lunes, 18 de noviembre de 2019

Niño Estudiante, dice: “Movilicémonos el 21 de noviembre, salvemos nuestro país”

Por Nelson Lombana Silva

El niño Juan David Hernández Henao, estudiante de octavo grado del colegio San Simón de la ciudad de Ibagué (Tolima), formula un cálido llamado a todos los estudiantes del país a salir masivamente a participar del Paro Nacional programado por las centrales obreras para el jueves 21 de noviembre.


A pesar de tener escasamente trece añitos, Juan David Hernández Henao, no solamente es un líder estudiantil del colegio San Simón, sino también líder ambientalista. Hace parte de la Asociación Nacional de Estudiantes de Secundaria (ANDES), organización que le ha permitido adquirir conocimiento sobre la problemática social, económica, política y ambiental de la ciudad y del país.

Dice que no es fácil ser líder en Colombia porque la oposición en este país es asesinada. Sin embargo, no siente miedo y piensa que los estudiantes de secundaria se deben movilizar a exigir sus derechos y en cierta manera a respaldar a sus padres que seguramente en la gran mayoría son trabajadores. “Voy a participar de esta movilización con todo el corazón y toda el alma”, afirma categóricamente.

Subraya: “Pienso que nosotros los jóvenes debemos salvar nuestra patria. Para nadie es un secreto que este país está cruzando por una crisis horrible debido al sistema político neoliberal”.

Deplora el vil asesinato de más de 18 niños por parte del Estado en cabeza del gobierno de Iván Duque Márquez y las fuerzas militares. Para repudiar y condenar semejante crimen de lesa humanidad, hay que marchar el 21 de noviembre, señala el joven dirigente social.

La página web: www.pacocol.org lo entrevistó en su sitio de trabajo. Estas son las sus declaraciones:

-         Juan David, a pesar de su corta edad, usted ocupa responsabilidades de liderazgo. ¿Cuáles?

Tengo trece años y ocupo varias responsabilidades en distintos campos, comenzando por lo familiar, lo estudiantil, trabajo en un negocio familiar que lleva 48 años en la ciudad. Es un legado de la familia. En el colegio soy líder estudiantil, soy del grado octavo, representante del salón, integrante del consejo de estudiantes, ambientalista, feminista, también soy integrante de la Asociación Nacional de Estudiantes de Secundaria (ANDES), hace un año pertenezco y gracias a ella he podido mostrar mis cualidades.

Muchas personas no quieren que el futuro de Colombia, mejor el presente, nosotros somos el presente, no quieren que surjamos, que seamos líderes buenos y honestos. Muchas veces no nos dejan surgir, pero gracias a la Asociación y su apoyo he podido ser lo que hasta ahora soy.

-         A pesar de su juventud y ya preocupado por la problemática social de los estudiantes de su colegio y en general de los jóvenes. ¿Qué lo motiva?

Pienso que nosotros los jóvenes debemos salvar nuestro país. Para nadie es un secreto que este país está cruzando por una crisis horrible debido al sistema político neoliberal, que nos está afectando a todos los sectores. A los pobres, a los medios. Los únicos sectores favorecidos son los de la alta clase. O sea, los ricos.

Nosotros los de la clase media, todos los días nos tenemos que parar a trabajar. Mis padres trabajan, mis abuelos, mis tías, mis tíos, para poder subsistir. A mí me preocupa y es algo triste que llegue un familiar o alguien y diga: Me quedé sin trabajo, la empresa cerró, quebraron gracias al gobierno, gracias a las políticas corruptas que hemos tenido de nuestro presidente eterno, del sistema neoliberal y de diferentes cosas que nos están afectando a todos.

Entonces, lo que me lleva a preocuparme es que más adelante, en unos cinco años, el país va a ser nuestro, vamos a vivir nosotros y ya no vamos a tener arbolitos, ya no vamos a tener mujeres porque las están asesinando, ya no vamos a tener niños porque los están matando, ya no vamos a poder salir a la calle porque nos van a decir terroristas, ladrones. Todo esto gracias al gobierno.

-         ¿Cómo ha ido descubriendo toda esta problemática social, económica, política y ambiental que está planteando, Juan David?

Bueno, le reitero: Gracias a la Asociación que trabajamos diferentes puntos sobre la problemática de la juventud, la niñez y la sociedad en general. Nuestro trabajo es conjunto y colectivo. Somos varios chicos que pertenecemos a la Asociación. Ahí, trabajamos y estudiamos los pro y los contras de la problemática, sobre todo el por qué y la posible alternativa de solución que le podemos dar nosotros desde una ciudad pequeña como es Ibagué para generar cambio a un país tan grande como es Colombia.

Me he dado cuenta por intermedio de la Asociación, pero también a través de los medios digitales, mi papá que también es periodista, mi mamá es doctora, nos damos cuenta que las cosas que pasan nos afectan. Yo aprovecho que en la familia hay bastante comunicación entre todos. Así nos enteramos también de lo que viene pasando, como pasa, por qué viene pasando y por quiénes pasa lo que pasa, que es algo muy importante.

-         ¿Qué experiencias ha podido cosechar en su liderazgo tanto en su colegio como en la ciudad de Ibagué (Tolima)?
Como líder he tenido la posibilidad de representar a un grupo de personas que creen y confían en mí, que creen en mi liderazgo, en mis aptitudes, en mis capacidades para que yo los pueda representar en otro colegio, en otro lugar, en otra ciudad.

En el colegio he tenido varias oportunidades de ser líder en diferentes ámbitos. Por lo menos, una de las experiencias corta que me gusta contar es que hace aproximadamente dos meses en la ciudad de Ibagué hubo una movilización en defensa del medio ambiente. Fue el llamado que hizo esa niña de otro país, en contra de la deforestación y todo el problema ambiental. Gracias al rector de la institución que siempre nos ha abierto las puertas para poder trabajar y llevar a San Simón a ser una mejor institución, hicimos un “saloneo” con los chicos de la ANDES. Fue muy curioso porque fue un trabajo muy bonito, trabajamos muy bonito todos los participantes y obviamente hubo colaboradores de la causa, no con nosotros sino con la causa. Ellos también nos ayudaron al “saloneo”. Pasamos salón por salón. Yo pasé toda una mañana de sextos a onces, hablando salón por salón. Estábamos recolectando $200,oo pesos. Ese “saloneo” fue para mí algo muy importante, primero porque me enfrenté a la realidad, me enfrenté a los chicos, a hablar con ellos, a concientizarlos de qué era lo que pasaba, por qué pasaba, cómo pasaba y cómo podíamos solucionarlo nosotros. Fue una experiencia muy buena para mí, aparte del trabajo que hicimos después fue genial: Salimos a marchar, carteles y todo con chicos del colegio, fue algo muy grato.

-         ¿Es fácil ser líder estudiantil o ambiental en Ibagué y/o en Colombia?

No. No es fácil. Yo apenas me estoy metiendo en el campo del liderazgo, un líder social, me he dado cuenta que no es fácil. Yo decía al principio: Hay muchas personas que van a querer que tú no surjas como líder o que surja como persona. Por lo menos hemos tenido la triste noticia que mataron a un compañero ambientalista que cariñosamente lo llamábamos: “Cejas”, en el municipio de Santa Isabel (Tolima), lo asesinaron en su finca.

Cosas por ese estilo. Y no solamente él, porque a nivel nacional cuántos líderes sociales han matado en este año, el año pasado y el antepasado. ¿Y el gobierno qué hace? Simplemente decir: Era paraco, era guerrillero, estaba explotando indebidamente la tierra, cuando todos sabemos de quién verdaderamente era. Ser líder social no es fácil y no es fácil porque el gobierno no quiere que haya oposición, y si la hay, la acalla. Así de sencillo. Eso viene haciendo con los líderes sociales, somos opositores que no estamos conformes con sus políticas neoliberales y queremos hacer nueva política. Los jóvenes queremos hacer política nueva, pero no nos dejan. No nos dejan porque están las maquinarias de siempre con nuestro presidente eterno.

-         ¿No le da miedo ser líder en Ibagué y en Colombia?
No. No me da miedo. Recuerdo que molestando a mí mamá, hace como dos o tres días atrás, le dije: Mamá, yo el 21 de noviembre no sé si vuelva o no. Me dijo para dónde va. Yo le dije: Voy a salir a marchar, pero le voy a entregar todo mi corazón y mi alma a la causa y a la revolución. Ella se puso pensativa como diciendo: ¿Y, esto qué? Yo le dije cálmese. No soy una persona conflictiva, soy muy pacífico, pero tengo ese presagio y no me da miedo, no me da miedo que me callen, porque, creo que para eso estoy, para ser voz de los que no tienen voz y si me callan, voy a gritar y más fuerte. No me da miedo y es hacer un llamado a los jóvenes que por favor no callen. Hablen. Digan las cosas. Manifestémonos. Salgamos a la calle. Todos hacemos mayoría y podemos llevar a Colombia a ser un mejor país.

-         Hablemos del Paro Nacional del 21 de Noviembre. ¿Cómo proyecta usted participar de este paro cívico nacional?
Es una pregunta bastante compleja. Desde la Asociación a la cual yo pertenezco, hace rato estamos trabajando en las actividades del jueves 21 de noviembre. Venimos trabajando con chicos de San Simón y otros colegios, vamos a movilizarnos llevando carteles, trapos, vamos a hacer hasta lo imposible por hacernos notar. Yo voy a hacer mi aporte en la medida que voy a ser vocero de la Asociación. O sea, eso qué quiere decir. Voy a llevar el megáfono, micrófono, parlante, invitando a toda la gente. Probablemente por estos días estaré cruzando por el centro de Ibagué convocando a la gente abiertamente para que se una a la movilización la gente en general. Muchas veces pensamos que la policía con todas las atrocidades que ha hecho (no toda), pero sí la policía en general, con todas las atrocidades que ha hecho al pueblo. Son personas que tristemente reciben órdenes de los de arriba, de los que realmente no les importamos nada, que solo les importa en campaña subir al poder y después no les importa más nada, como lo que pasó con estos chicos, aparentemente los ocho niños que mataron y los tacharon de guerrilleros. Este es un acto más de violencia y es un crimen de lesa humanidad, donde se les violaron los derechos humanos a estos niños. ¡Qué triste que nadie hago nada! Por eso también vamos a salir a movilizarnos el 21 de noviembre en Colombia.

-         ¿Qué llamado le haría usted a los niños y a los jóvenes que lean esta entrevista en Colombia y en el mundo?

 Quiero decir que Latinoamérica está despertando. Ya nuestros hermanos chilenos despertaron, nuestros hermanos de Haití, nuestros hermanos Ecuatorianos despertaron. Son compañeros de causa de muchos lugares de Latinoamérica han venido despertando. Colombia, digo, ya despertó. Y va pararse el 21 de noviembre. Entonces, el llamado que yo le haga a la juventud es que: ¡Chicos movilicémonos! Salgamos. Mira que es media jornada, pueden ir como ustedes quieran, pero salgamos a movilizarnos, que el gobierno nacional sienta que somos los estudiantes, los secundaristas somos mayoría y a nosotros nos tiene que escuchar, tenemos que exigir. Nosotros por ahora, los chicos de décimo hacia atrás, estamos en el colegio, pero los compañeros de once que se gradúan este año, ya les toca salir a mirar qué van a hacer. Es una pregunta difícil que ellos se hacen: ¿Qué van a hacer? No hay nada para hacer en Colombia. Ellos quieren educación de calidad y no hay; quieren trabajar y no los dejan, o sea, no hay qué hacer. Entonces, salgamos a movilizarnos, miren que es por una buena causa para todos, más adelante, nosotros vamos a ser trabajadores, probablemente nuestros hijos van a ser trabajadores y nosotros no debemos pensar solamente en el ahora, debemos pensar también en el futuro. Entonces, es un trabajo de todos y es una causa de todos. Hasta el trabajador de la empresa más chiquitica salga a movilizarse, porque seguramente, próximamente esa empresa será víctima afectándolo en su actividad laboral, como pagarle las cosas de ley, nuestros padres son trabajadores, nosotros somos estudiantes, nuestros abuelos fueron estudiantes y trabajadores, detrás de nosotros vienen primos hermanos que van a ser estudiantes y probablemente va a ser trabajadores. Entonces, salgamos todos, nos movilicemos. Eso sí hagamos una marcha pacífica. La invitación es a salir pacíficamente, porque si vamos a exigir respeto y que no se nos viole los derechos, debemos exigirlos de la mejor manera. Salgamos tranquilamente, seamos respetuosos y muy sutiles.

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