viernes, 22 de agosto de 2025

Derecha con los mismos libretos

Foto: Internet

Por Agamenón

Mientras el presidente del cambio batalla por sembrar la semilla de la paz en el territorio nacional, la derecha y extrema derecha, persisten en la violencia. No tienen otro discurso que el horror de la mentira, la infamia, la calumnia y la violencia.

El mismo libreto que utilizó Álvaro Uribe Vélez para llegar dos veces a la presidencia, se utiliza ahora nuevamente en el marco del ajetreo político de la campaña que se viene agitando en todo el país.

Sembrar terror e incertidumbre y luego, ellos mismos presentarse como “salvadores”, son las estrategias monstruosas en las cuales el pueblo no debe caer nuevamente. El discurso de la paz que maneja la izquierda, debe imponerse con el único propósito de proteger el don más preciado del ser humano: La vida.

La vida, está por encima de ideologías y grupos políticos fanáticos ahistóricos, que hoy tratan de llevar al país al pasado, ese pasado sangriento que el uribismo nutrió cobardemente con su tal “seguridad democrática”. ¿Queremos más falsos positivos? ¿Más masacres? ¿Más narcotráfico? ¿Más terrorismo?

El pueblo debe saber que todas estas desgracias de violencia contra el pueblo, son producto de decisiones políticas de la derecha y extrema derecha. La violencia no es fruto de la fatalidad, es fruto de la arrogancia de la burguesía con sus decisiones politiqueras.

No apoyar los candidatos de la derecha

El terrorismo que siembra Estados Unidos contra América Latina, amenazando descaradamente a la hermana república Bolivariana de Venezuela, merece todo nuestro repudio y rechazo. El cuentico tonto que es para perseguir el narcotráfico, por supuesto que ni ellos, se creen ese cuento cogido de las mechas. El interés es el petróleo y demás riquezas naturales con las cuales cuenta el hermano país.

Una agresión directa contra esta nación, sería apocalíptica porque involucraría a todo el continente y más allá, por cuanto el pueblo venezolano no está solo. Los pueblos del mundo se levantarán y darán la vida por este país que a nadie agrede, a nadie insulta y amenaza.

De otra parte, la ola de hechos terroristas sucedidos en los últimos días en Colombia, demuestra el desespero de la derecha y extrema derecha por recuperar el gobierno el año entrante. Quieren llevar al elector a las urnas con armas en la nuca como sucedió en muchas regiones del país, donde los habitantes se vieron obligados so pena de morir o tener que desplazarse, votar por el hoy presidiario y narcotraficante número 82, Álvaro Uribe Vélez. No es una mentira, no es una calumnia, es una cruda realidad.

Nos duele los jóvenes asesinados en primavera, en pleno vuelo, la serie de bombas terroristas en Cali, Florencia. Allí, no caen hijos de la oligarquía, caen hijos de obreros, trabajadores y pequeños negociantes, pueblo humilde en general. Por eso, debemos rechazar estas prácticas criminales tan propias de la oligarquía y redoblar nuestro esfuerzo por consolidar el Pacto Histórico y por su intermedio, la paz con justicia social.

A los caídos injustamente en estos hechos terroristas, nuestra profunda admiración y reconocimiento con la certeza que serán eternos campeones en nuestros corazones, sobre todo, en los que buscamos y añoramos la paz con justicia social. El pueblo debe movilizarse alrededor de la paz, como derecho fundamental de todos y todas.

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