Por Agamenón
Nada se crea, nada se acaba, todo se transforma, afirmaba el científico Lavoisier. Desde esa perspectiva ésta ha sido la historia de Colombia. De un incipiente inicio revolucionario expresado en la resistencia contra el latifundismo y después contra la burguesía, hemos empezado a pisar el umbral del poder.
Tomando como referencia a manera de ejemplo: Con el camarada Jaime Pardo Leal, obtuvimos para las presidenciales cerca de trescientos mil votos; muchos años después, con el maestro Carlos Gaviria Díaz, 2 millones 700 mil votos y ahora con el compañero Gustavo Petro Urrego, más de 11 millones de votos.
Por supuesto, no ha sido una travesía fácil, por cuanto se ha caracterizado por la violenta arremetida del régimen, negando la más mínima concesión democrática. De las entrañas de la horrible masacre causada por el bipartidismo en alianza con Estados Unidos, el pueblo heroicamente, ha salido a flote y está dispuesto a avanzar rompiendo las cadenas de la opresión y la represión.
Son muchos procesos unitarios que a lo largo del camino escabroso ha inventado el pueblo colombiano para resistir la criminalidad de los que han tenido el poder económico y político de Colombia. Nos haríamos interminables en una simple nota, enumerar todos esos esfuerzos, incluyendo la lucha armada.
Dinámica del proceso unitario
Lo más reciente y de actualidad son el Pacto Histórico y la propuesta de Frente Amplio. Son iniciativas que ha venido acogiendo el pueblo con interés y convencimiento, en medio de la más cruda e infame reacción de la derecha y de la extrema derecha que se niegan a renunciar a la burocracia del poder. Acudiendo a sus medios masivos de comunicación, a la mentira y a la calumnia, han intentado desviar el curso de la historia, pero no les ha sido posible, porque como dijera Gaitán, el pueblo es superior a sus dirigentes.
El pasado 17 de diciembre de 2024, se reunieron en Bogotá: Colombia Humana, Partido Comunista Colombiano, Progresistas, Polo Democrático Alternativo y la Unión Patriótica, abriendo una amplia discusión democrática, definiendo finalmente cinco aspectos fundamentales:
1. Voluntad de consolidar un movimiento político y unitario;
2. La participación en las elecciones del 2026 con reglas claras de juego;
3. Plataforma Programática;
4. Construcción de un Frente Amplio;
5. Convención nacional de constitución y diálogo con los territorios y sectores sociales.
En cumplimiento de estas decisiones tomadas, las distintas organizaciones políticas y sociales, llevaron a cabo sus respectivos congresos, acogiendo la propuesta unitaria. Fuerzas importantes como “Todos somos Colombia”, que lidera la senadora Clara López; “Esperanza Democrática”, “Partido Comunes”, “Partido del Trabajo de Colombia”, “El MODEP”, se declararon estar listos a participar activamente de la Consulta Popular por el Sí, desarrollando un proceso unitario y consecuente con el momento histórico que está viviendo el país.
Así va el proceso. No exento de dificultades, pero con mucha moral y entusiasmo, sobre todo en las bases populares, que ven la posibilidad de construir un nuevo país al alcance de todos y todas.
En esas condiciones, se hace indispensable fortalecer la unidad en los barrios y en las veredas alrededor de objetivos comunes, discutir los logros del gobierno, sus errores y proyectar nuevas acciones. Seguramente el primero de mayo, será la gran oportunidad para salir todos y todas a participar, a decir, a opinar sobre el momento histórico que vive la patria. Es urgente que el Pacto Histórico y el Frente Amplio, sean una realidad y la lucha por un país distinto sea irreversible. La burguesía mantuana y criminal no debe retornar al gobierno, debe ser la consigna a agitar en todas partes, a través del argumento. Hay que teorizar, pero, lo más importante: Practicar.[i]
[i] Este artículo es escrito gracias a la bibliografía que ofrece el semanario Voz La verdad del pueblo.
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