lunes, 24 de septiembre de 2018

Así pensamos los Comunistas… ¿Qué hay de malo?


Por Nelson Lombana Silva

Los Comunistas hacemos parte de la izquierda más consecuente y radical, cuyo plan estratégico apunta a la construcción colectiva del sistema Socialista, de acuerdo a la teoría científica expresada por el marxismo – leninismo y los demás pensadores que han ayudado a su desarrollo creativamente en todo el planeta.


El comunismo es una fuerza poderosa e invencible que avanza contra viento y marea, por cuanto se fundamenta en la ciencia y en la praxis. El comunismo es pasado, presente, pero sobre todo, futuro. Así es que el Comunista, Comunista de verdad, todo los días se está haciendo, todos los días está luchando contra el dogmatismo, la esclavitud, la explotación del hombre por el hombre y contra la violencia. El comunismo es vida.

La historia de los comunistas colombianos está salpicada de heroísmo, abnegación, formación y decisión. Se ha ido forjando a la intemperie, combinando permanentemente la teoría con la práctica. Ha sabido superar los devaneos, los errores y las traiciones en una lucha larga y dramática con sapiencia y hondo espíritu crítico y autocrítico.

¿Qué piensan los comunistas colombianos del momento?

El pasado 19 de septiembre del año en curso, el comité ejecutivo nacional del Partido Comunista Colombiano, ha dado a conocer públicamente una carta política, en la cual analiza brevemente el momento político que vive la nación, los desafíos que tiene la izquierda y los retos que se ven en el horizonte promisorio.

Es un documento de “obligatorio” estudio en los organismos celulares y en las direcciones intermedias, como también en los amigos y simpatizantes de este partido fundado el 17 de julio de 1930. No hacerlo es dar golpes de ciego y rendirle culto al personalismo e individualismo; flaco negocio que se le hace a la estructura orgánica y leninista del Partido. 

El documento caracteriza el gobierno nacional de Iván Duque Márquez con precisión y sin rodeos: “Carácter reaccionario del nuevo gobierno”. Fundamenta esta afirmación en dos aspectos: El gabinete y los proyectos económicos que poco a poco han venido saliendo a flote y que atentan contra los intereses del pueblo colombiano.

Devela el incumplimiento del actual gobierno para la implementación de los acuerdos de paz suscritos en la Habana (Cuba) y firmados en el teatro Colón de Bogotá, el 24 de noviembre de 2016.

La carta destaca la amplia unidad de convergencia por la paz y la democracia que se viene desarrollando a partir de los halagüeños resultados electorales parlamentarios y presidenciales.

Llama a redoblar esfuerzos en defensa de la vida, los acuerdos de paz, los recursos naturales, la soberanía nacional, los derechos de los trabajadores, etc.

Destaca los avances de la izquierda con la bancada alternativa, el contundente respaldo popular de la reciente consulta anticorrupción y la serie de jornadas callejeras que se han realizado y que se vienen proyectando en todo el país.

Señala la misiva: “Los comunistas miramos con optimismo los avances en convergencia y el espíritu de unidad que ha inspirado este momento de la vida política”.

Agrega: “Construir un proyecto de convergencia con características estratégicas que cuestione de fondo una perspectiva en el mediano y largo plazo hacia transformaciones democráticas avanzadas y anticapitalistas, sigue siendo un propósito al que no renunciamos”.

Plantea el documento que las distintas personerías jurídicas no pueden ser impedimento para robustecer la unidad, tampoco para ejercer supremacía de unas fuerzas sobre otras. Al contrario. Debe ser garantías para hacer fuerte el proceso unitario.

En sentido, la carta permite leer el entusiasmo como los comunistas saludamos la creación de la Mesa de Facilitación de la Unidad Democrática, como espacio de articulación para conservar actividades y posiciones conjuntas y la proyección de la participación activa y argumentada de las distintas organizaciones de cara al debate electoral que se avecina. Mesa que debe ser amplia y alternativa.

Propuestas comunistas

El contenido de este importante documento refleja una serie de propuestas concretas para avanzar en el proceso unitario. Algunas son:

1.  Elaboración de programas municipales que contengan elementos de la campaña del programa propuesto por la Colombia Humana.
2.  Discusión y definición de reglas claras para la escogencias de las candidaturas unitarias y listas unitarias. Facilitar así las aspiraciones de los compañeros y compañeras, en igualdad de condiciones.
3.  Garantizar la defensa de la vida y de los acuerdos de paz. Además, apoyar los diálogos con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
4.  Robustecer la movilización y la participación activa del pueblo colombiano en defensa de sus derechos.
5.  Rechazo total a la proyectada intervención militar contra la hermana república bolivariana de Venezuela, por parte de Estados Unidos y sus gobiernos cipayos, entre ellos, el colombiano.

Son propuestas e iniciativas que los comunistas le hacemos al país. ¿Qué hay de malo en ellas? Es la pregunta que nos hacemos y dejamos a consideración de nuestros gentiles lectores, en el marco de la batalla ideológica que planteaba el comandante inmortal, Fidel Castro Ruz.

Para contrarrestar estas iniciativas el establecimiento acude al terrorismo de Estado y amparado en la figura de Águilas Negras, amenaza al país nacional de extremo a extremo. Águila Negras no existen, existe paramilitarismo. Es decir, son seguramente el mismo ejército nacional, los mismos terratenientes, los mismos capitalistas, que ante el avanza vertiginoso de las fuerzas alternativas y su incapacidad de argumentar con sus propuestas venidas en desuso, acuden a la amenaza y al asesinato de los líderes populares, campesinos e indígenas consecuentes con sus intereses de clase.

Eso lo tiene que tener claro el pueblo colombiano. No es cuestión de líos de faldas como lo indica cínicamente el ministro de defensa para desviar la gravedad del tema y sobre todo, eludir su responsabilidad. Los crímenes contra líderes populares, son crímenes selectivos y programados por la clase dominante. Son crímenes políticos, que hay que denunciar, repudiar y condenar.

Los comunistas, sin ser vanguardistas, siempre hemos estado en primera fila denunciando la criminal política de la clase dominante y anunciando la construcción de un país justo y humano al alcance de todos y todas. No pararemos. La lucha continúa porque los cambios de fondo sí son posibles. Las ruedas de la historia no la podrán detener los que han anegado de sangre humana y humilde el territorio colombiano. Más temprano que tarde la justicia caerá implacable contra estos malvados habidos de dinero, poder y gloria, como diría Graham Green. No hay duda: “El pueblo es superior a sus dirigentes”, dijo Jorge Eliécer Gaitán.

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