Panorámica de la escuela El Secreto. |
Hacendado con amenazas impide que niños vayan a la escuela. El caso se presenta en el cañón del Combeima, municipio de Ibagué (Tolima). La denuncia fue hecha por el docente y los padres de familia directamente afectados. El escabroso hecho se presenta en el cañón del Combeima, vereda El Secreto, distante una hora aproximadamente de la ciudad musical de Colombia.
Según los denunciantes, Gilberto Sánchez Susuga, copropietario con su hermana de la hacienda San Sebastián, tomó la determinación inconsulta de cerrar el camino prohibiendo el paso de los campesinos del sector, entre ellos, cuatro niños que estudian en la escuela El Secreto. Hace dos semanas que los pequeños no han podido volver a clase, pues sus padres temen que dicho copropietario de la hacienda tome represalias contra los pequeños, habida cuenta que ha dicho que no responde por la persona que se atreva a pasar por sus terrenos.
Según dice la comunidad, este camino lleva más de 20 años y desembotella una vasta región supremamente poblada. Los padres de estos niños y los líderes de la vereda han intentado hablar con este hacendado sin éxito hasta la presente, su posición sigue inflexible de impedir el paso de chicos y grandes por allí, con el cuento amenazante que no responde por la integridad física de quien se atreva a cruzar por sus pertenencias.
El docente de esta institución educativa rural, Oscar Andrés Rodríguez Carmona, se declaró sumamente preocupado por la situación que se viene presentando con cuatro niños: Uno de preescolar, el otro de tercero, el otro de cuarto y el otro de quinto. “No pueden llegar porque este señor los tiene amenazados”, dijo.
“No hay otro camino posible para que los pequeños lleguen a la institución, a excepción de dar una vuelta que les implicaría caminar más de tres horas y eso sería grave para niños tan pequeños”, subrayó el docente.
Por su parte, la página web: www.pacocol.org habló vía celular con los progenitores de estos niños afectados. Mayerly Rodríguez, madre de dos niños, confirmó la versión del docente, afirmando que viene haciendo gestiones para que este energúmeno vecino reverse semejante arbitrariedad.
Dijo que durante el tiempo que ella se conoce, el camino ha existido, pues desemboca toda una región agrícola por excelencia bastante poblada. Desconoce la razón que llevó a Gilberto Sánchez Susuga a tomar semejante determinación, han hecho mingas para hacerlo desistir pero el copropietario de esta hacienda se ha mantenido hermético e intransigente en su decisión de impedir el paso.
Por su parte, John Alexander Bonilla Bohórquez, padre de los otros dos niños, dijo que esta medida arbitraria tenía incomunicada toda una región, toda una comunidad, incluyendo sus dos hijos, pues teme enviarlos a la escuela por las agudas amenazas que viene profiriendo este individuo.
En sección de lectura los niños piden que sus compañeritos regresen a clase. Foto. J.M.C. |
Dijo que ha puesto en conocimiento de las autoridades esta anomalía, pero hasta la presente no ha habido una solución plausible que permita a los pequeños regresar al aula. “Ya casi completan tres semanas sin poder ir a estudiar”, señaló.
Los campesinos para comprar sus alimentos, han tenido que salir por el camino de Pico de Oro, camino distante y complejo por la necedad de Gilberto Sánchez Susuga.
Se afirma, extraoficialmente, que la determinación de este sujeto obedecería a la represalias por la denuncia que hizo la comunidad de la tala de chontas, planta de la región, que forjó el administrador de esta hacienda, el señor Diego Herrán. Al parecer no hay otra explicación lógica, afirma la comunidad del entorno.
Se espera una acción pronta y efectiva de las autoridades competentes para que el impase sea resuelto lo más pronto posible y los niños puedan volver a clase. Esto solo sucede en el país tomado por la mafia uribista. ¡Qué horror!
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