado del Visconde Blin de Bourdon, con cartas de recomendación o presentación de la Emperatriz Josefina. Se entrevistaron con el presidente de la república Mosquera, quien les presta todo su apoyo para cruzar la cordillera en el departamento de Quindío de paso hacia Quito, república de Ecuador.
Toda su odisea, el Conde Gabriac la condensa en su obra intitulada: “Viaje a través de la América del Sur”. Documento criticado duramente por el profesor Felipe Angulo Jaramillo, según afirma Álvaro Cuartas. El profesor habría dicho refiriéndose a esta obra: “Se trata de un libro amargo e injusto, donde el autor no sabe ver la idiosincrasia de las gentes, interpreta erróneamente sus costumbres, tergiversa los hechos e invierte los valores”.
Álvaro Cuartas, opina otra cosa totalmente diferente del Conde Gabriac. Señala: “Desde su llegada no ahorró elogios, alaba la exuberancia del paisaje natural, refiriéndose a la sabana de Ibagué, dice: “¡Dios qué sabana!”, imagine usted un plan literalmente interminable, más largo que la sabana de Bogotá”.
Agrega Cuartas que en el terreno de la música el Conde quedó impresionado. Maravillado. “Admiración también por los instrumentos típicos como el tiple, la carrasca y el alfandoque y por el ritmo de caña interpretado por una orquesta conformada por indios y cholos. Impresionado asegura que “en Ibagué se adora la música”. Con esos argumentos le da en llamar a Ibagué la ciudad musical de Colombia.
El Conde Gabriac visita el colegio San Simón, toma aguardiente en calabaza, va a misa y compromete al alcalde de turno para que le consiguiera 5 mulas para transportar sus cachivaches, explica Álvaro Cuartas.
Ibagué hoy
La capital tolimense, Ibagué tiene aproximadamente 600 mil habitantes. Una altitud de 1285 metros sobre el nivel del mar. Cuenta con 13 comunas, 17 corregimientos, 14 inspecciones de policía, 144 veredas y más de 800 barrios.
Ciudad intermedia, con enormes bellezas naturales, no explotadas y muchas de ellas en vía de extinción por la dinámica criminal del régimen capitalista. Es una estrella hidrográfica, hoy amenazada por la política santista de la locomotora minero – energética.
Las avaras multinacionales y transnacionales con entera libertad se empecinan en acabar con el medio ambiente con el único propósito de robarse los recursos naturales, especialmente el oro y muchos más, sacrificando el recurso hídrico, lo mismo que la flora y la fauna. Esta demencial agresión e invasión la encabeza Anglo Gold Ashanti.
Afortunadamente, el movimiento ambientalista, los movimientos de izquierda y la administración municipal del médico Guillermo Alfonso Jaramillo Martínez, hacen ingentes esfuerzos por parar esta hecatombe brutal que se avizora en el horizonte de la ciudad. El mandatario ha convocado una consulta popular para el 30 de octubre, la cual viene siendo obstaculizada de distintas maneras por parte de Anglo Gold Ashanti.
Una ciudad que anida la corrupción, tal el caso del descalabro de los recientes juegos nacionales del ex alcalde Luis H. Rodríguez. En esa materia lucha la actual administración. Pero sin lugar a dudas, por donde se “pinche sale pus”. Es increíble. Es la esencia del capitalismo. Lavado de dineros del narcotráfico de distintas formas, Ibagué se ha convertido en un escampadero de la delincuencia de cuello blanco.
Hay todos los males de una ciudad del sistema capitalista. Problemas en la salud, en la educación, en el desempleo, etc. Al decir de la gente del común no se sabe quién ha matado más ciudadanos en Colombia, si la ley 100 de 1993 obra de Álvaro Uribe Vélez o el mismo conflicto armado que vive el país hace más de 52 años.
Con todas las contradicciones reales y objetivas, si usted llega a Ibagué con toda seguridad no quiere regresarse, quiere quedarse allí de una vez y para siempre. Es la ciudad de los Ocobos, los Cámbulos, los Gualandayes y también los Almendros. Es también ciudad de amor, esperanza y paz.
Feliz cumpleaños.
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