“La revolución es hija de la cultura”, dijo el comandante Fidel Castro Ruz, durante una conferencia magistral dictada en la hermana república bolivariana de Venezuela.
El histórico comandante de la también hermana república cubana, hacía énfasis sobre el valor cardinal de la cultura en el marco del proceso revolucionarios de los pueblos en busca de la segunda y definitiva independencia.
En el universo mágico de la cultura y el arte, la poesía constituye una verdadera arma potente de la revolución socialista. La poesía endurece y fortalece la conciencia de clase. La anima. Le da vida. Le da dinámica. La vida en sí es poesía, como la lucha revolucionaria misma. Quien no se sensibilice ante un verso, un poema, difícilmente podría catalogarse de revolucionario, difícilmente lo sería.
Carlos Marx, V.I. Lenin, Fidel Castro Ruz, Ernesto Che Guevara, Manuel Marulanda Vélez, el padre Camilo Torres Restrepo, José Martí, Simón Bolívar, Policarpa Salavarrieta, María Cano, ante todo fueron eximios y ardientes poetas. Ernesto Che Guevara – por ejemplo – siempre llevaba consigo en su morral de campaña “El Canto General”, del laureado poeta chileno, Pablo Neruda.
La poesía no es neutral. No es banal. No es apolítica. La poesía es un arma poderosa quizás mayor que un misil. Un pueblo humanizado, sensibilizado, formado y concientizado, está dispuesto a luchar por su libertad y se hace invencible.
Poesía social, poesía para el cambio
Sea la oportunidad para destacar la vida y obra del poeta, Alfonso Rincón Roa. Ha publicado el poemario intitulado: “Poesía Social”. Siendo este antecedido por el libro: “Poesía para la Paz”.
Nació en 1954, en el escondido municipio de San Antonio (Tolima). Se hizo docente a punta de sacrificio, en 1974, laborando en los municipios de San Antonio, Roncesvalles, Alvarado e Ibagué. Como rector se desempeñó en el municipio de Espinal, todos municipios pertenecientes al departamento de Tolima.
También fue ardiente y consecuente directivo sindical, catedrático de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD). Igualmente, representante de los docentes ante la junta departamental de escalafón y al consejo departamental de cultura del Tolima.
Ha publicado conferencias magistrales sobre diversos temas, como cooperativismo, sindicalismo y literatura, destacándose: “Vida y obra de Germán Pardo García” y “El Negocio de la Enseñanza”, señala Humberto J. Vargas C.
De este poemario, Poesía Social, Alfonso Rincón Roa, señala:
“Con insaciable amor por la vida e incontenibles deseos de vivir en una patria mejor de paz y justicia, doy infinitos agradecimientos a quienes han contribuido con mi formación personal y profesional”.
“Escribo estas páginas dejando de lado los dolores que produce el desarraigo, olvidando la falta de seguridad y protección hacia los desvalidos y débiles, perdonando la desigualdad y la injusticia, verdaderos orígenes de los problemas sociales y con la esperanza de que algún día la indiferencia sea eliminada de la conciencia y decidamos construir la patria que merecemos, comparto a los lectores estas páginas como fruto de la patria que me correspondió vivir”.
“Esta expresión alusiva a la patria es más que un sentimiento, es la realidad que hemos afrontado durante siglos de historia y que se ha acentuado en las últimas seis décadas en progresiones que parecen interminables, en las que unos pocos se autoprotegen con el poder y la legislación, mientras millones de hombres y mujeres de bien sufren las consecuencias de pauperización y sometimiento, al mismo tiempo que cargamos con el pesado lastre de aparecer ante el mundo como uno de los países más violentos del planeta”.[i]
Por su parte, en el prólogo podemos leer:
“Estos poemas son una cara de la realidad del país visto con la cámara real, sin el visor recurrente de la desidia, y sin las poses indiferentes que tanto mal han causado a nuestro país”.
“En el rostro de Colombia desde la tierra ensangrentada con vidas inocentes, es el problema de los desplazados por la cruenta y desigual guerra que se vive sin cuartel y sin reglas, a no ser por la ley del más fuerte, por la fuerza del fusil, por la fuerza del poder ilegítimo de casi siempre, por la sumisión y la ignorancia que ayuda a mantener costumbres ilícitas para elegir gobernantes y legisladores, con lo cual prolongan el estado de sumisión, de atraso y de miseria”.
“Es un libro en el que el autor promueve el conocimiento de los problemas del país para que conociendo los horrores de la guerra, defendamos y construyamos una paz verdadera con justicia y lealtad; un libro que no deja de mostrar sentimientos humanos como el amor, la familia, la esperanza, la fraternidad, la justicia y la igualdad”.
“Poesía Social, resume algunos de los problemas del país al igual que su anterior libro: “Poesía para la paz”, es otro texto que bien merece formar parte de las bibliotecas sindicales y gremiales y de la agenda de dirigentes sociales para ayudar a despertar conciencia y a reconstruir el país descuadernado que nos han entregado”.
“Por último vale la pena reseñar una parte del exilio, en la que el autor plasma sus vivencias en Asturias, España, la tierra que lo acoge y le brinda la paz que necesita en su patria, para un pueblo ejemplar sumido por décadas de violencia infame”.
Alfonso Rincón Roa, un docente, un poeta, un sindicalista que tiene que dejar su patria y buscar abrigo en España, porque el gobierno de su país no le ofrece garantías a lo más elemental en el ser humano: La vida.
Su aparato estatal concebido exclusivamente para proteger la clase dominante, se vuelve contra el pueblo amenazante, asesinándolo, estigmatizándolo y mandándolo al exilio. Sin embargo, la vida errante no es impedimento para seguir luchando desde la cultura, desde las letras, desde la poesía. Ese es Alfonso Rincón Roa, un hombre de carne y hueso, hecho docente, sindicalista y poeta, constructor de las bases sólidas de una nueva sociedad que se ve venir en el horizonte con fuerza y esperanza.
En él brilla la poesía, la luz revolucionaria y la esperanza. Nos enseña en cada poema que el mañana para el pueblo sí existe, pero hay que construirlo también con lucha sindical, con la docencia, pero sobre todo, con la poesía.
Corrupción
Cada cual
Sabe los métodos
Y testigo muchas veces
De porcentajes ocultos
De dádivas en especie,
Consignaciones secretas,
Sobornos de sexo
Y cuerpos,
Presupuestos infundados
Con oscuros intereses
De campañas y directorios.
Y lo sabe todo el mundo
Y se ríe de los hechos
Y los elige de nuevo
les rinde sus honores
Y les cubre con su voto
Los mal pagados favores…
Indiferencia maldita…
¡Despierta pueblo,
Despierta!
Indiferente
Se quejaba de su ciudad
De su ambiente
De sus basuras
De sus líderes corruptos
Del atraso colectivo
De su pobreza…
Pero
Nunca hizo algo
Por su ciudad
Por su ambiente
Por sus basuras
Contra sus líderes
Contra los corruptos
Contra el atraso
Contra su pobreza…
Lo
Hirió
De
Muerte
La
Indiferencia.
Nota: Este poemario se encuentra en la biblioteca el Cañón del Combeima de Villa Restrepo, Ibagué (Tolima). Ven y léalo…
[i] Dedicatoria que ofrece el poeta Alfonso Rincón Roa en este poemario.
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