Presentación de las manualidades en la primera feria de emprendimiento biblioteca La Estación del Tren. Foto LVQP |
Por Nelson Lombana Silva
La red municipal de bibliotecas públicas de la ciudad de Ibagué, tiene un desarrollo y una dinámica singular que vale la pena dimensionar en el momento histórico que vive el país y que quizás no alcanzamos a dimensionar. El esfuerzo por salir de la violencia está en un punto alto y el interés es hacerlo irreversible, enterrar para siempre tanto dolor que ha caracterizado la existencia del país y abrir alamedas de paz, convivencia en donde se resuelvan las contradicciones, las controversias a partir del diálogo dialéctico y humano, aceptando la diversidad y la pluralidad.
Así fue la primera feria de emprendimiento en la biblioteca La Estación del Tren. Foto LVQP |
Para alcanzar este anhelado sueño hay que tener muchos elementos, uno de ellos, la cultura. Combatir la cultura elitista y consumista y desarrollar la cultura popular, recuperar nuestra identidad propia, fundamentada en valores inherentes y característicos del pueblo popular y humano con el que compartimos a diario, habida cuenta que hacemos parte de él, así, muchas veces nos neguemos y siguiendo la dictadura mediática, nos neguemos sucesivamente y nos dediquemos a fomentar la “cultura consumista y mediática”, que nos impide conocernos realmente como pueblo, como sociedad que debe vivir en su estructura social.
Es desde esta perspectiva, que valoramos el intenso trabajo que a diario desarrolla la red municipal de bibliotecas públicas de la sociedad de Ibagué. Cada biblioteca tiene su propia dinámica, que vale dimensionar y valorar, por cuanto no se trata de competir, sino de compartir con profundo espíritu democrático, descartando de plano los egoísmos y las falsas interpretaciones.
El aporte es grande e importante, porque estamos construyendo de alguna manera el hombre nuevo, la sociedad nueva. El hombre y la sociedad con capacidad de pensar por sí misma, analizar el presente y proyectar el futuro conociendo el pasado. En ese trabajo son dos elementos claros que hay que desarrollar con creatividad y suma responsabilidad: Fomentar la lectura y la escritura en chicos y grandes. Es el horizonte estratégico del bibliotecario.
Una lectura primaria y sin fundamento podría concluir que no es importante, no tiene trascendencia. Todavía hay personas y sistemas que piensan así, que resulta más benéfico construir infraestructura que abrir una biblioteca pública. Alguna ex ministra de cultura decía que abrir una biblioteca implicaba cerrar una cárcel. Quizás, no se ha entendido en su totalidad la dimensión de esta afirmación y se ha mantenido deliberadamente oculta o subvalorada.
Con alegría y esperanza se vivió la primera feria empresarial en la biblioteca La Estación del Tren. Foto LVQP |
Tampoco se ha dimensionado la cita bíblica que dice que no hay que dar el pez, sino enseñar a pescar. Se repite con alguna frecuencia, pero no se da en el blanco exacto de lo que realmente significa el contenido de esta frase. Nos metimos en el oscuro mundo y no abrimos ventanas de libertad y de colectividad. También se subvalora el hecho incontrovertible de que lo más granado del conocimiento está en los libros y los libros en la biblioteca.
Los bibliotecarios y las bibliotecarias, se hacen quijotes que navegan contra la corriente en la tarea monumental que debemos desarrollar, allá en la vereda o en el barrio más humilde de la metrópoli. ¿No es tarea monumental enseñar a la comunidad a pensar por sí misma, con entera autonomía y responsabilidad? ¿No es tarea singular acercar el lector al libro en una sociedad consumista y sumisa? ¿No es importante?
La red de bibliotecas públicas, en el caso particular de la ciudad musical, ha asumido semejante reto, para lo cual no ha dudado en diseñar diversas estrategias, algunas con las uñas, para cumplir y no de cualquier manera. Esta red se ha convertido en un verdadero laboratorio que bien se convierte en paradigma para otras redes en distintas regiones del país, sin caer, naturalmente, en el chovinismo y menos desconocer la labor emprendedora de otras redes del país y de otras naciones.
Los encuentros o los congresos son importantes por eso, porque se permite intercambiar experiencias, asumir nuevos retos y desafíos en comunión, descartando de plano la competencia odiosa y egocéntrica. Por eso, la frase: No se trata de competir sino de compartir. Además, se establece comunicación, factor determinante en un mundo globalizado.
Un ejemplo de admirar
Un ejemplo para admirar es la actividad desarrollada por la biblioteca pública La Estación del Tren en el populoso barrio Picaleña, comuna nueve, actividad llevada a cabo el pasado 18 de octubre y que bien dio en llamarse: La primera feria de emprendimiento. La comunidad del sector concurrió a exponer las manualidades que con paciencia y ardua gestión lidera la bibliotecaria, Liliam Verónica Quintero Parra.
Fue un trabajo arduo y de mucha de dedicación de la bibliotecaria, a pesar de la experiencia que tiene en organizar eventos de esta naturaleza, por cuanto es realmente la quinta feria empresarial, primera en esta biblioteca que comenzó a funcionar el 28 de enero de 2024.
A pesar del sol canicular, la comunidad respondió a la convocatoria, mostrando con orgullo lo que se hace con frecuencia en ésta. Demostró la bibliotecaria una vez más que la biblioteca no es recinto exclusivo para niños y niñas, sino que también allí hay un espacio para los adultos interesados en potenciar sus habilidades en estos campos tan importantes.
Se compartió en comunión en un ambiente de paz y sana convivencia, pudiendo exponer libremente un grupo de mujeres sus creaciones mágicas, creaciones que permiten el acercamiento de la comunidad, la convivencia en paz y la armonía que debe prevalecer en todas partes. Se aprende como lección que el trabajo une y humaniza. La biblioteca del siglo XXI rompe esquemas y viejos paradigmas, abriéndose a una realidad distinta, caracterizada por la teoría y la praxis.
La matrona Gilma García de Batanelo se explayó en elogios sobre el papel que viene jugando la biblioteca en este lugar. “Estamos muy contentos con la labor de la biblioteca, porque el lugar ha sido embellecido, ha dejado de ser un centro de vicios y se ha convertido en libros, alegría y cultura”, indicó. La gente que pasa por allí, ya lo hace tranquilamente, lo que no ocurría, al parecer, en otro tiempo. Observamos incluso, que muchos miran la biblioteca con respeto y esperanza. Fue tanto el impacto que el mismo secretario y director de cultura estuvieron presentes, compartiendo con los asistentes.
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