miércoles, 26 de septiembre de 2018

Perfil criminal del general Mario Montoya Uribe

Álvaro Uribe y el General Mario Montoya .- Foto: archivo Presidencia.gov.co
Por Nelson Lombana Silva

Causa estupor el perfil criminal del general del ejército Mario Montoya Uribe, sobre todo al pensar que son los encargados de proteger la vida, honra y bienes de todos los ciudadanos sin distinción de ninguna naturaleza, según la Constitución Nacional vigente


El destacado periodista del semanario VOZ La verdad del pueblo, Alberto Acevedo, nos presenta una magistral y valiente síntesis de este siniestro militar colombiano que fue puntal fundamental durante la oscura dictadura presidencial del ex presidente, Álvaro Uribe Vélez.

Son numerosas las sindicaciones que este militar retirado del ejército nacional debe responder: Cargos criminales, crímenes de lesa humanidad y nexos directos con el paramilitarismo.

La sombra oscura de este ex militar resulta fiel reflejo de la podredumbre de la seudo democracia que perdura en este país sudamericano. Una verdadera olla  repleta de putrefacción, que tapa el presidente Iván Duque Márquez, lanzando cortinas de humo con el incesante y demencial ataque contra la hermana república de Venezuela.

Ir a las Naciones Unidas exclusivamente a hablar sandeces del valiente gobierno que lidera en este país, el compañero Nicolás Maduro Moros, es  sin lugar a dudas, el más alto elevado índice de cinismo, solo para distraer a la opinión pública de las medidas aberrantes que viene tomando contra los trabajadores y el pueblo colombiano en general. Mientras guarda absoluto y cómplice silencio de comportamientos tan aberrantes como del general Montoya Uribe y tantos más oficiales de alto rango formados muchos en la tenebrosa escuela de las américas.

El Centro Democrático de la mano de su mentor, Álvaro Uribe Vélez, ha dedicado todo su poder para restarle fuerza a la Justicia Especial de Paz (JEP), con el único propósito que sus “muchachos” no reciban el peso de la ley por sus numerosos crímenes de lesa humanidad.

Dice Alberto Acevedo: “Las víctimas son pesimistas en cuanto a que se pueda hallar claridad de los hechos e imponer un castigo ejemplar a los victimarios. La Justicia Especial de Paz, ha sido castrada, por una serie de reformas legales en el parlamento, a instancia del Centro Democrático y eso plantea un mal augurio para el desenlace de este histórico proceso que recién comienza”.[i]

Cifras y datos horrorosos

Según el destacado columnista del semanario, uno de los múltiples hechos criminales del general, fue la tenebrosa operación Orión llevada a cabo contra los habitantes de la comuna 13 de la ciudad de Medellín, 2002, en unidad estrecha con el paramilitarismo, arrojando cifras espeluznantes. "Tropas de la IV brigada del ejército, al mando del general Montoya y con el apoyo de estructuras paramilitares, atacaron a la población civil de esta zona urbana de la capital antioqueña, con el argumento de que había que desmantelar una red urbana de la guerrilla”, señala en este artículo.

Trae a colación cifras estadísticas de la corporación  Jurídica Libertad, de la capital antioqueña: “Durante el operativo 80 civiles resultaron heridos, 17 homicidios  fueron cometidos por la fuerza pública, 71 más por paramilitares, 12 personas fueron torturadas, 92 desaparecidas y 370 personas detenidas arbitrariamente”.

Por su parte, los datos de la Coordinación Colombia – Europa – Estados Unidos (CCEU), señala el comportamiento del general que ocupó cargos de mando, durante el período 2002 y 2010. “Se documentaron 5.763 casos de ejecuciones extrajudiciales, de los cuales 1.140 en Antioquia, es decir el 25 por ciento de las víctimas”.

A su vez, Human Rigts Watch, considera al general Mario Montoya Uribe “como el principal promotor de la política de ejecuciones extrajudiciales”. Es más: Mientras este general estuvo al comando de la IV brigada del ejército las ejecuciones extrajudiciales crecieron en un 144 por ciento a nivel nacional. “El ex comandante del ejército ha sido señalado además de nexos con comandos paramilitares como el bloque cacique Nutibara, el bloque Centauros, el bloque héroes de Tolován y el bloque Metro”. ¡Qué joyita!

También el Centro de Investigación y Educación Popular (CINEP), según el articulista, desarrolló exhaustiva investigación sobre la creación del paramilitarismo en el batallón de inteligencia y contrainteligencia del ejército (BINCI), bajo la dirección del entonces teniente del ejército, Mario Montoya Uribe. El grupo paramilitar data de 1977, se llamó: Alianza Anticomunista Americana (AAA), actuó en Colombia y en el cono sur del continente americano.

Este grupo colocó cargas explosivas en la sede del periódico Voz Proletaria, El Bogotano y la revista Alternativa en 1977, en Bogotá. De este grupo al parecer hacían parte los tenientes coroneles Harold Bedoya Pizarro y Mario Montoya Uribe.

Por estas y muchas razones es que el pueblo colombiano rechaza el militarismo y le tiene pánico. Alguien decía: “El ejército nacional de Colombia tiene tres características: Corrupto, criminal y paramilitar, dispuesto a defender las multinacionales y transnacionales, a sangre y fuego”.

[i] Semanario VOZ La verdad del pueblo. Edición No. 2950. Página consultada 14.

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