miércoles, 9 de abril de 2025

Gustavo Petro, presidente pro tempore de la CELAC

La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, entregó a su homólogo colombiano, Gustavo Petro, el testigo de la presidencia pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). Foto: EFE/ STR

 Por Nelson Lombana Silva

En verdadero hecho histórico para Colombia, el presidente Gustavo Petro Urrego, fue ungido ayer en horas de la tarde, como nuevo presidente pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y caribeños (CELAC), en Tegucigalpa, capital de Honduras, país centroamericano, en el marco de la novena conferencia. Le recibió el cargo y la responsabilidad, a la presidenta Xiomara Castro Sarmiento.

Este organismo que aglutina a 33 países de este continente y que solo deja por fuera a Estados Unidos y Canadá, es el escenario más importante en el continente Latinoamericano, con serias repercusiones a nivel orbital. Es un honor para Colombia, que el jefe de Estado, presida dicho escenario durante el año siguiente.  

Desde las primeras de cambio, el mandatario colombiano, fijó su postura clara y antimperialista, llamando a los países a la unidad más férrea con el propósito de resolver los problemas colectivamente. Propuso de entrada el mandatario nacional, una agenda multilateral, como única forma de cerrarle el paso al unilateralismo que alienta el imperialismo norteamericano en cabeza del belicista Donald Trump.

El unilateralismo que se debe interpretar como imposición, le ha costado a este continente más de un millón de muertos, según el mandatario. Dijo que en el momento solo había dos alternativas: El multilateralismo que implica resolver la problemática colectivamente o la soledad (haciendo referencia a la obra cumbre de Gabriel García Márquez, Cien años de soledad) que se interpreta como violencia e imposición del norte sobre el sur. En esas condiciones hay una sola alternativa: “Nos vamos solos o nos ayudamos”, dijo.

Tres temas centrales propias del momento destacó el nuevo presidente pro tempore colocados a la discusión de los mandatarios asistentes a la cumbre: El tema migratorio, el bloqueo y el narcotráfico. En el tema migratorio, el presidente Petro fue enfático en rechazar la imperialista y humillante política de Estados Unidos, de sacar a los migrantes en condiciones deplorables, con grilletes, avasallando la dignidad humana. “El migrante no es un delincuente”, afirmó.

El tema del narcotráfico, dijo que era una problemática mundial. Se preguntó qué producía más víctimas, el alcohol o la cocaína, proponiendo abordar el tema desde la perspectiva científica, no desde la perspectiva exclusivamente política y del interés particular del norte. Todo parece indicar que lo que produce el norte es legal, pero lo que produce el sur es ilegal.

Dijo que asumir el multilateralismo era una forma de quitarnos las cadenas de la opresión, la esclavitud. “No se puede bajar la bandera de la dignidad humana”, señaló el presidente colombiano.

Aprovechar al máximo las fortalezas del sur como las energías limpias es “nuestro poder”, señaló. Defender la democracia y la diversidad de pensamiento resulta de vital importancia para enfrentar los grandes desafíos del momento.

Por su parte, el presidente cubano, Miguel Díaz Canel Bermúdez, pidió a las delegaciones presentes no demorar más “la integración soñada desde Bolívar hasta nuestros días por los bravos hijos de nuestra América”. El mandatario caribeño, exhortó a profundizar la unidad latinoamericana y caribeña, defender la paz, la pluralidad y la dignidad de los pueblos latinoamericanos, respetando la libre autodeterminación de éstos.

Con lo sucedido anoche en Tegucigalpa, la perspectiva de continuar tejiendo la unidad de los pueblos de este hemisferio, se hace más real y esperanzador, rechazando de plano la arrogancia del imperio, la guerra comercial y política desatada con el incremento de los aranceles como el gran emperador. Vientos de paz soplan fuertes en el denominado también “continente de la esperanza”. Así, la espada de Bolívar seguirá su viaje victorioso, ahora con el impoluto liderazgo de nuestro presidente Gustavo Petro Urrego. Una razón más para profundizar el respaldo al jefe del Pacto Histórico y del cambio en marcha en Colombia; además, de profundizar la organización e impulsar con nuevos bríos la Consulta Popular.

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