sábado, 23 de noviembre de 2019

Masivo cacerolazo en Ibagué

Por Nelson Lombana Silva

Con el liderazgo de los estudiantes de la universidad del Tolima, centenares de ibaguereños, se lanzaron a la calle anoche a participar del “cacerolazo” que tenía una convocatoria nacional.


La movilización partió del campus universitario en horas de la tarde, arribando al mítico parque Manuel Murillo Toro, frente a la gobernación, al caer la noche. Durante varias horas se escuchó el cacerolazo con fuerza y decisión por los asistentes que concurrieron a la cita.

El terrorismo mediático afirmaba que la protesta degeneraría en violencia y destrucción, pero transcurrida más de tres horas de protesta, ésta se desarrollaba combativa y completamente pacífica.


El parque casi completamente lleno expresaba con profunda indignación el incumplimiento del presidente Iván Duque Márquez a lo pactado y acordado en pasadas multitudinarias manifestaciones.

Los medios de incomunicación, incapaces de decir con exactitud y objetividad por qué las protestas y movilizaciones que se vienen sucediendo en la universidad del Tolima y a nivel nacional. Callan deliberadamente cuando no es que mienten presentando a los victimarios como víctimas y a las víctimas como victimarias.

El pueblo desinformado y atemorizado repite maquinalmente ese perverso mensaje. “Son desadaptados, marihuaneros y sin oficio toda esa manada de intocables por eso de Derechos Humanos”, decía una profesional que transitaba por allí. Es decir, el mismo discurso mediático.

Lo cierto es que la indignación popular contra este régimen neoliberal, racista y mafioso, que capitanea el inepto presidente Iván Duque Márquez, crece en todo el país. Las causas son suficientemente poderosas e inexorables en esta nación que va al despeñadero a pasos agigantados, por culpa de la rancia oligarquía colombiana y los intereses económicos e imperialistas de Estados Unidos.

Los estudiantes universitarios no se están movilizando, ni exponiendo el pellejo ante las hordas criminales del escuadrón móvil anti disturbio (ESMAD), por simple prurito. Lo están haciendo por la defensa de la universidad pública y de calidad para las presentes y futuras generaciones.  

Hay que hacer un esfuerzo por comprender la cruda realidad política que vive Colombia con esta vieja, salvaje, criminal y mafiosa oligarquía. Mientras no se haga ese esfuerzo se seguirá pensando ingenuamente que el malo es el estudiante, el obrero, el trabajador, el sindicalista, el comunista y el bueno es el gobierno y sus fuerzas represivas representadas en el estamento militar – paramilitar.

No hay que estigmatizar la lucha de los estudiantes, ni de los sindicalistas, ni de los comunistas, hay que estudiar la problemática en profundidad y asumir una postura consecuente con su clase social. No se puede rechazar El Manifiesto Comunista, sin haberlo leído y estudiado, por ejemplo. Es decir, no se puede criticar por criticar.

Hay que profundizar la lucha, la unidad, la organización y la formación política. Hay de la oligarquía cuando el pueblo se politice y asuma una postura consecuente con su clase. Su imperio caerá en su totalidad y un nuevo y venturoso amanecer brillará inmaculado en el promisorio horizonte de Colombia, para todos y todas, sin privilegios de ninguna naturaleza.

Mientras esto suceda, apoyemos la lucha popular, sindical, estudiantil y revolucionaria que vienen librando los trabajadores de América Latina desde Chile hasta Méjico. El futuro es nuestro, a la carga, diría Gaitán. ¡Viva el Paro Cívico Nacional! ¡Vivan los estudiantes del continente americano y sus justas luchas! ¡Viva la paz con justicia social! ¡Vivan los estudiantes combativos de la universidad del Tolima!

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