Dron cargado de explosivos. Foto: Alerta Tolima |
Por Agamenón
Los sensacionalistas medios regionales de incomunicación han dado gran despliegue a un dron que cayó en esta oportunidad en la pista de aterrizaje en el municipio de Planadas (Tolima). Como de costumbre, sin investigación afirmaron que fue obra de la disidencia de los supuestos grupos subversivos que hay en la región.
La señora gobernadora en su salsa belicista casi no deja caer el artefacto para trasladarse al lugar con el cuento ventijuliero que el terrorismo hay que enfrentarlo con decisión y coraje. Convocó ayer consejo de seguridad en este municipio dando declaraciones belicistas y militaristas.
Los sectores críticos y analistas, sectores que no tragan entero, se preguntan con inquietud, ¿Quién está arrojando estos drones? Lanzar un artefacto de esta naturaleza a la pista de aterrizaje no tiene razón política de ser. Es más un interés de crear pánico y desconcierto entre esta sufrida comunidad tan azotada por el terrorismo de Estado.
El sur del Tolima, desafortunadamente, sigue padeciendo la violencia, el miedo y el terror permanentemente. Al decir de líderes y personas de la región, hay por lo menos dieciséis grupos que se dicen ser “revolucionarios”, son los que gobiernan una gran parte del sur de este departamento. Muchos, seguramente, están pescando en río revuelto.
El pueblo tolimense espera de la gobernadora Magaly Matiz gestos de paz y reconciliación, pero no es así; como buena uribestia, su lenguaje es de confrontación, tierra arrasada. No hay propuestas concretas para los campesinos y las campesinas, solo palabras de odio y de violencia.
El sueño de la paz para poder transitar libremente por caminos y trochas en esta vasta región, todavía resulta ser una utopía distante de la realidad. No hay en esta gobernadora, ni en el barretismo, ni en el hurtadismo un discurso de paz y de obras comunitarias para todos y todas. Insisten en la promesa, en la mentira y en el engaño.
La descompuesta clase dirigente del considerado departamento “corazón de Colombia”, sigue en contra de los cambios en marcha generados por el Pacto Histórico, el Progresismo y el Gobierno del Cambio. Les queda grande hablar de paz, su discurso es la violencia.
En esa violenta arremetida de la derecha en el Tolima, la estrategia en marcha es hacerle creer al tolimense (tolimenso), que la polarización será en las próximas elecciones entre lo mismo y lo mismo representado en el barretismo y el hurtadismo. Tanto la alcaldesa de Ibagué como la gobernadora, son marionetas de estos siniestros personajes inescrupulosos y violentos.
El pueblo tolimense debe romper con ese embrujo y mirar opciones más allá del senador Barreto y el ex alcalde de Ibagué Hurtado. Hay opciones importantes, procesos que se vienen dando con avances significativos. La principal apuesta es la unidad del Pacto Histórico. Los caudillismos deben ser superados para que entre a jugar papel fundamental la dialéctica de la discusión argumentada y unitaria. El Tolima debe estar a la altura de los acontecimientos democráticos y progresistas que se vienen sucediendo en toda Colombia.
Se debe rechazar con contundencia el espíritu belicista de la gobernadora, del senador Barreto y Hurtado. Exigir la paz con justicia social en todo este bello territorio.
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