sábado, 22 de marzo de 2025

Prioridades políticas del momento

Las banderas del Polo Democrático Alternativo, siempre convocando a la unidad. Foto LER

 Por Agamenón

Colombia vive momento estelar desde la perspectiva política, sobre todo cuando el pueblo brutalmente reprimido por la rancia oligarquía, comienza a reaccionar y de qué manera. La más reciente demostración fue el pasado 18 de marzo, cuando millones y millones de colombianos y colombianas, se lanzaron a la calle a rechazar la actuación pusilánime del Congreso Nacional y a respaldar la iniciativa del gobierno del cambio, la Consulta Popular.



Ante el proceder del pueblo que se va sacudiendo de tanta represión, injusticia y discriminación, la oligarquía, desesperada, enfila todas sus baterías contra el proceso con el único fin de hacerlo cambiar de rumbo, combinando la legalidad con la ilegalidad. Utiliza sus medios masivos de comunicación, que como dijera Eduardo Galeano, son medios de incomunicación, con el fin de mentir, desinformar y minimizar la gestión del Gobierno del Cambio.

Igualmente, utiliza la vieja y repudiable arma de la violencia, alimentando de alguna manera grupos ilegales, el narcotráfico, el asesinato, la desaparición, la corrupción y el terror en vastas zonas del país. El paramilitarismo, sin lugar a dudas, no se ha desmovilizado y los patrocinadores siguen ahí, buscando la oportunidad para maniobrar y hacer que la guerra infame se profundice en esta adolorida república sudamericana. Hay que recordar que esta infeliz práctica, fue la que tuvo al carnicero Álvaro Uribe Vélez ocho años en la presidencia y después en cuerpo ajeno otros doce años con Juan Manuel Santos y el señor Iván Duque Márquez.   

Leer el momento

La tarea de hoy consiste en hacer una lectura meticulosa y dialéctica del momento histórico. Interpretar los sucesos con el fin de profundizar los cambios estructurales, asumir una postura activa y consecuente con el sueño perenne de los pueblos. Mal haríamos quedarnos a mitad de camino viviendo de lo conseguido hasta ahora, y que, si bien son procesos importantes, no es lo que realmente aspira el pueblo e incluso, la comunidad internacional. El horizonte es la Revolución Socialista y la construcción del Socialismo, como antesala del Comunismo. Esa es la utopía, que no se construye de la noche a la mañana, ni está a la vuelta, pero que hay que persistir e insistir. Toda acción que hagamos, por pequeña e insignificante que sea, está en esa lógica.

Las prioridades del momento que debemos abordar con grandeza y conciencia de clase, agitar en barrios y veredas de Colombia y del Tolima, son tres fundamentales: Primeramente, Consolidar el Pacto Histórico, con su programa, las reglas claras consensuadas para dirimir las contradicciones y un plan nacional, donde los jefes y directores den ejemplo de sencillez y trabajo, yendo a los barrios y las veredas más apartadas del país y del departamento, cortar de tajo el burocratismo y el oportunismo.

En segundo lugar, impulsar de verdad la campaña por la Consulta Popular que ha propuesto el presidente Gustavo Petro, amparado en la Constitución Nacional. No contentarnos con una simple declaración o una simple foto. Hay que salir masivamente todos y todas, a hacer pedagogía y tumbar los miedos que los medios de comunicación colocarán a la orden del día. Trabajar en equipo y sectorizarnos el barrio, la vereda, el municipio, el departamento, de tal manera que se pueda llegar a todos los rincones oportunamente. Superar el inconveniente que casi siempre llega la publicidad un día antes del evento, perdiéndose el esfuerzo económico, porque ésta, generalmente, termina durmiendo el sueño de los justos en los directorios.

Como tercer aspecto, y no menos importante es el tema electoral: La propuesta macro es tener nuevamente presidente y ganar mayorías en el Congreso. No es tarea fácil, tampoco imposible. Este ejercicio exige en grado sumo nobleza, desprendimiento, generosidad y grandeza. La era de votar por votar, participar por participar, ya la hemos superado, ahora la perspectiva es ganar y ganamos si nos desprendemos de egos y asumimos que el camino de victoria es la unidad.

Necesitamos candidatos honestos, pulcros, estudiosos, valientes, revolucionarios y emprendedores, que sepan interpretar el momento y proyectar la lucha a escenarios cada día más radicales y consecuentes. Candidatos con carácter e inteligentes para derrotar la palabrería insulsa del enemigo de clase. Lo que menos me interesa son los nombres, lo que más me interesa son los comprometidos que entienden que un nombramiento es un medio para avanzar colectivamente y no un simple fin para llenar los bolsillos con el erario del pueblo. Necesitamos candidatos unitarios, capaces de fortalecer el Pacto Histórico y el Frente Amplio.

¿Cómo estamos?

En este momento trascendental, bueno resulta preguntarnos: ¿Cómo estamos los Comunistas para enfrentar este nuevo momento? La pregunta es pertinente por cuanto nosotros nos guiamos por el leninismo y el marxismo, tenemos la capacidad de criticar y autocriticarnos con la única finalidad de ajustar lo que haya que ajustar y corregir lo que haya que corregir.


Es un Partido que se guía por la ciencia, rechaza la especulación, el facilismo, el oportunismo y el facilismo. En esas condiciones, el análisis por dentro nos va permitir dimensionar la potencia para enfrentar esta dura contienda electoral. Máxime que ya están circulando mensajes y panfletos de dudosa procedencia. El ejercicio necesariamente debe partir de la célula. A nuestra forma de pensar es el espacio más importante del Partido, porque a través de éste, se supone que se tiene suficiente conocimiento del entorno en todos los campos posibles, se sabe con certeza qué quiere el pueblo y cómo se puede actuar como cuadro comunista. En la célula se dimensiona la importancia de la prensa revolucionaria, sobre todo en la praxis y cómo esta se convierte en herramienta de estudio y de lucha ideológica y política. El Partido es de humanos, no de súper genios, con plena democracia, siempre con la unidad de veteranos y jóvenes, donde unos colocan la experiencia y los otros la fuerza propia de la juventud, en un verdadero ambiente de fraternidad y camaradería. No somos la vanguardia, pero sí hacemos parte de ella, lo que nos compromete a ser personas amantes de la paz y la concordia sin odios y sectarismos. El Partido Comunista, es el Partido de la vida y de la esperanza, que está comprometido con los intereses populares del pueblo colombiano sin vacilación de ninguna naturaleza, hoy más que nunca comprometido con los cambios estructurales en esta sociedad marginada, explotada e ignorada por una pútrida oligarquía sin ética y sin moral. La campaña electoral, es una forma concreta de lucha, hay que estar a la altura de los acontecimientos.


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