jueves, 22 de junio de 2017

La Unión Patriótica es ante todo una propuesta revolucionaria, unitaria y democrática

Por Nelson Lombana Silva

Después de la instalación del congreso nacional de la Unión Patriótica, durante los días de hoy mañana los delegados y delegadas se encargaran de aprobar un documento que contendrá una propuesta clara para el país, para las izquierdas y para la misma organización política aparecida en el escenario nacional en 1985, producto de los acuerdos entre las FARC-EP y el entonces presidente de la república Belisario Betancur Cuartas.


Los asambleístas tendrán que tener muy claro el origen de este movimiento político, será fundamental para elaborar colectivamente una propuesta clara, revolucionaria y democrática consecuente con el momento histórico que estamos viviendo, sobre todo con el proceso de paz en su fase de implementación con las FARC-EP y las perspectivas de avanzar con ELN.

Además, blindar la organización de todos los enemigos declarados y agazapados que hacen esfuerzos por llevarla al acantilado de la socialdemocracia y su derechización. Su caracterización no puede suscitar ambivalencias. La memoria de los caídos que murieron en pie, manteniendo los colores verde y amarillo vivos en lo más alto del mástil, compromete con más bríos y tenacidad a los delegados y delegadas a tomar las mejores decisiones colectivamente.

La actualización de la plataforma política y de los estatutos que plantea la actual presidenta, debe ser para profundizar la unidad, la radicalización de la propuesta, interpretando dialécticamente el momento histórico que estamos viviendo. ¿Qué nos identifica con las demás izquierdas? E igualmente, ¿Qué nos desune? Para establecer sólidamente propuestas que generen esperanza y entusiasmo en el pueblo colombiano.

Los testimonios de los sobrevivientes deben ser escuchados para fortalecer la propuesta política, hacerla más creíble y necesaria en los actuales momentos, no para terminar convertida en ONG exclusivamente.

Indudablemente, que los temas centrales son la paz, el ambiente y la unidad. En ese sentido, hay que plantear una lista unitaria para senado y acuerdos programáticos en las regiones para cámara. Para la presidencia hay que pensar en la unidad de la izquierda incluso, ir más allá y entender qué es lo fundamental en estos momentos históricos.

Si tenemos claro que es lo prioritario y estamos dispuestos a ser consecuentes con esos temas, indudablemente se podrá llegar a conclusiones reales que apunten a menguar la acción de los violentos que quieren llevar el país a otros cien años de soledad, de muerte y de dolor. Ya los dos “dinosaurios” de la extrema derecha: Álvaro Uribe Vélez y Andrés Pastrana Arango, han anunciado su trabajo en común para las elecciones presidenciales. El momento no está para vacilaciones o discusiones “puritanas” y bizantinas. Autocríticamente las izquierdas deben superar estadium, lo que significa pasar de ser simple oposición a ser opción de poder.

Hay una disputa entre la derecha y la izquierda, producto de la vigencia de la lucha de clases que no se puede invisibilizar o quizás subvalorar. Esa dinámica exige táctica y estrategia. El árbol no nos puede impedir ver en toda su dimensión el bosque.

El congreso debe valorar el esfuerzo que ha puesto las Farc- Ep no solamente en el surgimiento y desarrollo de la Up, sino también en su abnegada lucha durante más de 50 años por la democracia y la paz con justicia social en Colombia. Enfrentar el estado militar – para militar con el aval del imperialismo norteamericano es de titanes, de hombres y mujeres consecuentes como lo enseñó el apóstol y prócer de la revolución cubana, José Martí, en el sentido que no solamente decir sino que también hacer. Hay que entender que las Farc-Ep no se acaba, simplemente se transforma. ¿Cómo entender e interpretar correctamente esta metamorfosis al calor de la unidad? Un interrogante más que seguramente los asambleístas considerarán con detenimiento y profundidad.

Hay que estar a la expectativa de la declaración política y las conclusiones finales, las cuales hay que desarrollar en las regiones. En eso no podemos equivocarnos tampoco: Colombia es un país de provincias.

¡Viva el VI Congreso Nacional de la Unión Patriótica! ¡Viva la paz con justicia social! ¡Viva la unidad del pueblo colombiano!

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