Foto: Colprensa |
Por Nelson Lombana Silva
Hay razones suficientes para salir hoy a las calles y a las plazas de Colombia. Sería interminable su enumeración. Quizás, lo fundamental: Detener el fascismo, el Golpe de Estado y profundizar los cambios y las reformas que se vienen dando en el gobierno del cambio de Gustavo Petro Urrego.
La movilización de las masas resulta determinante en el sueño dorado de consolidar la paz total y la justicia social en Colombia; al despertar la masa tiembla la putrefacta oligarquía, no hay duda. Los cambios de fondo son fruto de la lucha de clases en la que el pueblo define su futuro no por dádiva de la clase dominante, sino por la lucha unitaria, firme y combativa.
También la marcha es para desenmascarar a los congresistas enemigos de los campesinos, los que se opusieron a las reformas propuesta por el gobierno del cambio. En el caso del Tolima: Olga Beatriz González Correa; Delcy Isaza, Carlos Edward Osorio Aguilar, entre otros.
Estas sanguijuelas merecen todo el rechazo, por cuanto el campesino merece respeto, consideración, justicia y dignidad. El pasado sábado estuvo en el cañón del Combeima Delcy Isaza, con todo el cinismo del mundo dijo que “amaba al campesino, que había sido campesina hasta los dieciséis años”. “Esa es la misma que nos negó el derecho a tener respaldo con la reforma, qué modo de querer al campesino”, dijo un campesino en voz baja.
La movilización también debe servir para potenciar la unidad de las izquierdas alrededor de un programa único y candidaturas unitarias. Nada de aventurerismos y personalismos. La unidad nos hará invencibles y hará del proceso en marcha irreversible. Los responsables del Tolima deben asumir con grandeza y decisión el momento histórico, las distintas fuerzas de izquierda y progresistas deben cerrar filas de unidad. El Tolima está en manos de la extrema derecha caracterizada por la corrupción. Solo unidos podemos liberar el departamento corazón de Colombia de estas mafias, que quieren polarizar el departamento entre lo mismo y lo mismo. No es un secreto que el barretismo y el hurtadismo son la misma cosa. Hay que romper esa vieja maniobra politiquera y hacer que el Pacto Histórico se desarrolle con todos y todas.
A marchar bajo el flamear multicolor de las banderas que identifican la lucha popular, campesina e indígena en el Tolima, entre ellas, la bandera del Partido Comunista Colombiano. ¡Ni un paso atrás!
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