domingo, 31 de agosto de 2025

¡Oh, Gloria inmarcesible!

Gloria Inés Ramírez. Foto: Pacocol

Por Nelson Lombana Silva

Tuve la oportunidad de conocer a la compañera Gloria Inés Ramírez, cuando me desempeñaba miembro del Comité Central del Partido Comunista Colombiano en la ciudad de Bogotá. Me impresionó su juventud y la madurez con que planteaba sus puntos de vista. Las palabras salían de su garganta como una verdadera cascada, todas repletas de lógica y de argumentación. Su voz paisa, llegaba a todos sus contertulios con dulzura y mucha firmeza. Se movía rápido por salones y pasillos de la sede del Partido.

Sus informes reflejaban la cruda realidad del momento que vivía la patria, especialmente el departamento de Risaralda, de donde es oriunda. Me llamaba la atención que sus informes duros y escuetos, no estaban cargados de pesimismo o derrotismo, más bien quedaba en la conciencia de quienes la escuchábamos, como un reto que había que superarlo con el trabajo, la organización y la unidad política del Partido Comunista y la izquierda en general. Así, pues, salía uno convencido de la criminalidad de la burguesía, pero de las grandes posibilidades de derrotarla a corto, mediano o largo plazo. Definitivamente, no estábamos arando en el desierto ni ante imposibles, estábamos apoyando un proceso histórico, un tránsito del capitalismo al socialismo, al pertenecer a un Partido con programa, estatuto y línea política clara, precisa y concreta.

Poco he tenido la oportunidad de hablar con ella, a pesar que en muchos momentos compartimos los mismos destinos: Ella candidata al senado y yo candidato a la asamblea del Tolima y después a la cámara de representantes. Su presencia en el Tolima fue factor determinante. Su regia personalidad, su férrea formación ideológica y política y su excelente relación humana, se ganaron el corazón de muchos y muchas tolimenses. Una mujer disciplinada, abstemia, directa y comprometida hasta los tuétanos.

Mujer de la entraña popular

Estudió con sacrificio y pasión licenciatura en física matemática, dedicándose de lleno a la pedagogía. Al conocer la problemática del magisterio, las injusticias del sistema que no quiere que el pueblo se eduque y restringe la labor del docente con malos salarios, restricciones de todo tipo y el desprecio de esta bella profesión, Gloria Inés Ramírez, inquieta, rebelde y consiente ingresó al mundo sindical con decisión y coraje. Nada allí estaba servido, era cuestión de luchar para hacerse oír. Dura batallas tuvo que librar sobre todo contra aquel sindicalismo oportunista y de estómago, propio de la derecha y la socialdemocracia. Además, el cruel exterminio de sindicalistas a manos del binomio militar-paramilitar. Su decisión, coraje, inteligencia, formación política y sólida argumentación, logró sortear el crudo vendaval, las vicisitudes y vericuetos, llegando a la presidencia de la Federación Colombiana de Educadores (FECODE), donde tuvo que liderar fuertes y largos paros en defensa de la estabilidad laboral de los maestros y por el derecho a una educación masiva y de calidad.

Cumplida su misión allí, ingresa a la lucha política de lleno. Considera que la construcción de una nueva sociedad colombiana con plenos derechos, sí es posible, solo que hay que luchar a brazo partido por ese derecho. Entiende la política como ciencia y arte del interés colectivo. Por eso, sus primeros trazos son diferenciar entre ésta y politiquería, que, dicho sea de paso, es la que ha practicado la oligarquía liberal-conservadora hasta ahora. Política es servir y politiquería que nos sirvan.  

Hacerle campaña para la senaduría fue todo un acontecimiento. Escuché muchas expresiones como estas: “No soy comunista, soy docente y puedo dar testimonio del carácter de Gloria Inés. Votaré junto con mi familia por ella”. Estuvo en el senado en varios períodos y a pesar de la incomunicación mediática, el país nacional sabe de su brillante labor a favor del pueblo, especialmente de la mujer y de los docentes. Por más analfabetismo político y sectarismo politiquero, nadie se atreve a hablar en contra de la legisladora comunista, Gloria Inés Ramírez.

Ministra de Trabajo: Reto superado

Con el triunfo del Pacto Histórico y el Frente Amplio, que le permitió llegar a la casa de Nariño al compañero Gustavo Petro Urrego, el gran gobierno del cambio como se ha venido evidenciando, la compañera Gloria Inés Ramírez, hizo parte de su gabinete como ministra de trabajo. Tremendo reto, sobre todo para los que entienden con certeza que una cosa es decir y otra hacer. O sea, una cosa es ser oposición y otra ser gobierno. La expectativa era grande, porque se trataba de demostrar en la práctica que los comunistas sí tienen capacidad para gobernar, asumiendo postura casi diametral a la forma de gobernar la rancia y traqueta burguesía que más de doscientos años nos ha gobernado a sus anchas.

Reto superado. La hoy ex ministra pudo demostrar que se pueden hacer muchas cosas en favor del pueblo desde el poder, siempre que exista conciencia de clase, transparencia y honradez. Se puede llegar a consensos sin negociar los principios y bajar sustancialmente el sobre costo, la corrupción. Hacer realidad el sueño de su clase social fue la brújula orientadora durante su estadía en este ministerio. Las reformas aprobadas marcaron un verdadero hito en la historia laboral de colombianos y colombianas. Tuvo once veces como ministra delegataria con funciones presidenciales, reemplazando al señor presidente Petro en sus giras internacionales. Gloria Inés Ramírez, demostró lealtad, compromiso, carácter y sapiencia para maniobrar en estos trascendentales momentos.  

Ahora, precandidata presidencial

La compañera Gloria Inés no descansa. Por insinuación del Partido y de amplios sectores que fueron testigos de excepción de su brillante labor al frente del ministerio de trabajo, ha decidido prestar su nombre y aspirar a ser candidata presidencial en la próxima justa electoral. La consulta o escogencia ocurrirá el 26 de octubre (Cumpleaños de mi hija), en todo el país. Usted tendrá la oportunidad de escoger de entre un ramillete de líderes y lideresas con sobrados méritos para suceder al compañero Gustavo Petro Urrego. Uno de los miembros de este ramillete es la compañera Gloria Inés Ramírez. Tenemos varias mujeres en el mundo presidentas que están haciendo una labor meritoria, ejemplar. Los colombianos y las colombianas tenemos esa gran oportunidad de decidir. Manos a la obra. Usted decide


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