(Dramático testimonio de vida del guerrillero Teófilo González)
La heroica lucha revolucionaria del pueblo alzado en armas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo (Farc – Ep), durante más de 50 años en Colombia, ha sido ignorada por el terrorismo mediático, presentando los hechos al revés con qué cinismo y con qué ausencia de ética profesional.
El pueblo colombiano totalmente apresado en los aparatos ideológicos y represivos, ha tenido solamente la versión de la clase dominante, no ha tenido la posibilidad de tener acceso a más de una versión para con ellas hacerse una idea clara o por lo menos aproximada de lo que ha sido el fenómeno guerrillero en este país sudamericano. Religiosamente ha tenido una sola versión, versión totalmente falsa, tergiversada e ignorante.
A raíz de la metamorfosis que viene haciendo este movimiento social y político, metamorfosis que viene siendo saboteada por la burguesía para que el país se siga desangrando, poco a poco la verdad viene saliendo a flote así sea cuentagotas.
Un testimonio de vida lo expresa sutilmente el ex guerrillero Teófilo González, cuyo nombre real es Wilson Ramírez Guzmán, en su libro intitulado: “Adiós a las armas, la historia de vida de Teófilo González”, Ediciones Centro de Estudios Interdisciplinarios (CEI), 2017.
Es un relato descarnado, honesto, profundo, dramático y conmovedor, mediante el cual podemos dimensionar claramente lo que es un guerrillero, su origen, su compromiso y su heroico transitar bajo la descomunal égida del régimen capitalista represivo, criminal, corrupto e inhumano.
Esta escrito en forma directa, sencilla, sin términos rebuscados o metáforas rimbombantes, tampoco exageraciones. En sus 383 páginas hay una verdad patética llena de realismo. Su relato es ameno, exquisito de principio a fin. Teo escribe más con el alma que con las palabras. Sin embargo, no renuncia a la objetividad, a la crítica e incluso, a la autocrítica.
Eso quizás, es lo que le da más valor a este libro, el cual se convierte en una luz en medio de la oscuridad de un sistema corroído por la mentira, la infamia y la desvergüenza.
Siempre se nos ha dicho que la guerrilla es la causa de la violencia en Colombia, en eso los medios de comunicación no han parado de decirlo sin un ápice de investigación o de confrontación de fuentes.
Culpable de todos los males se le ha sindicado sin darle la oportunidad de contradecir semejante despropósito. Y se ha repetido tanto que incluso, muchos que presumen de izquierda, no han tenido inconvenientes en hacer coro con la gran burguesía, caso del considerado mejor senador de los últimos años, Jorge Enrique Robledo.
Este libro tiene varios momentos estelares, los cuales se compaginan perfectamente para decir que la guerrilla no es una causa de la violencia, sino una consecuencia de un estado antidemocrático, criminal y corrupto. El pueblo alzado en armas, especialmente campesino inicialmente, fue empujado a la fuerza por el régimen para que empuñara las armas.
Recordemos las cartas que los campesinos de Gaitania liderados por Manuel Marulanda Vélez y Charro Negro, le hicieron llegar al presidente Guillermo León Valencia en 1964, invitándolo a conocer la región para que ayudara con caminos, puentes, puestos de salud, escuelas, créditos blandos, para los campesinos seguir produciendo comida y vivir en paz.
¿Cuál fue la respuesta a ese noble y conmovedor llamado de los campesinos e indígenas de esta región del país? Lanzar 16 mil militares y cientos de paramilitares a arrasar todo rastro de vida humana, vegetal y animal, con el tenebroso plan norteamericano Latín American Security Operation (Plan Laso).
Sin embargo, todavía insiste la oligarquía en sus mentiras históricas. Pues libros como el que estamos analizando golpea fuertemente esta infame mentira, corroborando la tesis de que el campesino fue obligado a tomar las armas en toda la nación. Se confirma que el verdadero causante de la violencia en Colombia es la clase dominante empotrada en los partidos tradicionales. La misma que hoy lucha miserablemente para que los acuerdos de la Habana no sean implementados y la violencia siga su curso.
En este texto está claro cómo el gobierno nacional durante los 50 y más años de conflicto armado, violó flagrantemente el Derecho Internacional Humanitario (DIH), sobre todo la proporcionalidad. La estela de asesinatos a mansalva y en completo estado de indefensión, como los comandantes Raúl Reyes, el Mono Jojoy, Alfonso Cano, etc.
A todos esos crímenes envueltos en crudas mentiras que deben salir en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), es lo que le teme esta rancia oligarquía, por cuanto quiere pasar de agache y que solo responda la insurgencia por su partecita que le corresponde, si es que le corresponde.
Hay autocrítica que se presenta claramente cuando se va perdiendo la unidad y toma fuerza la mentira, la indisciplina, la intriga, el grupismo y el bajo nivel ideológico, tanto en comandantes como en la base.
Es meritorio analizar estos contrastes naturalmente con una perspectiva marxista – leninista y constructiva para poder desarrollar mejor la lucha en este momento histórico, en donde como dice Teo en su libro “Adiós a las armas”. Ojalá esta utopía se materialice algún día para bien de todos y todas.
La lectura de este libro es obligatoria para todos y todas en Colombia y más allá, porque si no sabemos qué pasó, cómo pasó, por qué pasó, no vamos a tener elementos reales para orientar el presente y proyectar el futuro.
Bienvenido este libro y seguramente muchos más, porque ellos contribuirán a esclarecer la verdadera historia de este lacerado país por obra y gracia de la rancia oligarquía y el imperialismo norteamericano.
Felicitaciones al camarada Teófilo González, es decir, Wilson Ramírez Guzmán.
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