martes, 30 de septiembre de 2025

Feria de emprendimiento, escuela Olaya Herrera, Cañón del Combeima

Feria de emprendimiento realiza la escuela Olaya Herrera de Llanitos, Cañón del Combeima. Foto Nelosi

Por Nelson Lombana Silva

Ni el torrencial y huracanado aguacero de la noche anterior, ni la ausencia de fluido eléctrico, fueron impedimentos para que la escuela Olaya Herrera, ubicada en la vereda Llanitos, Cañón del Combeima, llevara a cabo la feria de emprendimiento, ayer, con la participación activa de los docentes, los padres de familia, los niños y las niñas. El encuentro se caracterizó básicamente por la organización, el entusiasmo, la participación de los expositores y el público que aprovechó para degustar las delicias que allí, se ofrecieron.  

El profesor de emprendimiento, Óscar Andrés Rodríguez Carmona, responde. Foto Ángela Arango

Las bibliotecas públicas Combayma del corregimiento de Juntas y Cañón del Combeima de Villa Restrepo, se unieron para participar del encuentro, en el que los niños tempranamente van haciendo sus primeros pinos sobre el emprendimiento, tal como lo anotó el profesor, precisamente, de esta disciplina, Óscar Andrés Rodríguez Carmona. “La mayor satisfacción del docente es que los niños se sientan motivados a emprender en esta linda zona de Ibagué como es el Cañón del Combeima, ya que tenemos talentos en los niños de este Cañón y que a veces en asignaturas como esta, se puede ayudar para que ellos vean como a partir de una idea de emprendimiento, pueden generar ganancias para sus vidas”.   

Le preguntamos sobre la dinámica orgánica de esta feria de emprendimiento al docente Rodríguez Carmona, quien contestó: “A partir de la asignatura de Ecoturismo, vemos una parte de emprendimiento; la idea es que los niños sean conscientes de esa oportunidad grande que tenemos al vivir y hacer parte del Cañón del Combeima y favorecernos con esas ideas que pueden generar esas ventas, desde la misma asignatura, se logra con los niños, trabajar lo que es la ganancia, los gastos. Que sean conscientes de cada cosa que se necesita para poder hacer un emprendimiento, no solo la parte bonita, la parte positiva, sino que también tengan en cuenta la parte negativa. Por ejemplo, hoy el clima fue un factor que nos obligó a cambiar lo que originalmente habíamos presupuestado. Pero, gracias a Dios se acondicionó el salón que resultó propicio para su realización. No tuvimos fluido eléctrico y algunos emprendimientos se necesita de neveras y más, salieron al paso vendiendo bolis un poquito descongelados, pero con todo el amor y el cariño de los niños”.

Niños ofrecen con amor sus productos en la feria de emprendimiento. Foto Nelosi


A pesar de todos estos imprevistos todo salió bien. El docente se declara satisfecho al decir: “Gracias a Dios, pero también gracias a los padres de familia, que como lo pudieron observar ustedes, nos acompañaron durante toda la feria, llegando algunos desde las siete de la mañana, concertando con ellos, hacer el evento en un salón de clases y todo fue un verdadero éxito, gracias a Dios y a los niños que nos colaboraron”.

Variedad de productos

                                       Productos Lácteos son ofrecidos por chicos y adultos en la feria de emprendimiento. Foto Nelosi.


Con todo el entusiasmo y la seriedad que el evento ameritaba, los niños y las niñas, junto a sus padres, expusieron diversidad de productos, todos agradables al paladar, debidamente presentados, observando o teniendo en cuenta las mínimas normas higiénicas. Vale destacar a los “publicistas” que sin descanso ofrecieron sus productos con seriedad. Andrea Varón, participó activamente apoyando a su hijo. “Vengo a acompañar a mi hijo y al compañerito que se llama José Manuel y Jonathan. Ellos tienen el emprendimiento de choco-bananas. Son bananos con masmelo, pinchos recubiertos con chocolate y tótem de colores. Tenemos dos precios: De $1000 y $1500 pesos”.

Por su parte, Viviana Alvarado Hío, expuso el emprendimiento de su hijo. Señaló: “En el día de hoy, les ofrezco arroz en leche. Se prepara de la siguiente manera: Es muy simple su producción y muy exquisito el producto. En una cacerola ponemos canela, los clavos y ponemos a hervir el agua durante quince minutos, aproximadamente. Después le agregamos el arroz, crema de leche, leche condensada, azúcar al gusto. Eso nos va dando un espesor. Esperamos que repose, se enfríe y listo para ser degustado. Si quiere agregarle quesito, lo que desee”.

Fue un evento de mucho calor humano a pesar de la leve brisa y el frío característico del Cañón del Combeima. El balance es altamente positivo y las lecciones por asimilar también, según comentarios de los asistentes.

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